Contención. Pablo Iglesias ha dado orden a los dirigentes de Podemos de suprimir las críticas, extremar la moderación y actuar con prudencia para no dar excusas a Pedro Sánchez para romper el pacto de Gobierno que les ha permitido alcanzar cinco ministerios siendo la cuarta fuerza del país con sólo 35 diputados.
Fuentes del partido subrayan que el secretario general de Unidas Podemos quiere iniciar su mandato en el Gobierno sin sobresaltos, por lo que dirigentes y personas cercanas a él extreman el cuidado en sus manifestaciones públicas en este arranque del Ejecutivo. Ésa será la tónica general hasta que se terminan de definir las competencias de los ministros de Iglesias y los cargos que dependan de ellos en el Gobierno.
La contención en Podemos se impone así durante la negociación de las funciones concretas de cada ministerio y departamento, que no se cerrarán hasta dentro de unas semanas y en las que Podemos aspira a alcanzar más cuotas de poder, con acceso a organismos, empresas públicas y hasta delegaciones territoriales del Gobierno. La aprobación del decreto que las regulará tardará varias semanas, según fuentes de la negociación.
Mientras tanto, la ausencia de críticas presidirá las declaraciones en Podemos, tal y como se han comprometido sus dirigentes también a través del protocolo de colaboración firmado con el PSOE. Ese silencio ha sido clamoroso sobre el nombramiento de la próxima fiscal del Estado, la ex ministra Dolores Delgado. Cuando estaban en la oposición, Iglesias y dirigentes como Noelia Vera fueron muy duros con la falta de independencia de la Fiscalía General del Estado y con la relación de la ex minsitra Delgado con el ex comisiario José Manuel Villarejo.
"Nosotros propondremos que la elección del sfiscal general del Estado no se se siga haciendo como se viene haciendo hasta ahora: nombrado a dedo por el PP para garantizar que se mantengan sus privilegios y garantizar la impunidad de los corruptos que tendrían que ir a la carcel", aseguraban entonces.
Además, Iglesias fue muy contundente en su rechazo a la ministra cuando se conocieron sus audios en reuniones y comidas con Villarejo, en prisión preventiva y acusado de graves delitos tras haber compaginado su labor policial con la realización de informes a provechando su condición de agente.
"Alguien que se reúne de manera afable con un personaje de la basura de las cloacas de Interior en nuestro país debe alejarse de la vida política porque hace daño a la mayoría que protagonizó la moción de censura", aseguró entonces el hoy ministro de Sánchez.
El flamante vicepresidente segundo del Gobierno se ha estrenado en el cargo con una templanza con la que pretende dar ejemplo a sus ministros, secretarios de estado, directores generales y demás altos cargos de Unidas Podemos.
Con ese objetivo, Iglesias ha repetido este lunes las palabras del jefe del Ejecutivo del domingo, cuando Sánchez admitió que en su Gobierno habrá "diversos enfoques" y distintas "voces", pero "una única palabra". "Quiero dar las gracias al presidente del Gobierno por su visión, por su capacidad para armar un Gobierno plural de enorme capacidad política y técnica que llevará a cabo un programa de avance democrático", ha asegurado.
Según Iglesias, el próximo Gobierno será "fuerte" y se regirá por "los principios del compañerismo y el trabajo en equipo", para afrontar con "muchísima ilusión" el "trabajo difícil" que tienen por delante. Gala de esa sintonía han sido las palabras que ha dirigido a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo: "Será un honor trabajar junto a ti y junto a los compañeros socialistas", ha afirmado.
El líder de Podemos comienzo su intervención haciendo referencia a la "ironía" que supone el hecho de que el Ministerio de Sanidad, donde tendrá su despacho junto al titular del ramo, Salvador Illa (PSC), y el ministro de Consumo, Alberto Garzón (PCE), fuera sede del sindicato vertical durante la dictadura. "Habla bien de nuestra historia que hoy estemos aquí", ha apuntado el vicepresidente.
Con el mismo afán conciliador y pedagógico, los cinco ministros de Unidas Podemos han prometido su cargo con la fórmula tradicional y con lealtad al Rey, con el único símbolo de un triángulo rojo en la solapa, que era la marca que recibían los presos políticos antifascistas en los campos de concentración nazis.
Los discursos de los ministros de Podemos han versado sobre derechos sociales y la sociedad civil, y han reiterado conceptos como el rigor, la responsabilidad y el cumplimiento de los acuerdos alcanzados, sus principales objetivos, a pesar de las críticas, que permanecerán por ahora silenciadas.
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