Telefónica entra de lleno en un nuevo negocio. La operadora ha alcanzad un acuerdo para comprar el 50% del negocio de alarmas en casa de Prosegur en España por 300 millones de euros. La operación es un paso más en la estrategia de diversificación y nuevas actividades emprendida por la teleco, pero además puede acabar teniendo un calado estratégico mucho mayor por su impacto en su propio accionariado.
Y es que Telefónica se ha guardado la opción, a su libre elección, de pagar esos 300 millones total o parcialmente con acciones de su autocartera. Esto es, la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete tiene en su mano dar entrada a su accionariado a Prosegur con una participación que, según la cotización de ayer, rondará el 0,85% del capital de la operadora.
Un paquete que representaría cerca de dos tercios de la actual autocartera en manos de Telefónica, representativa del 1,269% del capital, según los registros de la CNMV. Un paquete, además, que convertiría virtualmente a Prosegur en uno de los accionistas de referencia de la teleco.
Un nuevo accionista, grupo industrial y no financiero, compañía española y con vocación de permanencia en el accionariado por la alianza industrial en ciernes. Características que en los mentideros del mercado colocan a Prosegur como un potencial accionista estable de Telefónica, aunque muy lejos de las grandes participaciones del 6,9% DE BBVA, del 5,22% del fondo Blackrock o del 5,02% de Caixabank.
La entrada de Prosegur en el capital de Telefónica se da por segura (“Con este acuerdo damos la bienvenida como socios y futuros accionistas a la empresa líder en seguridad”, ha llegado a apuntar el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá) y se produce en un momento en que la dirección de la teleco busca dar forma a un plan para sostener su valor en bolsa.
Telefónica trabaja para impulsar el precio de sus acciones después de que el pasado agosto cayera hasta niveles mínimos desde 1997, por debajo de los 6 euros por título. Aunque el valor en bolsa se ha recuperado en las últimas sesiones (ayer cerró a 6,7 euros), la compañía aún acumula una caída del 5,8% en lo que va de año.
Como parte de ese plan, Telefónica anunció la pasada semana la puesta en marcha de un nuevo plan masivo de bajas voluntarias para mayores de 53 años, al que prevé que se apunten entre 2.800 y 3.000 empleados en apenas un mes y al que destinará provisiones en 1.600 millones de euros. Y, en paralelo, el consejo de administración de la compañía también ha confirmado que estudia diferentes fórmulas para vender, o al menos monetizar con otras fórmulas, su red de 50.000 torres de telefonía.
La alianza Telefónica-Prosegur busca desarrollar el negocio de alarmas en España con nuevas aplicaciones tecnológicas y aprovechando la enorme base de clientes de 5 millones de usuarios de la operadora. Telefónica ha estado sellando en los últimos meses alianzas con grandes socios para entrar en nuevos negocios, como el impulso a la actividad de préstamos al consumo junto a Caixabank o las oportunidades que explora en el sector de los seguros con BBVA Y Santa Lucía.
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