Partidos y entidades independentistas se preparan para reaccionar a la sentencia del procés, que prevén condenatoria y contra la que habrá protestas inmediatas, movilizaciones sostenidas en el tiempo y acciones de desobediencia civil. Estos son sus planes de respuesta civil y política:

ANC

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha sido la organizadora de las grandes manifestaciones independentistas desde 2012, aunque ha ido perdiendo protagonismo en los últimos tiempos, por sus fricciones con los partidos soberanistas y por el surgimiento de otros factores de movilización, como los Comités de Defensa de la República (CDR).

Aun así, la ANC desempeñará un papel central en las movilizaciones postsentencia, que ya ultima y que comprenden diferentes fases:

- Movilización "inmediata" nada más conocerse la sentencia. La ANC quiere una respuesta "espontánea" de la gente, a la que emplaza a bajar a la calle a "hacer ruido" en señal de protesta o a parar el coche y hacer sonar el claxon. Además, propone una pegada masiva de carteles en las calles para reivindicar la independencia.

- Concentraciones a las 20.00 horas el día de la sentencia. A través de las redes sociales, la ANC y Òmnium Cultural convocarán movilizaciones en diferentes puntos de Cataluña.

- Marchas por la libertad. También conjuntamente con Òmnium, la ANC prevé que el miércoles posterior a la sentencia se inicien cinco marchas a pie desde Girona, Vic, Berga, Tàrrega y Tarragona, en dirección a Barcelona, que pueden colapsar la red viaria catalana durante tres días. Para completar los recorridos, se plantean etapas de unos 20 kilómetros, hasta llegar a Barcelona el viernes, justamente el día en que hay convocada una huelga general.

ÒMNIUM CULTURAL

La expectación en Òmnium Cultural ante la sentencia es máxima, ya que su presidente, Jordi Cuixart, es uno de los procesados que espera veredicto, tras casi dos años de prisión preventiva.

La entidad, a diferencia de la ANC, ha cultivado sus relaciones más allá de los actores independentistas, en busca de apoyos más transversales en defensa de los "derechos civiles y políticos", y algunos de sus actos han congregado a los comunes y los sindicatos.

Por ahora, Òmnium ha convocado movilizaciones conjuntamente con la ANC, como las concentraciones del día que se publique la sentencia o las llamadas Marchas por la libertad.

TSUNAMI DEMOCRÀTIC

Surgida en agosto de este año, con llamamientos a la desobediencia civil pacífica que habitualmente propugna, entre otros, el propio Cuixart, la plataforma Tsunami Democràtic pretende encauzar las protestas posteriores a la sentencia recurriendo al poder movilizador de las redes sociales.

La plataforma, cuya dirección se mantiene en secreto, acumula ya más de 61.000 seguidores en Twitter y más de 107.000 suscriptores en su canal de Telegram, a través del que lanzará sus llamamientos a la movilización, insistiendo en que sea pacífica, sin caer en imágenes como las protagonizadas en ocasiones por los CDR.

En las últimas semanas, activistas de Tsunami Democràtic han ocupado sucursales bancarias y sedes de empresas del Ibex-35 y, de cara al día de la sentencia, la plataforma ha animado a sus suscriptores a prepararse para salir de casa o de su trabajo con "una radio, calzado cómodo y comida y agua para pasar un día" fuera.

También ha llamado a los estudiantes a "vaciar las aulas" de las universidades y a sumarse a las columnas de manifestantes que salgan de cada campus.

CDR

Con una estructura igualmente oculta tras el anonimato, pero mucho más anarquizante y descentralizada, los CDR siguen activos aunque en las últimas semanas, a raíz del encarcelamiento de siete activistas por preparar presuntamente acciones terroristas, sus movilizaciones parecen haber perdido fuelle.

Sigue siendo una organización atípica, sin cabezas visibles, e incómoda para el independentismo oficial, que la identifica como el eslabón incontrolable del movimiento soberanista, que puede agrietar el relato de la no violencia y que en el último año ha protagonizado varios choques con los Mossos d'Esquadra.

