Un grupo de opositores de la Guardia Civil ha pedido formalmente al tribunal de selección que anule la prueba de ortografía al entender que el cuestionario que tuvieron que responder los examinados el sábado 13 de julio fue "de mayor dificultad" que el presentado al día siguiente, lo que quebraría el principio de igualdad en el acceso a la Función Pública.
Bajo la dirección jurídica del despacho Legal Oposiciones, aspirantes a acceder a la escala de cabos y guardias de este Cuerpo han dado el primer paso presentando alegaciones tras publicar la Jefatura de Enseñanza el pasado 19 de julio el resultado provisional del proceso selectivo. De no prosperar esta reclamación tienen decidido formalizar un recurso de alzada -cuya resolución correspondería al director general de la Guardia Civil, Félix Azón- antes de decidir si recurren a los tribunales de lo Contencioso-Administrativo en caso de que también fuera rechazada su pretensión.
Este grupo de opositores sustenta su reclamación en un informe pericial encargado a un licenciado en Filología Hispánica especialista en corrección y edición -Antonio Martín Fernández, fundador de la Asociación Profesional de Correctores de España (Unico) y de la Asociación de Correctores de Textos en Español de EEUU- que concluye que la dificultad de la prueba ortográfica fue dispar según el día del examen.
Los opositores disponían de diez minutos para identificar en un cuestionario de diez preguntas qué palabras de las cuatro ofrecidas -identificadas con las letras A, B, C y D- eran correctas o incorrectas desde el punto de vista ortográfico, teniendo la consideración de respuesta errónea tanto la opción que se hubiera señalado siendo válida como dejar de marcar una palabra con falta.
Un informe pericial encargado a un filólogo concluye que el cuestionario del primer día era más difícil que el de la segunda jornada
En el caso del cuestionario del sábado 13, el perito considera que la corrección de las palabras 'dexcrecían', 'hazquirente' y 'embanecido' -al margen de 'javaque', anulada por el tribunal por tratarse de un error tipográfico y no una falta de ortografía- podía resultar "ambigua" por cuanto el examinado no sabía si bastaba con suprimir, cambiar o añadir una letra: las formas correctas sería 'decrecían', 'adquirente' y 'envanecido', lo que demuestra que cada propuesta presentaba más de un fallo.
"Con estas palabras no se está evaluando la competencia sobre una norma ortográfica concreta en una palabra, sino que puede tratarse de varios errores en una única palabra (como es el caso de 'hazquiriente')", detalla el informe de 'Valoración de la equidad en las pruebas de ortografía selectivas para el ingreso en los centros docentes de formación de la Guardia Civil para la incorporación a la escala de cabos y guardias', cuyo contenido ha avanzado El confidencial digital y que obra en poder de este diario.
El filólogo también llega a la conclusión de que la prueba del primer día fue "más compleja" que la segunda atendiendo al número de palabras "de escasa o rara frecuencia" deslizadas en ambos cuestionarios: nueve frente a cuatro. Como botón de muestra cita el caso de 'frange', con una aparición de cero por cada millón de palabras si se consulta la herramienta de análisis lingüístico de la Real Academia Española (RAE) denominada 'Enclave'.
"Mero azar"
En concreto, en el examen del día 13 aparecían nueve vocablos ('frange', 'sallal', 'javaque', 'avate', 'quincaya', 'halodio', 'hazquirente', 'virugi' y 'cierzo') y sólo cuatro al día siguiente: 'devla', 'brial', 'esclabina' y 'hatezada'. "Si tampoco puede recurrirse a la competencia lingüística para resolverlo, no hay modo fiable de evaluar si la decisión tomada por el opositor está basada en los conocimientos para los que se examina o se ha dejado al mero azar", argumenta.
El perito llama también la atención sobre el hecho de que no todos los ejercicios podían resolverse aplicando "reglas básicas", sino que el opositor tenía que recurrir a su competencia lectora para deducir si una palabra estaban bien escrita o por el contrario presentaba algún error. En este sentido, el examen del sábado contenía siete frases con problemas frente a las cuatro del cuestionario del domingo.
Los opositores defienden que la desigualdad de los exámenes quiebra el principio de igualdad
Por todo ello, Antonio Martín no tiene dudas de que los exámenes "no fueron equitativos" y de que la prueba de ortografía del primer día presentaba una "considerable diferencia" en cuanto a su complejidad en todos los factores analizados respecto a la presentada el domingo.
Estas conclusiones de parte encuentran respaldo en los resultados que arrojaron las pruebas. De los 10.081 aspirantes que resultaron no aptos en el ejercicio de ortografía, el 57 % (6.569) se había examinado el primer día y el 31 % (3.512) al día siguiente. La diferencia habla por sí sola.
Expresado en otras palabras, el 43,65 % de los 23.096 opositores que se presentaron finalmente a los exámenes -3.890 se habían inscrito y no acudieron y otros 12 fueron expulsados por no respetar las condiciones de la convocatoria- quedaron apeados por la prueba de ortografía. Otros 7.053 no superaron los ejercicios de inglés y de conocimientos, resultando aptos finalmente sólo 5.962 (el 25,81 %).
Recogida de firmas
El desarrollo de las oposiciones para ocupar las 2.210 plazas que la Dirección General de la Guardia Civil ha convocado este año en la escala de cabos y guardias ha generado un profundo malestar entre muchos de los aspirantes, que denunciaron el mismo fin de semana en que se llevaron a cabo las pruebas la dificultad dispar de los exámenes y el hecho de que academias de formación filtraran preguntas antes de que hubieran terminado de responder todos los opositores.
Esa indignación se ha canalizado a través de una masiva recogida de firmas por medio del conocido portal change.org para pedir a la Jefatura de Enseñanza de la Guardia Civil la impugnación del examen, sumando 8.879 adhesiones a última hora de la tarde de este miércoles. Según defienden, no anularse supondría "un grave perjuicio a la transparencia e igualdad del proceso".
Otros opositores, sin embargo, han mostrado su queja al entender que salen perjudicados los que habían superado el examen con la palabra ahora anulada -'javaque'- y con los otros vocablos cuestionados. "Han anulado la palabra 'javaque' pero no modificaron el número de respuestas correctas para aprobar, lo que ha determinado que personas con 11 fallos, previamente suspensos, pasen a estar aprobados en detrimento de aquellos que habían aprobado desde un inicio. Con esta decisión, los aspirantes del sábado con 39 palabras podían tener 10 fallos al igual que los del domingo con 40 palabras", expone.
¿Cuántos aspirantes pasan a la siguiente fase?
Un total de 5.962 opositores han aprobado las pruebas escritas, pero no todos pasarán previsiblemente a la siguiente fase: una prueba de resistencia (una carrera de un kilómetro de distancia), otra de velocidad (50 metros en pista con salida en pie), de natación de 50 metros, así como una de fuerza (un número determinado de flexiones, según el sexo).
Aspirantes han mostrado a este diario su malestar ante la posibilidad de que la Guardia Civil establezca un corte e impida que centenares de los opositores que han resultado aptos puedan continuar adelante en la puja por una de las 2.210 plazas ofertadas.
El tribunal de selección ha de publicar los resultados definitivos una vez atendidas las peticiones de revisión de las calificaciones en el plazo de tres días hábiles que preveían las bases de la convocatoria.
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