El portavoz económico de Ciudadanos, Marcos de Quinto, está convencido de que la presidencia de Albert Rivera no está en cuestión dentro del partido, pese a la debacle que vaticinan la mayoría de las encuestas el 10 de noviembre: "hay Rivera para rato y sabemos que su liderazgo suma".

Marcos de Quinto, fichaje de Rivera en las pasadas elecciones y que repite como número dos en la lista por Madrid, asegura en una entrevista con EFE que ese debate interno sobre la continuidad o no del líder naranja, sea cual sea el resultado electoral, no se va a producir.

Otra cosa, dice, es que el debate sobre la estrategia a seguir "debe estar siempre abierto".

De todos modos, no contempla un escenario de hundimiento para Cs, aunque hay encuestas electorales que sitúan a la formación naranja incluso por detrás de Vox y con 17-19 escaños, y sí se atreve a pronosticar que a quien le puede ir mal es al PSOE.

Quien convoca "elecciones probeta", que no obedecen a los intereses de los españoles sino que solo buscan sacar provecho partidista, como ha hecho el PSOE -acusa el portavoz- puede ser perjudicial y así les ocurrió, según él, a Susana Díaz, en Andalucía, o a David Cameron, en Reino Unido.

Aventura "un revés para esta izquierda" porque, en línea con los sondeos, señala que tampoco los socialistas podrían sumar con Unidas Podemos ni Más Madrid y por eso ve que "probablemente haya opción de cambio para España".

Lo relevante entonces -subraya- no es que Ciudadanos consiga 57 escaños (los que tiene ahora) o 40, "lo relevante es que haya opción de cambio".

Y sobre las repercusiones electorales que puede tener para Ciudadanos la crisis catalana, De Quinto está convencido de que esta situación beneficiará a las opciones políticas que claramente aseguren que la ley se va a cumplir en Cataluña.

"No es una obligación nuestra convencer a los independentistas de que dejen de serlo, que sigan siendo independentistas el tiempo que quieran, como si son del Betis, lo que tienen que hacer es cumplir la ley", recalca.

Sobre el volantazo de Rivera al levantar el veto a Pedro Sánchez después de que se convocara la repetición de las elecciones, De Quinto insiste en que no ha habido tal giro y explica que Cs se mantuvo al margen porque hasta el último momento PSOE y Podemos estuvieron intentando llegar a un acuerdo.

"Si dos personas están negociando, lo que no hacemos nosotros es dar saltitos por detrás y decir a mi a mi", señala.

Por responsabilidad política, añade, "y una vez que oficialmente es evidente que no caben dos colchones en la Moncloa", Cs da el paso de anunciar que facilitarán la investidura de Sánchez siempre y cuando se negocie un decálogo de reformas prioritarias.

Ese veto a Sánchez, aprobado por la Ejecutiva en febrero pasado, abrió más tarde una brecha en Cs, con abandonos de dirigentes de peso como Toni Roldán, Paco de la Torre o Xavier Pericay, que precisamente apostaban por facilitar con condiciones la investidura del secretario general socialista.

Pero para De Quinto, el cambio que adopta ahora la Ejecutiva no viene a darles la razón porque ellos también participaron del compromiso de no pactar con Sánchez, un compromiso -recuerda- con el que lograron 57 diputados.

"Que esta gente se vaya porque se decide no incumplir algo en lo que ellos han participado, es una situación curiosa cuando menos", sostiene.