La última aparición televisiva de uno de los máximos dirigentes de Podemos se produjo el 29 de julio: el responsable del equipo negociador Pablo Echenique compareció ese día en La Sexta y Cuatro. La última comparecencia pública de alguien de la cúpula morada la protagonizó el propio Echenique dos días después en Zaragoza, con ocasión de la formación del pentapartito en Aragón presidido por Javier Lambán, del PSOE.
Desde entonces, silencio. Se han visto intervenciones esporádicas en televisión de diputados de Unidas Podemos como Yolanda Díaz, que milita en Izquierda Unida de Galicia, pero no de aquellos altos cargos que pertenecen a la primera línea, al férreo y reducido círculo que rodea a Pablo Iglesias e Irene Montero.
Tras la investidura solo ha comparecido Echenique en dos ocasiones
La comunicación morada podría resumirse telegráficamente de la siguiente manera: Echenique en Twitter. Un sigilo inducido desde arriba que llega en un momento de máxima "provocación del PSOE a Podemos para dinamitar el Gobierno de coalición", en palabras de una diputada de Unidas Podemos. El último acto de desdén del equipo de Pedro Sánchez se dio este mismo viernes: en vez de estar negociando, el presidente en funciones va a disfrutar de vacaciones y retrasa la reunión con Podemos "a finales de agosto o principios de septiembre". Primero Compromís, luego PNV y los morados para el final.
"Tras las municipales y autonómicas, Pablo Iglesias reunió a todo el grupo", cuentan testigos. "Les avisó que se tomaran con filosofía y sosiego las negociaciones y les dijo que hasta septiembre no habría ninguna oferta en serio del PSOE. Que hasta entonces todo serían fuegos de artificio. Habló de agotar hasta el último minuto". Las fuentes zanjan que "todo se está cumpliendo" de acuerdo con el guión previsto por el secretario general. "Pero nadie es adivino", agregan. "Ni siquiera Iglesias sabe lo que ocurrirá".
Iglesias advirtió en mayo a su equipo que hasta septiembre solo habría "artificios"
Los 42 diputados de Unidas Podemos improvisan estos días sus vacaciones ante la expectativa de un posible acuerdo que no va a producirse en agosto. El retraso a finales de mes o comienzos del que viene de las reuniones por parte de Sánchez acerca más al país a la repetición electoral, pero al menos concede un respiro a sus señorías en pleno estío, sin el temor de tener que regresar a Madrid atropelladamente a votar una investidura. No sucederá, y la prueba del resuemor es que PSOE y Podemos llevan sin contactarse casi 20 días.
"La posición más inteligente que podemos adoptar es callarnos", explica otro diputado. "Estuvimos a punto de cerrar un acuerdo hace 15 días. Y sobre esa base deberíamos seguir negociando. Pero en vez de eso tenemos a un presidente en funciones hablando de un gobierno progresista mientras le pide a la derecha que se abstenga para gobernar, o reuniéndose con colectivos en vez de con partidos. ¿Qué quiere Sánchez?".
PSOE y Podemos llevan sin contactarse casi 20 días
La semana que concluye ha sido hiperactiva para el partido socialista, que insiste a quien puede en su vía a la portuguesa; para la negociación sin embargo ha sido una semana fatífica, de mal en peor camino de unas elecciones que en teoría nadie quiere. El lunes el responsable de Coordinación Territorial del PSOE, Santos Cerdán, todavía calificaba a Podemos de "socio prioritario". El martes la presidenta del partido, Cristina Narbona, indicaba en un acto que el Gobierno estaba "explorando otras posibilidades" distintas al acuerdo de coalición. El miércoles, Echenique tuiteaba: "O me quedo con el 100% del poder teniendo el 29% de los votos y el 35% de los escaños o llevo a España a elecciones de nuevo".
Una semana fatídica
El jueves la vicepresidenta Carmen Calvo arremetía contra la cuenta de Twitter del negociador de Podemos, denunciando que las publicaciones de Echenique "no ayudan nada" y que varias de ellas eran "exabruptos" al Gobierno y al PSOE. La vicepresidenta además nunca pierde ocasión de recordar los "140 años de historia" de su formación, especialmente estos días de calma chicha tras la tempestad vivida a finales de julio.
Parece que a Carmen Calvo no le gustan mis tuits.
A mí lo que no me gusta es que Sánchez dijese que, si Pablo Iglesias daba un paso a un lado, el gobierno de coalición estaba ya hecho y que eso fuese una mentira y una excusa más.
Seguimos esperando una negociación seria. pic.twitter.com/lVbp4FTbm0
— ᴘᴀʙʟᴏ ᴇᴄʜᴇɴɪQᴜᴇ 🇪🇸 (@pnique) August 8, 2019
Echenique respondió a Calvo inmediatamente: "Parece que a Carmen Calvo no le gustan mis tuits. A mí lo que no me gusta es que Sánchez dijese que, si Pablo Iglesias daba un paso a un lado, el gobierno de coalición estaba ya hecho y que eso fuese una mentira y una excusa más. Seguimos esperando una negociación seria".
Ni mesas sectoriales, ni pactar las discrepancias, ni la relación con la prensa ni nada"
El viernes llegó la estacada mortal, el anuncio del PSOE de que se reunirá con Podemos no antes de finales de mes: "Si Sánchez nos presenta una propuesta en septiembre y nos aboca a negociar hasta el último segundo, la cosa tiene muchas opciones de torcerse", declara un cargo electo. "Para una negociación programática hay que diseñar mesas sectoriales, un comité de seguimiento, unas mínimas discrepancias tolerables y pactar cómo van a ser las relaciones con la prensa. Finalmente, hay que hablar por supuesto de cargos, la mejor garantía para hacer cumplir lo pactado".
Pero con tan poco tiempo para discutir, "no se trabaja por crear un pequeño espacio de respeto sin filtraciones", añade este diputado. "Cualquier gesto, comentario o malentendido puede dar al traste con la negociación". A puerta cerrada, Sánchez no transmite confianza en el pacto de coalición. Ha reconocido a algún colectivo progresista con los que se ha reunido estos días que, de seguir las cosas como están, España está abocada a la reedición electoral.
IU trata de paliar la división interna enmendando su comunicado del 26 de julio
La guerra de posiciones lleva más de dos semanas enrocada. El diálogo es hoy una opción ignota porque las vías para retomarlo se hallan obturadas. El único voto favorable conseguido por el Gobierno es el del Partido Regionalista Cántabro.
IU, que forma parte de Unidas Podemos, ha enmendado el comunicado del 26 de julio que pedía votar a favor de un Gobierno programático. "El comunicado de IU se ha utilizado por el PSOE haciendo énfasis en que IU abandonaba la propuesta de construir un gobierno de coalición", declaraba esta semana el diputado Enrique Santiago en Cuarto Poder. Si la izquierda no vira su estrategia, con seguridad habrá comicios en noviembre.
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