Si bien todas las encuestas con intención de voto dan a Pedro Sánchez ganador de la contienda electoral de este domingo, las cosas pueden irle peor en el Senado, donde está a un paso de perder la cómoda mayoría absoluta que consiguió el 28-A. Este es, al menos, el dato que arrojan distintos estudios y trackings que maneja el PP de fuentes demoscópicas, incluidos centros de estudio de grandes despachos y bancos.
En el cuartel general de los populares aseguran que el PSOE "pierde con claridad" la mayoría absoluta en el Senado, lo que no quiere decir que la pueda conseguir otra formación política o que esté asegurado que el bloque de centro-derecha se haga con el control del mismo. Sin embargo, se trataría de otro contratiempo a añadir a una larga lista de incertidumbres post 10-N. El sistema de elección de senadores mediante listas abiertas desbloqueadas -que permiten al elector marcar la casilla de los candidatos que desee, sin más límite que el numérico, entre tres y cuatro por circunscripción- y el mecanismo de escrutinio, suele dar al partido más votado el control de esta Cámara aunque quede lejos de la absoluta en el Congreso de los Diputados.
Por vez primera, el Senado "puede reproducir el mismo reparto de fuerzas del Congreso", dicen en Génova, esto es, una Cámara fragmentada en la que nadie disfruta de mayoría absoluta. Y para determinadas cuestiones no es un tema menor, porque el Senado puede, por ejemplo, vetar la senda de estabilidad previa a la confección de los Presupuestos Generales del Estado, tal y como pasó a finales del año pasado. Entonces, con Sánchez ya en Moncloa, el PP hizo valer su mayoría parlamentaria en el Palacio de la Marina Española para tirar abajo que la senda pasase del 1,3 por ciento del PIB al 1,8, o, lo que es lo mismo, disponer de 6.000 millones más de euros.
La cámara Alta tiene capacidad de veto sobre la senda de estabilidad
De hecho, el Gobierno socialista intentó modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria por la vía de urgencia al objeto de soslayar el veto del Senado, pero el Constitucional, al que acudieron PP y Ciudadanos, dio la razón a estas dos fuerzas políticas.
Hubo un enorme polémica al respecto, pues los socialistas intentaron incluso "colar" esta reforma en una enmienda a la Ley contra la Violencia de Género. Se mantiene pues, intacto, el derecho del Senado a vetar la senda de estabilidad. Si Sánchez gana las elecciones y no consigue modificar la Ley puede encontrarse con serias dificultades para aprobar unos Presupuestos que incrementen las partidas de gasto con las que hacer frente sus propuestas económicas.
El 28-A el PSOE consiguió 123 senadores electos, de los 208 que se eligen en sufragio, además de 18 por designación autonómica. En total ,141 de los 265 que conforman la Cámara Alta, una comodísima mayoría absoluta que ahora está en peligro.
Una de las razones por las que el PSOE puede perder la absoluta reside en la decisión de Vox de presentar sólo un candidato al Senado por circunscripción. Tras rechazar la fórmula de "España Suma" propuesta por Pablo Casado e, incluso, la presentación de listas conjuntas a la Cámara Alta, los de Santiago Abascal tomaron la salomónica decisión de no dejar de estar presentes en todas y cada una de las provincias pero, en lugar de tres candidatos, presentar sólo uno para que las otras dos cruces puedan ir al PP.
Vox sacó 5,9 millones de "cruces" el pasado 28-A, pero ningún senador. Y las más de diez millones y medio que cosechó Ciudadanos, sólo se tradujeron en cuatro parlamentarios. En cambio, Albert Rivera no ha seguido la misma senda que Abascal para intentar facilitar una mayoría de centro-derecha al menos en esta Cámara.
Sin el control del Senado, las cosas se le pueden complicar más a Sánchez
Aprendida la lección para las elecciones de este domingo, los de Abascal han explicado que este "gesto" pretende facilitar, llegado el caso, la aplicación del artículo 155 con el que destituir al gobierno autonómico catalán, aunque sin el paso previo de un requerimiento al presidente de la Generalitat por parte del Ejecutivo central, no se puede votar en el Senado, salvo presentar mociones simbólicas a favor del 155.
Sin el control de la Cámara Alta, las cosas se le pueden poner aún más difíciles a Sánchez en caso de ganar las elecciones. Porque a las negociaciones que tenga hacer en el Congreso, se unen las del Senado, donde la artimética parlamentaria puede resultar distinta.
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