El ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha comparecido este lunes para valorar la histórica sentencia del Tribunal Supremo que ha condenado a los líderes del proceso independentista de Cataluña por los delitos de sedición.

Desde Bruselas, el ex líder soberanista ha calificado la decisión judicial de "represión" y "venganza" y ha hecho un llamamiento a "independentistas y no independentistas" para "responder con más fuerza que nunca" a lo que ha considerado "un abuso y una arbitrariedad impropios de un estado de derecho". "No hay operación de propaganda que pueda tapar tanta vergüenza", ha zanjado.

Puigdemont ha comparecido a la espera de ser detenido después de conocerse la decisión del juez Pablo Llarena de reactivar la euroorden contra él, huido en Bélgica desde hace casi dos años. La Fiscalía de Bruselasya ha recibido el documento de las autoridades españolas por la cual se reactiva la orden de detención.

El auto recuerda que si la sola imputación fue propiciatoria de la huida de algunos de los presuntos responsables y justificaría por sí misma la orden de detención europea, las condenas pronunciadas contra los encausados que no han huido propicia el riesgo de que a partir de ahora los prófugos busquen reforzar su huida refugiándose en países que no formen parte de la Unión Europea y, por tanto, que no hayan asumido el compromiso de cooperación que rige en la Unión.

En el discurso del ex presidente de la Generalitat no ha habido referencia alguna a esa orden de detención, si bien se ha centrado en cargar contra el Estado español, al que ha acusado de abrir "un nuevo tiempo en el que el ejercicio de los derechos y las libertades será duramente restringido".

Las condenas del Supremo

La sentencia del procés comunicada este lunes a los condenados castiga al ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras como líder del procés a 13 años de prisión por sedición en concurso medial con malversación, así como le inhabilita para cargo público, aunque sea electivo, durante 13 años.

Por los mismos delitos condena a los ex consejeros Jordi Turull, Raül Romeva y Dolors Bassa, a los que impone penas de 12 años de prisión y 12 de inhabilitación absoluta. Los ex consejeros Joaquim Forn y Josep Rull han sido condenados a 10 años y 6 meses de prisión y el mismo tiempo de inhabilitación absoluta por el delito de sedición, el tribunal les exime de la malversación.

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha sido condenada también por un delito de sedición a 11 años y 6 meses de prisión y el mismo tiempo de inhabilitación absoluta. Los líderes de ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, han sido condenados a 9 años de prisión y 9 de inhabilitación absoluta por el delito de sedición.

Los tres ex consejeros Santiago Vila, Meritxell Borrás y Carles Mundó son los únicos que no reciben penas de prisión. Han sido condenados a multas de 60.000 euros e inhabilitlación especial para el ejercicio de cargos públicos electivos por un delito de desobediencia durante 1 año y 8 meses.