Como era de esperar, la oleada de protestas violentas en Cataluña que ha desencadenado la sentencia del 'procés' y el problema del desafío independentista, ahora más vivo que nunca, ha sido el tema central del único debate a cinco antes de la celebración de elecciones el próximo domingo.

En un momento en que cada detalle cuenta y en que el tratamiento del conflicto catalán puede ser decisivo para decantar el voto en un fragmentado mapa político -intensificado por la cifra de casi seis millones de votantes indecisos, según las últimas encuestas- Pedro Sánchez ha aprovechado los primeros minutos del debate para anunciar tres medidas para tratar de solventar la crisis en Cataluña y, de paso, atraer a su terreno al votante constitucionalista: una nueva asignatura en "valores cívicos y éticos"; cambiar la Ley General Audiovisual para controlar el sectarismo de TV3; y reformar el Código Penal para tipificar como delito la celebración de referéndums ilegales.

Sin embargo, esta última medida se ha puesto en contra del pretendido golpe de efecto que pretendía dar el dirigente socialista: tan solo hace ocho meses que el PSOE tumbó una propuesta del PP para, precisamente, recuperar en el Código Penal la prohibición de celebrar referéndums ilegales, una iniciativa que fracasó por los votos en contra de PSOE, Unidas Podemos, PNV, Coalición Canaria y los partidos independentistas.

La iniciativa que pretendía volver a tipificar como delito referéndums, como el del 1 de octubre de 2017, fue registrada por el PP y secundada por Ciudadanos y Foro Asturias.

Como han recordado tanto Pablo Casado como Albert Rivera y Santiago Abascal al dirigente socialista en el debate, fue durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuando se eliminó el mencionado delito del Código Penal, una decisión ratificada por el PSOE en el mes de febrero de este año, ya con Sánchez al frente, que acusó al PP de promover la medida en clave electoral ante la inminente apertura de urnas. "El ordenamiento jurídico español ya contiene mecanismos para defender el orden constitucional", argumentó entonces.

"Es hilarante y ofensivo", ha criticado el líder de Vox, mientras sus homólogos de PP y Ciudadanos han censurado la "inacción" de Sánchez en Cataluña. En este sentido, Casado se ha reafirmado en el duro discurso de los últimos días, responsabilizando al presidente en funciones de los episodios de violencia registrados en la región. "Actúe, y si no garantiza elecciones limpias, la responsabilidad será del Gobierno", advertía ante las amenazas del independentismo de boicotear tanto la jornada de reflexión como la apertura de urnas en Cataluña.