El PP ha esperado a las 10 de la noche para montar una pequeña plataforma frente a la sede nacional de la madrileña calle de Génova a la espera de que las huestes, renuentes, se acercaran por allí. No han ido en masa, pero le ha servido a Pablo Casado a las 23,30 horas, con el recuento ya en su fase final, para hacer en ese balcón un discurso ambiguo en que lo mismo parecía que iba a contribuir a acabar con el bloqueo político, que presentar su propia candidatura a la investidura, que apoyar a un PSOE sin Sánchez, que pedir su cabeza o proclamar que "son incompatibles nuestros intereses" con los del presidente del gobierno en funciones.

Casado cree que Sánchez ahora lo tiene "más difícil para formar gobierno"

Sánchez, ha sentenciado Casado, "ha perdido su referéndum, ha fracasado, es el gran derrotado del día de hoy, los españoles le han hecho una moción de censura". Tras recordar que ha bajado tres escaños, se ha preguntado "para qué quería convocar si supuestamente era para dar más estabilidad y más margen al PSOE y ahora lo tiene mucho más difícil para formar gobierno·".

Por eso, "lo que le decimos al PSOE es que debería valorar su futuro, plantearse qué quiere hacer una vez que ha fracasado y que la gobernabilidad es mucho más difícil" y ha agregado que "España no puede esperar más, no es justo que estemos esperando por los intereses personalistas de Sánchez. Nosotros vamos a ejercer el liderazgo que nos han dado".

"Vamos a ver qué plantea Sánchez porque España no puede seguir bloqueada"

Al hilo de esta reflexión, ha subrayado ante apenas un centenar de militantes y simpatizantes, que el PP será, a partir de ahora "muy exigente con el PSOE", pero eso sí, "vamos a ver ahora qué plantea Pedro Sánchez y, después ejerceremos nuestra responsabilidad porque España no puede seguir más tiempo bloqueada". Parece que el presidente del Gobierno en funciones tiene intención de ponerse este lunes en contacto con Gánova para una primera ronda de contactos que iba a incluir a Albert Rivera y a Pablo Casado.

Casado ha añadido, aún más críptico, que el PP es el "único partido de centro-derecha que puede liderar este país y decimos a Sánchez que ahora tiene la pelota en su tejado, pero sobre todo, que España no puede esperar más ni seguir rehén de sus intereses partidistas".

Tras insistir en que el PP "es la fuerza clave para España", ha reiterado que "estaremos a la espera de lo que plantea" el presidente del Gobierno en funciones, pero que, en todo caso "son incompatibles nuestros intereses, programas y planteamientos" frente a los cuales "ejerceremos nuestra responsabilidad y alternativa". En definitiva, una de cal y otra de arena en la que ha dejado todas las puertas abiertas.

Lejos de las expectativas

Asimismo ha destacado que en apenas seis meses el PP ha recuperado un 33 por ciento de su escaños, sumado más de 600.000 nuevos votantes y ganado 21 escaños más en el Congreso y 24 en el Senado. "Somos claramente la alternativa al Gobierno de izquierdas" y cuando "alguien piensa que peuede sustituirlo, que está en un mal momento resurge a la altura de lo que España necesita como haremos a partir de mañana mismo".

En cuanto a los resultados de este domingo acariciaban la posibilidad de alcanzar los 100 escaños, aunque en los últimos días, y a pesar de que todavía el jueves fuentes oficiosas decían que sí, que era posible superar esa barrera de las tres cifras, los medios consultados por El Independiente bajaban varios grados ese entusiasmo.

Veintidós escaños más, de 66 a 86,más los dos de Navarra Suma, le permiten a Casado vender el mensaje de la remontada del partido. Ahora la clave está en si Génova podrá liberarse, al menos al principio, de la presión respecto a la posibilidad de una "abstención patriótica" para desbloquear la investidura y posterior formación de Gobierno, pero el escenario parlamentario es aún más complejo y fragmentado que el del 28-A.

Casado reúne a su ejecutiva este martes

Además, habrá que estar muy atentos al discurso de Casado de este martes a las 12 en la ejecutiva de su partido. Siempre podrá argumentar que ha acortado distancias con los socialistas y que si antes le separaban sólo nueve escaños de la segunda fuerza de centro-derecha, Ciudadanos, ahora ha incrementado esa distancia a 36 diputados de Vox, pero el fulgurante ascenso de Santiago Abascal no deja de ser otra piedra, y gorda, en el camino para el líder del PP.

Primero, porque si le ronda la cabeza facilitar la investidura de un presidente del PSOE pidiendo, por ejemplo, la cabeza de Pedro Sánchez, sigue pesando el argumento de que "no podemos dejar la oposición en manos de un crecido Abascal". Aseguran en el PP que "nadie ha planteado" eso de condicionar la investidura a una petición imposible a modo de excusa, aunque a eso han sonado las palabras de Casado en el balcón de Génova. Otra cosa es plantear, a medio plazo, una reforma de la ley que impida los bloqueos, cosa que no ven con malos ojos en el cuartel general popular.

Al PP no le interesa otra repetición de elecciones, pero al PSOE tampoco

Sin embargo, la otra opción, esto es, una nueva repetición electoral, no es el mejor de los escenarios para los populares, aunque tampoco para los socialistas. Sánchez se lo ha jugado todo a echar los dados de nuevo para sacar menos diputados y tener que volver a sentarse con quien no quiso pactar.

Para Génova los resultados demuestran que el Partido Popular "es la única vía de solución" y pone el acento en los más de 20 escaños de "remontada". También en que Casado "es el líder indiscutible" del centro-derecha de un PP "más fuerte" además de "sinónimo de desbloqueo", aunque sin explicar éste último término.