El Gobierno llevará a cabo este jueves a partir de las 10.30 horas la exhumación de Franco, según ha comunicado formalmente este lunes. De esta forma, el traslado de los restos del dictador desde la basílica del Valle de los Caídos hasta el cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio se materializará una semana antes de que arranque la campaña electoral del 10-N.
En un comunicado, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha reiterado este lunes que la exhumación y reinhumación se llevará a cabo "en la intimidad" y en condiciones de "dignidad y respeto". Dolores Delgado, ministra de Justicia en funciones, será la representante del Gobierno en el acto por condición de notaria mayor del reino.
La inminencia del desenterramiento ya era una evidencia desde este domingo, cuando el Ejecutivo ordenó cerrar la iglesia a partir de las 14 horas y comenzó a llegar a Cuelgamuros maquinaria pesada para la ejecución de los trabajos.
En un informe aportado al expediente administrativo que tramitó el Ministerio de Justicia, los servicios técnicos de Patrimonio Nacional cifraron en 3.738,90 euros el coste que tendría la exhumación de Franco y cuantificaron en tres horas el tiempo que se necesitará para levantar la losa que cubre el féretro del dictador.
El pasado 11 de octubre, después de que el Tribunal Supremo hubiera allanado completamente el camino al reconocer que el Ejecutivo podría llevar a cabo el inhumación aun no contando con la autorización eclesiástica, el Consejo de Ministros acordó que la exhumación se llevaría a cabo antes del 25 de octubre y que se lo comunicaría con al menos 48 horas de antelación a los familiares.
Sin honores ni bandera
En los últimos días, los nietos de Franco han mantenido reuniones con representantes del Gobierno a fin de definir detalles del acto de exhumación e inhumación de los restos de su abuelo hasta la nueva sepultura una vez que ni el Supremo ni el Tribunal Constitucional han accedido a su pretensión de frenar el traslado al no apreciar vulneración de derechos fundamentales
Los descendientes habían pedido honores militares para su abuelo por su condición de ex jefe del Estado (la interpretación del himno nacional completo y una descarga de fusilería o salva de cañonazos, rindiéndolos una unidad con bandera, banda y música) y que el féretro sea cubierto con la misma bandera (preconstitucional) con la que se enterró el 23 de noviembre de 1975.
El traslado de los restos de Franco desde Cuelgamuros a El Pardo se consumará días antes de que arranque la campaña del 10-N
El gabinete de Pedro Sánchez se ha negado a ambas cosas, rechazando también que el ataúd exhiba la bandera de España aun no llevando escudo.
El sepulcro de Franco se ubica en el crucero de la basílica del Valle de los Caídos, donde se excavó un hueco para alojar el féretro con los restos mortales del dictador -enterrados sobre las 14.10 horas del 23 de noviembre de 1975- que se cerró con una losa de granito de una tonelada y medio de peso. Las dimensiones de esta pieza son de 226 centímetros de largo y 119 de ancho, con un espesor de 20 centímetros.
Extraída la pesada pieza, ésta se trasladará mediante una traspaleta hasta las dependencias que se determinen y se procederá a tapar el hueco con seis baldosas de mármol negro ‘Marquina’ de 75,4 por 65 centímetros "con las mismas características que las existentes en la faja circundante", reponiéndose las losetas anexas que hubieran podido quedar dañadas durante las actuaciones. Así se detalla en el informe que los servicios técnicos de Patrimonio Nacional entregaron a Justicia.
Tres horas de trabajo
Para ello será necesario levantar muretes de un pie de ladrillo perforado apoyados en el fondo del hueco excavado y la realización de un forjado mediante colocación de rasillones y una capa de compresión de hormigón de cinco centímetros de espesor, según detalla el citado documento.
El organismo estatal calcula que los trabajos de retirada de la losa de granito requerirán tres horas de trabajo y que para la colocación posterior del forjado y el enlosado de mármol serán necesarios otros dos días de trabajo, lo que eleva a tres jornadas laborales la duración de las tareas de carácter arquitectónico.
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