"Mándale la foto y ponle: 'Felicidades desde la casa del tío Paco'", le dice un hombre a su hija.
Es sábado, son las 12:30 del medio día y el Valle de los Caídos, la "casa de Paco" para algunos, se llena de gente. El parking está a rebosar y decenas de personas hacen cola para entrar a la basílica en la que está enterrado Francisco Franco. Quizás sea una de las últimas oportunidades de visitar la tumba del dictador en este enclave, si es que el PSOE cumple finalmente el plan de exhumarlo de El Escorial.
"Yo no había visto esto así de lleno nunca", cuenta Juan, que desde hace meses va todos los fines de semana al Valle de los Caídos. "Ha sido anunciar otra vez que lo van a exhumar y ¡pum! esto se llena de gente", añade. "Pero no lo van a conseguir. De aquí Franco no se va a mover, no le van a sacar".
Prácticamente la totalidad de las personas consultadas por El Independiente que paseaban por las instalaciones se oponían firmemente a la exhumación de Franco, uno de los ejes de la campaña electoral del PSOE de Pedro Sánchez. Apenas una pareja, suizos, se mostró a favor de la idea del líder socialista.
"Creo que está bien que saquen los restos de Franco de aquí, pero que no se pierda este monumento, por favor", asegura el hombre en inglés. "Este sitio se debería convertir en un monumento a cómo ha superado España el franquismo y cómo se ha transformado. Si se echa la vista atrás, el país ha avanzado muchísimo".
Cifras de récord en 2019
Situado a unos 50 kilómetros de Madrid capital, el Valle de los Caídos ha recobrado la vida desde que el PSOE se propuso sacar el cuerpo de Franco. Patrimonio Nacional, que gestiona ‘temporalmente’ el complejo desde 1982, explicó en marzo a este diario que el complejo recibió durante el pasado año 378.875 visitantes, cifra que representa un incremento del 33,75 % en relación con 2017. Tras el descenso registrado en 2014, cuando se contabilizaron 18.754 visitantes menos que en 2013, es el cuarto ejercicio consecutivo con subidas tras los 254.059 de 2015, los 262.860 de 2016 y los 283.277 de 2017.
Y este 2019 va camino de récord también. En los primeros seis meses del año, el número de entradas vendidas para acceder al conjunto monumental creció un 53 % (de 115.408 a 177.109 personas). "Yo llevaba sin venir cinco o seis años y ahora he venido expresamente desde Barcelona", explica un hombre en la puerta de la Basílica. "Y creo que mucha gente viene como respuesta a las ideas de Pedro Sánchez".
"No soy partidaria de que saquen a Franco. Que cada uno esté en su sitio", añade una señora que ha ido a pasar el día al Valle de los Caídos con amigos. "A los muertos hay que dejarlos como están. Lleva muerto desde 1975 y el Gobierno tiene cosas más importantes de las que ocuparse", dice otro señor mientras la gente se saca foto tras foto con la gigantesca cruz de fondo. Incluso un niño posa para una foto con el brazo en alto, haciendo el saludo fascista, mientras su padre le saca una foto delante de una de las enormes esculturas del águila que adornan el edificio. "Venga, vamos dentro a que veas la tumba y nos vamos a comer".
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