El próximo domingo Ciudadanos se la juega a la carta de la participación y la movilización de su electorado y fía su mayor o menor caída en las urnas al impulso final que esperan lograr en los últimos días de campaña. Pero las malas previsiones de los sondeos privados y de incluso el CIS -el barómetro de Tezanos, pese a ser el más optimista, avala una pérdida de, como mínimo, una veintena de escaños- han abierto un gran interrogante en el seno de la dirección naranja: la continuidad de Albert Rivera tras el 10-N.
Y sobre este aspecto ha respondido el presidente de los liberales este miércoles en COPE, en una entrevista en la que ha asegurado que la carta de la dimisión "no me la he planteado aún" porque "nunca he mirado para abajo" y en las elecciones del domingo "salimos a ganar". Pero si finalmente se certifica la debacle y se pone en duda su liderazgo, Rivera ha deslizado que no se resistirá: "No tengo ningún apego al sillón, y seguiré en él siempre que lo quieran los militantes y los españoles", afirmaba.
"Yo no quiero ser un problema para España, quiero ser parte de la solución", zanjaba, al tiempo que hacía un llamamiento a las urnas el próximo domingo, insistiendo en que "dos puntos más de voto a Ciudadanos son 20 escaños claves para construir una alternativa sensata en España". El líder naranja ha vuelto a señalar la abstención como mal endémico de Ciudadanos, que ha insistido en la necesidad de movilizarse para evitar que el nacionalismo "arrase". "El voto es la munición de los demócratas", defendía.
Este miércoles, Rivera ha dejado caer de nuevo su predisposición de facilitar una investidura de Pedro Sánchez si los resultados son insuficientes para una suma de los naranjas con Pablo Casado. "Estamos en un momento excepcional", argumentaba, en el que "no podemos llevar al país a terceras elecciones" por lo que "habrá que buscar fórmulas, desde la oposición, para ponernos en marcha y no depender de los separatistas", decía el líder naranja.
Y el acuerdo a tres bandas vuelve a ser la opción esgrimida por Rivera desde que levantase el veto a Pedro Sánchez. "Habría que buscar un acuerdo entre PP, Cs y PSOE para que los presupuestos no dependan de Podemos y los nacionalistas, que los asuntos de Estado pasen por un acuerdo entre Gobierno y oposición, y no por populistas", concluía.
El líder de Ciudadanos ha asegurado estar "preocupado" por lo que pueda pasar el domingo en Cataluña, bajo la amenaza de los radicales de impedir el normal desarrollo de los comicios, y ha responsabilizado directamente a Sánchez de garantizar "hasta el último voto" en la región este 10 de noviembre. En este sentido, ha vuelto a acusar al dirigente socialista de querer "pactar con el independentismo" porque si no estuviese en sus planes lo habría negado en el debate. "El que calla, otorga", sentenciaba Rivera.
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