La condena de los líderes independentistas por sedición y malversación desató en Barcelona y otros puntos de Cataluña una oleada de violencia que sacudió sus calles y que hirió a algunos de los policías nacionales que participan en el operativo desplegado por el Ministerio del Interior tras la publicación de la sentencia del procés. Casi 140 agentes del Cuerpo Nacional han resultado lesionados, más de la mitad durante los graves disturbios registrados en la Ciudad Condal en la tarde-noche del viernes 18 de octubre.

Cicatriz en el brazo derecho del policía Ángel H.S. tras ser operado.

Éste es el caso de Ángel H.S., un agente de la Unidad de Intervención Policial (UIP) con base en La Coruña, que resultó herido en un brazo cuando participaba en un servicio junto a la Plaza de Urquinaona. Tras disparar una pelota de goma, el funcionario se disponía a sacar otra de su bolsa. Fue en ese momento cuando le lanzaron un objeto de gran peso y tuvo que abandonar la línea policial.

Según ha informado la Confederación Española de Policía (CEP), el impacto de este objeto le provocó la rotura del radio, a pesar de llevar protecciones en antebrazo y codo. Tras la agresión, el agente antidisturbios tuvo que ser operado en un hospital barcelonés para insertársele seis tornillos y una placa metálica, trasladándose días después a Galicia para seguir con la recuperación.

La del viernes 18 fue una de las jornadas más violentas que se vivió con los radicales en las calles de Barcelona, que se saldó con más de 180 heridos, decenas de detenciones y donde dos agentes de la Policía Nacional quedaron inconscientes tras los impactos que recibieron con objetos contundentes.