EEn Moncloa y en Ferraz confían en que no habrá elecciones el 10 de noviembre. En los cuarteles generales de Pedro Sánchez reina la convicción de que las discrepancias internas en Unidas Podemos obligarán a Pablo Iglesias a cambiar de opinión y negociar un acuerdo programático a cambio de la investidura, en vez de exigir una coalición de gobierno.
A pesar de ese convencimiento, en el caso en que Iglesias volviera a enrocarse, los socialistas no tienen ningún temor por una posible repetición electoral. “El PSOE está en su mejor momento. Ni tras la moción de censura ni con el 'Gobierno bonito' estuvimos tan bien”, explican fuentes de la dirección, que aseguran que Sánchez está confiado y tranquilo antes de irse de vacaciones un par de semanas.
Las encuestas internas que manejan sitúan al PSOE en los 150 escaños y vaticinan el hundimiento total de Podemos, con 16 diputados y superados por el proyecto de Íñigo Errejón, con una veintena, si finalmente decidiera presentarse a los comicios. Los sondeos también apuntan a que el PP recuperaría tres puntos, situándose en la horquilla del 20%, a costa de Vox y de Ciudadanos, que también bajarían sus resultados.
Los datos que baraja el equipo del presidente son menos halagüeños que el barómetro electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de julio, publicado el martes. Según el estudio dirigido por el socialista José Félix Tezanos, el PSOE lograría un 41,3% de los votos si se celebrasen ahora los comicios. Le seguiría el PP con el 13,7%; Unidas Podemos con el 13,1% y en cuarto lugar Ciudadanos con el 12,3%. En el apartado de intención de voto directo, que recoge la respuesta espontánea de los entrevistados antes de ser tamizada por la 'cocina' sociológica, la diferencia del PSOE respecto al PP alcanza los 30 puntos.
Tras esa encuesta, desde Moncloa destacaron que el 21,4% de los electores valora bien o muy bien la gestión del gobierno del PSOE frente a otras posibilidades. Un 46,9% considera que el PP lo haría peor, un 45,5% que Ciudadanos sería peor opción y un 45,5% que Podemos gestionaría peor el Gobierno.
Pedro Sánchez es el líder mejor valorado (4,6 sobre 10) según el CIS, a mucha distancia de Albert Rivera (3,4), Pablo Iglesias (3,3), Pablo Casado (3,1) o Santiago Abascal (2,3). Al 30,7% de los encuestados le inspira mucha o bastante confianza, más del doble que el líder de la oposición, Pablo Casado (12,6%). Pedro Sánchez también es el preferido para presidir el Gobierno (36,5%), a mucha distancia de Rivera (10,5%), Casado (10%), Iglesias (8,8%) o Abascal (3,6%).
El PSOE se mantiene líder en intención de voto y 3 de cada 10 encuestados responden espontáneamente que votarían socialista si mañana se celebraran elecciones. Suponen un 41,3% de los votantes que tienen decidido el voto.
Por ese motivo, Sánchez y su Gobierno han puesto en marcha el relato de que el bloqueo de su investidura se debe, en buena parte, a un fallo del sistema que obligaría a repetir elecciones. En esa estrategia se enmarca su propuesta de modificar el artículo 99 de la Constitución que regula el proceso."Resulta evidente que el artículo 99 de nuestra Constitución debe ser actualizado conforme a la nueva realidad parlamentaria. Los ciudadanos no deben sufrir nunca más la amenaza de una nueva repetición electoral", aseguró durante el debate de investidura.
El artículo 99 es el que regula el procedimiento de investidura del presidente del Gobierno de España. Establece que el Rey se reúna con los representantes de todos los partidos con representación parlamentaria tras las elecciones generales y proponga un candidato a la Presidencia. Una vez designado, el candidato debe exponer su programa de gobierno en el Congreso de los Diputados, en la conocida como sesión de investidura, y debe recibir el apoyo de la Cámara. Si en la primera votación logra la mayoría absoluta, será nombrado presidente. De lo contrario, se celebrará una segunda votación 48 horas después, en la que bastará la mayoría simple para ser investido. Si fracasa, se pueden seguir presentado propuestas hasta que hayan transcurrido un máximo de dos meses, momento en el que deberán disolverse las Cortes y convocar nuevamente elecciones.
Sánchez quiere modificar esa segunda parte para que pueda ser elegido el candidato más votado. Al repetir esta propuesta en los medios de comunicación, el candidato socialista pretenda que cale el mensaje de que su investidura no es posible no por su incapacidad para recabar apoyos, sino por un defecto del sistema.
Sin miedo a la abstención
Con estos datos en su poder, Sánchez no teme la desmovilización del electorado progresista, como advierten algunos analistas. En Moncloa aseguran que los ciudadanos entenderían la repetición electoral como “una segunda vuelta” de unas elecciones presidenciales que consolidarían al candidato favorito, en este caso el socialista.
El propio presidente ha explicado en diversas ocasiones su convicción de que no hará desmovilización electoral. En su entrevista en la Sexta, el periodista Antonio García Ferreras le preguntó expresamente por ese temor de la izquierda. “Presidente, se da cuenta de que esas elecciones anticipadas pueden hacer que el desencanto respecto a la política se profundice, caiga como un mazazo, en mucha ciudadanía y, fundamentalmente, en la izquierda, que va a decir “¿Cómo no se ponen de acuerdo? ¿De nuevo elecciones anticipadas? Ya hemos votado”, inquirió.
“Vamos a ver, yo comparto, efectivamente, algo que es un hartazgo generalizado. No tiene ningún sentido que hayamos votado no sólo una vez, sino dos veces, el 28 de abril y el 26 de mayo, y el veredicto de las urnas ha sido inapelable. Quieren que el Partido Socialista gobierne. Es la primera fuerza política. Es más, en las elecciones del 26 de mayo, en las elecciones europeas, el Partido Socialista obtuvo no un 28% que es lo que obtuvo el 28 de abril, obtuvo más de un 30%, un 31%. Es decir, que ese respaldo electoral por parte de la sociedad española es incluso hasta más inapelable”, explicó.
“Ahora bien, yo discrepo. Si la ciudadanía española se ve abocada desgraciadamente por la irresponsabilidad y el bloqueo de algunas formaciones políticas a unas elecciones, participará.
Los ciudadanos votan para que haya Gobierno, eso es lo que quieren”, añadió, antes de repartir las culpas.
“Lo que no puede aceptarse es que esos partidos políticos digan no a la única forma de Gobierno que es una liderada por el Partido Socialista. El señor Iglesias porque no está dentro del Gobierno. Y el Partido Popular y Ciudadanos porque consideran que no se puede votar al Partido Socialista, al menos, facilitar la constitución de un Gobierno. Pues mire, yo, señor Ferreras yo puedo hacer mucho. De verdad, yo me he reunido hasta en cinco ocasiones Iglesias, ya le he dicho que, bien, que personas de Podemos puedan entrar en el gobierno ¿Qué más puedo hacer? Yo tengo que preservar el interés general de mi país. Tengo también que ser consciente de cuáles son los desafíos que tenemos por delante. Algo de generosidad por parte del resto de actores políticos, honestamente, creo que sería muy bueno no solamente para el país sino también para ellos mismos y sus perspectivas electorales”, explicó.
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