El Gobierno ha ordenado el cierre de la basílica del Valle de los Caídos este domingo a las 14 horas y ha ordenado que ya no acceda nadie a su interior -ni siquiera los monjes benedictinos- hasta que terminen los trabajos de exhumación y traslado de los restos de Franco.

Ésta es la comunicación que ha trasladado la dirección de Seguridad de la Delegación del Gobierno en Madrid al prior de la abadía de Cuelgamuros mediante un whatsaap, según han confirmado a este diario fuentes de la comunidad religiosa. La clausura se ha acordado para "preservar las medidas de seguridad necesarias", justifican.

La iglesia permanecerá sin ofrecer culto al menos hasta que se complete el traslado y se restituya el enlosado sobre el hueco que se habilitó en el presbiterio -entre el altar mayor y el coro- para introducir el ataúd con los restos del dictador. La Delegación del Gobierno en Madrid no descarta alargar la clausura unos días más por "cuestiones técnicas y de prevención de riesgos laborales".

El aumento de la restricción en el acceso al complejo ha impedido que unas 300 personas que tenían reserva para comer en la hospedería hayan podido hacerlo, según se han quejado los responsables de este establecimiento hotelero a través de las redes sociales.

La exhumación del cuerpo embalsamado del dictador es inminente, como demuestra el hecho de que ha empezado a llegar al Valle de los Caídos maquinaria pesada que se empleará previsiblemente en la retirada de la losa de tonelada y medio de granito que tapa el féretro de Franco desde el 23 de noviembre de 1975. También se ha instalado una antena de telefonía móvil -por parte de Movistar- para dar cobertura al templo.

La clausura temporal de la basílica se ha llevado a cabo después de que se haya podido celebrar la misa de las 11 horas, oficio diario -excepto los lunes, cuando el complejo permanece cerrado- que es cantado por los niños que integran la escolanía.

El Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez trabaja con la previsión de materializar el traslado de los restos de Franco entre el martes y miércoles próximos. El Gobierno se ha comprometido con los nietos del dictador a comunicarles con al menos 48 horas de antelación la fecha en que se consumará la exhumación, como ha reiterado este mismo domingo.

Comienza a llegar al Valle de los Caídos la maquinaria pesada que se empleará en la maniobra de desenterramiento

En la última semana, la familia Franco han mantenido diversas reuniones con representantes del Gobierno para perfilar el acto de exhumación. Los nietos del dictador han pedido que se le rindan al féretro honores militares de ordenanza en el momento en que se lleve a cabo la inhumación en cumplimiento de lo que establece el Reglamento de Honores Militares, a lo que no ha accedido el Ejecutivo.

Los familiares también querían que el ataúd fuera envuelto con la bandera -preconstitucional- con la que fue enterrado, posibilidad también rechazada por Moncloa. El Gobierno, igualmente, se ha opuesto a que el féretro sea cubierto por una bandera de España incluso sin escudo.

Antena móvil ya instalada en el Valle de los Caídos.

Lo que sí se llevará cabo es una ceremonia religiosa en el cementerio de el Pardo-Mingorrubio, ya previsto en el acuerdo por el que el Consejo de Ministros acordó el pasado 15 de marzo el traslado de la momia del dictador a ese emplazamiento.

El helicóptero, pendiente del clima

En las conversaciones con los descendientes, el Gobierno ha planteado que el traslado de los restos desde el Valle de los Caídos hasta El Pardo se realice en helicóptero, si bien ello dependerá de las condiciones climáticas que se registren el día en que se vaya a llevar a cabo la exhumación.

De confirmarse el traslado este miércoles, Pedro Sánchez habría consumado su medida 'estrella' desde que llegó a La Moncloa a mediados de 2018 tras prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy días antes de que empiece la campaña de las elecciones generales del próximo 10 de noviembre, en las que aspira a obtener una mayoría que le impida seguir en la Presidencia.