El jefe del Ejecutivo en funciones replicó a los que criticaron su pacto con Unidas Podemos que ni Pablo Casado ni Inés Arrimadas, con los que se reunió el lunes por separado, "me dejan otra opción" para sacar adelante su investidura y la legislatura, según han explicado a El Independiente algunos de los presidentes autonómicos con los que habló a lo largo del martes. De esta forma justificó Pedro Sánchez un gobierno de coalición con Pablo Iglesias que, al tiempo, presentó como "irreversible" por entender que España "necesita un Ejecutivo cuanto antes", lo que pasa por una sesión de investidura "de inmediato".

Algunos de los barones territoriales del PP -la mayor parte de ellos ubicados en las posiciones más centristas del partido- le pidieron romper con Iglesias y con los separatistas. Es más, alguno incluso le comentó que hacía "un análisis equivocado del 10-N" dado que "los ciudadanos habían optado por la moderación". El candidato socialista insistió en que "ayer (por el lunes) no me dieron otra opción" en referencia a la negativa de los líderes de PP y Ciudadanos a facilitarle la investidura por su pacto con "los comunistas" Podemos, en palabras de Casado.

El presidente en funciones presentó como "blindado" su acuerdo con Iglesias, pero estuvo esquivo con respecto a ERC

No es del todo cierto, pues la sucesora de Albert Rivera sí puso sobre la mesa una fórmula que suma 221 escaños, una mayoría abrumadora que pasa, eso sí, por el concurso de Casado y la ruptura del pacto con Podemos "y eso está blindado" a decir de distintos interlocutores que han hablado con Sánchez. Aún así, él ha explicado que con ese acuerdo "me la juego", pero que después de cinco meses de negociaciones infructuosas y unas nuevas elecciones generales "España necesita un Gobierno cuanto antes que haga unos presupuestos".

En cambio, "igual que defendió a muerte el pacto con Unidas Podemos, no hizo lo mismo con ERC. En eso no quería entrar", destaca un barón regional del PP, el mismo que le comentó que "para la investidura no tienes que hablar con los presidentes autonómicos, sino con los líderes políticos y a mí me representa Pablo Casado".

Destacando en todo caso el tono "cordial" del inquilino de la Moncloa durante toda la conversación, Sánchez ofreció una cita en el Senado de la Conferencia de Presidentes como vía para tratar la "conflictividad territorial" y la financiación autonómica. Acaso olvidó que en la última Conferencia, celebrada en enero de 2017, dio plantón el entonces ocupante de la Generalitat y hoy fugado de la justicia, Carles Puigdemont, y, por "solidaridad", el lendakari vasco Iñigo Urkullu optó también por no acudir a la misma.

Según los populares, "el tiempo nos está dando la razón. Desde el primer momento Sánchez tuvo muy claro con quién quería pactar". Y añaden que "hace lo que sea con tal de permanecer en el poder". El martes habló con Quim Torra "como le había pedido ERC y se comprometió a verle en Moncloa en vez de exigirle que cumpla la Constitución o se atenga a las consecuencias".

La "foto de la vergüenza" con Bildu

Además, todo el PP ha salido en tromba contra la cita que la portavoz parlamentaria del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, mantuvo con una representación de EH Bildu formada por la portavoz en la Cámara Baja, Mertxe Aizpurua; el portavoz adjunto, Oskar Matute, y el portavoz en el Senado, Gorka Elejabarrieta. Tras calificar la imagen de "foto de la vergüenza", los populares consideran que la misma "es un insulto y una humillación para las víctimas del terrorismo". Su memoria y la de tantos asesinados, añaden los mismos medios, "ha sido vilipendiada por el PSOE, cuyos dirigientes y barones asisten mudos a este atropello".

"Ningún socialista puso el grito en el cielo y dijo hasta aquí hemos llegado. Ningún barón se ha removido ante la foto de la vergüenza mientras Sánchez hace lo que sea para seguir en la Moncloa", añaden en un mensaje amplificado para todo el partido.