Cayetana Álvarez de Toledo se ha puesto en contacto con todos y cada uno de los diputados que conforman el Grupo Popular del Congreso para eliminar susceptibilidades internas y dejar claro que pretende contar con ellos una vez la legislatura eche a andar. Si bien el martes intervino en un acto interno del Grupo, presidido por Pablo Casado, en estos días ha querido hablar personalmente con sus señorías, tanto con quienes le apoyan y ven en ella la mejor de las designaciones posibles, como con aquellos que, incluso por origen geográfico, pueden compartir las reticencias de muchos barones territoriales hacia su persona, como es el caso de parte de los andaluces y de los gallegos.
A la nueva portavoz no se le escapa que su elección no ha sido del agrado de todos, que, de hecho, tanto en el partido como entre algunas baronías territoriales se presionó hasta el final para que Casado inclinara la balanza hacia un perfil más moderado como el de la logroñesa Cuca Gamarra. Por eso, lo primero que ha hecho la nueva portavoz al objeto de firmar una especie de armisticio interno ha sido expresar su disposición "a contar con todo el Grupo Parlamentario, al que va a repartir juego", afirma un parlamentario popular, quien cree que también ha hecho "un ejercicio de humildad, de que nos necesita".
Ha hecho "un ejercicio de humildad, de que nos necesita", dice un diputado
Quiere que "debatamos y discutamos mucho" por entender que el consenso "sólo puede nacer de ese intercambio de ideas" y que el Grupo Popular entre en todos los debates, desde los más políticos, como el de la respuesta el desafío independentista, a los de corte más social para no dejarse comer terreno ni discurso por otros partidos. Todo ello sin perder de vista a Ciudadanos, formación de la que llegó a ser votante, cuyo objetivo es convertirse en la referencia del bloque del centro-derecha español.
En definitiva, les ha pedido "plantar batalla y tener un discurso bien armado" con un grupo "vivo" en el que todos van a tener un papel que jugar en las comisiones parlamentarias, cuyos trabajos deben coordinar desde la dirección del Grupo Parlamentario. Álvarez de Toledo tendrá de mano derecha en el Congreso al canario Guillermo Mariscal en calidad de secretario general del mismo; de secretaria general adjunta a Isabel Borrego y de portavoces adjuntos a Carlos Rojas (Constitucional), Mario Garcés (Economía), Marta González (Social) y Sandra Moneo (Sectorial). Macarena Montesinos será coordinadora de comisiones y tesorero José Igancio Echániz.
El "duelo" Calvo-Álvarez de Toledo
Aunque los grandes debates parlamentarios los protagonizará su jefe de filas, Pablo Casado, Álvarez de Toledo no tendrá un papel mucho menor como portavoz del primer grupo de la oposición. En caso de que haya Gobierno antes del 23 de septiembre, a ella le corresponderá confrontar con quien ocupe la vicepresidencia del nuevo Ejecutivo, muy probablemente Carmen Calvo. Hay que recordar en este sentido los encontronazo que protagonizaba una de sus antecesoras en el cargo, Soraya Sáenz de Santamaría, con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, hasta el punto de que llegaron a tener más interés informativo que el intercambio entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en las sesiones de control al Ejecutivo.
A la directa predecesora de Álvarez de Toledo, Dolors Montserrat, le tocó medirse con Carmen Calvo una vez prosperó la moción de censura, aunque tras unos tropiezos iniciales de la popular, no tuvieron mucho tiempo para confrontar. Montserrat, que fue desplazada de la candidatura barcelonesa, ha sido nombrada portavoz del PP en el Parlamento Europeo, con Esteban González Pons de secretario general, la ex ministra Pilar del Castillo de portavoz adjunta y Pablo Arias de Tesorero.
También tendrá protagonismo fuera del Parlamento
De la más estrecha confianza de Pablo Casado, Álvarez de Toledo tendrá además un destacado protagonismo fuera de las paredes del Palacio de la Carrera de San Jerónimo. Buena muestra de ello fue su presencia este jueves en la sesión de investidura de la socialista María Chivite en la Comunidad Foral Navarra. Epicentro del penúltimo enfrentamiento del PP con Pedro Sánchez y uno de los argumentos propiciatorios para justificar la negativa a una abstención con que facilitar la investidura del inquilino de la Moncloa, Génova dejó en manos de su portavoz parlamentaria el peso a la reacción de lo que consideran la "traición" de los socialistas.
Pedro Sánchez "llegó al poder con la abstención de Bildu" y este jueves María Chivite "consuma esa traición", dijo la dirigente popular. "La novedad importante, ahora que se habla mucho de homenajes públicos al mundo de ETA, es este homenaje público que hoy se rinde aquí a ese mundo de ETA", para agregar que el presidente del Gobierno en funciones "anexiona Navarra a la indignidad". Y es más, ha exigido a Sánchez que "se ahorre todos los simulacros de pedir la abstención del constitucionalismo con sus planes", justo en el momento en que ha anunciado una enésima ronda de contactos, parece que ésta telefónica, para volver a reclamar a Casado y al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que se abstengan.
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