El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, he negado que la visita de Pedro Sánchez de este lunes a Barcelona estuviera especialmente protegida. Ha señalado, en declaraciones en el Congreso, que se siguió "el protocolo de seguridad establecido" para los traslados de presidentes del Gobierno, en definitiva, las "medidas habituales" que ha tenido "en otros viajes a los que le he acompañado".
Desmiente así el despliegue de seguridad que rodeó al jefe del Ejecutivo en funciones, cuya agenda no se revelaba para evitar escraches de los CDR y del "Tsunami democrático". Maletines antibalas y subfusiles para sus escoltas fueron los elementos más llamativos de una visita que se pretendió blindar pero que no le ahorró protestas en uno de los hospitales en los que se interesó por el estado de salud del policía más gravemente herido.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabirel Rufián, fue el principal encargado de calentar las redes sociales difundiendo un tuit en el que criticaba las medidas de seguridad. "sta mañana. Comitiva de Sánchez saliendo de un hospital de Barcelona. Un escolta con metralleta a 1 metro de manifestantes con pancartas. Sois unos pirómanos @PSOE", escribió.
Esta mañana. Comitiva de Sánchez saliendo de un hospital de Barcelona.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) October 21, 2019
Un escolta con metralleta a 1 metro de manifestantes con pancartas.
Sois unos pirómanos @PSOE pic.twitter.com/REGTgHb6bP
Este martes, en la Ser, -lejos de atemperar los ánimos después de que él mismo haya sido tachado de "botifler", de traidor a la causa independentista-, ha calificado de "error" que Sánchez sólo visitara a los policías heridos y criticado el discurso "testosterónico de no te cojo el teléfono porque no me da la gana", en alusión a las llamadas sin respuesta que el inquilino de la Moncloa ha recibido de Quim Torra, que lo mismo que anima a los CDR a "apretar" se pone el traje de presidente de la Generalitat para escenificar que Sánchez no quier dialogar.
La condena de Torra a la violencia "debe ser absoluta, sin matices ni equidistancias"
Entiende Marlaska que la condena de la violencia por parte de Torra "debe ser absoluta, sin matices ni equidistancias, sino explícita". Pero no sólo, porque el presidente autonómico también debe, a su juicio, "apoyar a las Fuerzas de Seguridad, que son las de todos y la vganguardia de la sociedad". Torra no ha hecho ni una cosa ni otra,
Además, el titular de Interior dice esperar que la relativa calma de las dos últimas noches "se mantenga" para el fin de semana, cuando se han convocado distintos actos de protesta. Al tiempo ha apelado a la "racionalidad" porque en un Estado de Derecho "todas las ideas pueden ser defendidas". Eso sí, las FSE seguirán actuando "para garantizar la seguridad y el orden público", ha subrayado.
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