La Guardia Civil detuvo el pasado martes a un agente del Cuerpo que presuntamente dejaba pasar maletas con cocaína cuando llegaban desde Suramérica al aeropuerto madrileño Adolfo Suárez-Barajas, donde estaba destinado. El juez que dirige las diligencias ha decretado prisión provisional sin fianza para este funcionario, que supuestamente ejercía como nexo de unión entre dos bandas de narcotraficantes (una colombiana y otra dominicana).
Según ha podido conocer El Independiente en fuentes de la investigación, el cabo primero F.L.M.P. -nacido en la ciudad francesa de Chamonix en 1963- fue arrestado este martes por la tarde junto a otras 18 personas de nacionalidades española, colombiana y dominicana en el curso de una operación desarrollada por la Guardia Civil en colaboración con la DEA, el departamento estadounidense para el control de drogas. Entre los detenidos está la actual pareja del agente, una mujer colombiana de 45 años.
De los arrestados, ocho se encuentran ya en prisión preventiva tras pasar a disposición judicial. Declaradas secretas, las diligencias las dirige el Juzgado de Instrucción 41 de Madrid, que acusa al guardia civil de la comisión de delitos de tráfico de drogas, organización criminal, cohecho, revelación de secretos, omisión de perseguir delitos y blanqueo de capitales.
Dos bandas facturaban las maletas en origen vinculadas al billete de un pasajero que no subía al avión y no se registraban en Madrid
La actuación policial, llevada a cabo en dos fases, se ha saldado con la incautación de 236 kilogramos de cocaína, tres armas de fuego (concretamente dos pistolas y un rifle de 9 mm), inhibidores de señal, unos 60.000 euros en efectivo, diversos dispositivos informáticos, varios móviles y documentación.
En concreto, los agentes registraron dos viviendas vinculadas al cabo primero -una en la localidad leonesa de Arganza y otra en Leganés- en las que intervinieron 33.280 euros en efectivo, un rifle y un inhibidor de señales. En su taquilla del aeropuerto se encontraba su arma reglamentaria y diversa documentación.
Las detenciones son el resultado de un año de pesquisas en la sombra. La operación arrancó en agosto de 2016, cuando agentes intervinieron en Barajas una maleta con unos 45 kilos de cocaína en su interior. Se trataba de un equipaje que había llegado en un vuelo procedente de Sao Paulo (Brasil) y que hacía escala en Madrid antes de continuar su ruta hasta Bruselas (Bélgica).
'Modus operandi'
La forma en que viajaba la droga, distribuida en 50 paquetes forrados y no camuflada por otros elementos o en dobles fondos, hizo despertar las sospechas de la Guardia Civil. A ello se unía que en el avión no viajaba la persona que había facturado la maleta, lo que explica que aquella actuación se saldara sin detenciones.
Las indagaciones posteriores han permitido descubrir que las dos organizaciones de narcos utilizaban un original modus operandi. La banda enviaba a España una maleta facturada en origen y asociada a un pasajero que nunca llegaba a subirse al avión. Ya en Madrid, una mula la recogía con el camino previamente allanado por el agente ahora arrestado.
Según las fuentes, el cabo primero trataba de estar en servicio en el control de Aduanas de Barajas cuando llegaba el envío, lo que hacía que estos equipajes a menudo no se registraran. En el último año, la Guardia Civil se ha incautado de ocho maletas, desconociéndose cuántos bultos podrían haber entrado por el aeropuerto madrileño con anterioridad.
La operación policial ha incluido el arresto de otras 18 personas y la incautación de 60.000 euros y tres armas
En el curso de la investigación, los agentes han constatado que el cabo primero F.L.M.P. estuvo de excedencia durante unos años, periodo en el que estaba casado con la hija de una familia adinerada y disfrutaba de un elevado nivel de gasto. Separado ya, el funcionario habría entrado en contacto con las bandas de narcotraficantes tras conocer a una mujer de nacionalidad colombiana -su pareja actual y cuya identidad corresponde a las iniciales L.M.Z.G.- en un intento de mantener su tren de gasto.
Esa aventura ha terminado esta semana, cuando agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Guardia Civil lo detuvieron tras reunir indicios de su participación con organizaciones dedicadas al tráfico de drogas de Suramérica para la introducción de sustancias estupefacientes en España.
Hace cuatro años, el 16 de julio de 2015, Asuntos Internos de la Guardia Civil detuvo a un sargento y a un cabo del Cuerpo que se encontraban destinados en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas por supuesto tráfico drogas tras interceptarse una partida de cocaína que llevaba un ciudadano colombiano. Éste y dos dominicanos también fueron arrestados en aquella operación.
Se trata de la segunda detención de un guardia civil en lo que va de mes por vinculación con el narcotráfico. El pasado 3 de julio fue arrestado el jefe de la Policía Judicial en Algeciras, al que la juez envió a prisión sin fianza tras atribuirle delitos de revelación de secretos, omisión del deber de perseguir delitos, prevaricación y pertenencia a organización criminal.
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