De momento, los CDR ya han anunciado su adhesión a las Marchas por la libertad, bajo el lema "Comienza la revuelta".

GOVERN

Al margen de las manifestaciones ciudadanas, la atención política cuando se dé a conocer la sentencia estará enfocada también en la respuesta institucional que ofrezca el Govern de Quim Torra.

El presidente de la Generalitat ya ha avanzado que la respuesta deberá solemnizarla el Parlament -aunque no ha querido anticipar su concreción- y ha avalado abiertamente la "desobediencia civil".

Ha habido un intenso debate interno en JxCat y ERC, los dos socios del Govern, sobre si hay que contemplar también la desobediencia institucional -a riesgo de que el Estado aplique de nuevo el artículo 155 de la Constitución-, si hay que convocar elecciones en clave "referendaria" o si cabe considerar otras opciones.

PARLAMENT

Las fuerzas soberanistas planean la convocatoria de un pleno específico en el Parlament para acordar una respuesta que, según Torra, debe pasar por "la democracia, los derechos humanos y el derecho a la autodeterminación".

En el debate de política general de finales de septiembre, el pleno del Parlament aprobó una resolución de la CUP -con apoyo de JxCat y ERC- en la que se reivindicaba la "legitimidad de la desobediencia civil e institucional" para defender "derechos civiles, políticos y sociales". El Parlament también aprobó resoluciones en defensa de una amnistía para los condenados.

Desde los ayuntamientos catalanes, los partidos independentistas también promoverán iniciativas para reaccionar a la sentencia.

CONSTITUCIONALISTAS

Desde Ciudadanos, el PSC y el PPC se sigue con expectación los movimientos previos a que se emita la sentencia y se insiste en emplazar al Govern y a los responsables políticos de los Mossos d'Esquadra a garantizar los derechos no solo de quienes se manifiesten sino también de los que no se sumen a las protestas.

Societat Civil Catalana (SCC) ya ha advertido de que el constitucionalismo responderá con una "ola tranquila de transformación y apertura" al "tsunami de insurgencia" del independentismo tras la sentencia del procés.

Sus precedentes son las multitudinarias manifestaciones por la unidad de España de los días 8 y 29 de octubre de 2017 en Barcelona, en plena aceleración independentista tras el referéndum unilateral del 1-O.

LOS COMUNES

Catalunya en Comú Podem busca mantener un perfil propio, rechazando el juicio del procés, denunciando el recorte de "derechos y libertades" por parte del Estado y apoyando la autodeterminación, pero a la vez distanciándose de JxCat, ERC, la CUP y la ANC en su defensa de la independencia.

Los comunes tendrán su propia agenda reivindicativa cuando se conozca la sentencia y se unirán a aquellas movilizaciones que realmente consideren transversales, en defensa de los derechos civiles y políticos.

SINDICATOS

Los sindicatos independentistas Intersindical-CSC y Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC), de carácter minoritario, han convocado una huelga general en Cataluña para el 18 de octubre, previendo que el Supremo ya habrá emitido su sentencia.

No se han sumado a ella los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, que mantienen una posición parecida a la de los comunes, de apoyo a los derechos civiles y políticos pero también procurando no mezclarse con los lemas independentistas.

INTERNACIONALIZACIÓN

El independentismo quiere que las protestas contra la sentencia tengan eco internacional y muevan a la opinión pública de los países europeos y a sus gobiernos a dar un toque de atención a España.

Las entidades soberanistas promoverán concentraciones en aquellos países donde tengan bases y estructura organizativa.

El Govern también hará campaña de denuncia ante ejecutivos e instituciones internacionales. De hecho, Torra y el conseller de Acción Exterior, Alfred Bosch, se reunieron este martes con los delegados de la Generalitat en el exterior para preparar las acciones y los mensajes a difundir después de la sentencia.