Con todo el mundo político a la expectativa del ansiado gesto de la Abogacía del Estado con Oriol Junqueras que pueda decantar finalmente el apoyo de ERC a la investidura de Pedro Sánchez, el discurso navideño de Felipe VI no ha ayudado a amenizar la espera. El mensaje, tachado de blando por sectores de la derecha, tampoco ha contentado sin embargo al independentismo en el que el PSOE espera apoyarse para conseguir la presidencia del Gobierno en las próximas semanas.

"A ver si la Junta Electoral Central compensa este mitin de Vox", tuiteó el líder de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, mientras el mensaje aún se emitía por televisión. En su discurso, Felipe VI habló en repetidas ocasiones de las bondades de la convivencia, del diálogo y de la generosidad, siempre dentro del escrupuloso respeto a la Constitución Española. Lo cual cierra cualquier puerta a un referéndum vinculante de autodeterminación en Cataluña.

El diputado de ERC lanzó varios ataques más al Rey, como es costumbre cada 24 de diciembre. Antes incluso de que el discurso se iniciase, era Carles Puigdemont desde Waterloo quien se lanzaba contra el monarca.

"¿El rey del 'a por ellos' recordará que las sentencias se han de cumplir, como le gusta decir? ¿Dejarán libre de una vez a Oriol Junqueras, sin excusas ni dilaciones, ahora que hay una sentencia de obligado cumplimiento que lo determina?", escribió el expresidente de la Generalitat, huido de la justicia española en Bélgica, retorciendo el sentido de la decisión del TJUE, que sólo aclara, a preguntas del propio Tribunal Supremo, que Oriol Junqueras debería haber podido salir de prisión preventiva -una situación en la que ya no se encuentra- tras las elecciones del pasado 26 de mayo para recoger su acta de eurodiputado.

En este sentido, ningún partido catalán pareció predispuesto a siquiera escuchar lo que el Rey tenía que decir. La CUP, previsible en este sentido, anunció en un mensaje en la cuenta oficial del partido que "no escucharemos el discurso de ningún rey", promoviendo una campaña de boicot al mensaje del Rey que secundaron algunos comités de los CDR, que llevaron a cabo caceroladas a la misma hora en que se emitía por televisión. Fueron protestas, en cualquier caso, anecdóticas.

Consejeros de la Generalitat como Jordi Puigneró valoraron el discurso recalcando la referencia de Felipe VI a Cataluña como uno de los problemas que afectan a España. "Para el borbón la tecnología y los catalanes somos un problema. Adelante entonces con la República Digital", tuiteó el consejero de Políticas Digitales y Administraciones Públicas del Govern de Quim Torra.

Podemos, al menos durante la noche, guardó silencio respecto al mensaje del monarca. También Pedro Sánchez. Más rápidos en la reacción fueron los líderdes de PP, Vox y de Ciudadanos.

'Mantengámonos unidos'

El Partido Popular reaccionó por boca de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, que destacó "la democracia y la libertad como seña de identidad de España en el mensaje de Navidad" del Rey. "Y viva España", añadió Díaz Ayuso, más expresiva.

"Aplaudimos la sensatez y templanza del discurso de Su Majestad Felipe VI en estos momentos de incertidumbre", tuiteó Santiago Abascal, que rescató una frase del discurso del Rey: "Confiemos en España y mantengámonos unidos". La cuenta oficial del partido destacó el mismo fragmento de la alocución del jefe del Estado.

Curiosamente, la líder de Ciudadanos Inés Arrimadas retuiteó un mensaje de la Casa Real con ese mismo fragmento, aunque añadió una reacción propia al discurso del Rey.

"Atinado y pertinente discurso del Rey. Los españoles tenemos grandes retos por delante, y la mejor forma de encararlos es uniéndonos en torno a los valores constitucionales. Lo hicimos en el pasado y podemos volver a hacerlo", escribió Arrimadas, que en 2020 enfrenta el reto personal de fortificar su liderazgo en Ciudadanos y rescatar el partido de la amenaza de desaparición.

Está previsto que este miércoles hagan valoraciones públicas sobre el discurso Teodoro García Egea (Partido Popular), Aitor Esteban (PNV) y Mertxe Aizpurua (EH Bildu).