El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, renueva de forma sustancial su equipo en esta legislatura y prescinde de dos de los altos cargos que le acompañaban hasta ahora: la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, y el director general de la Guardia Civil, Félix Azón. Los relevos alcanzan también a su jefa de prensa.
Según ha avanzado la Ser, el nuevo número dos será el juez cordobés Rafael Pérez Ruiz, letrado del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y quien en el último año y medio ha venido ejerciendo como jefe de gabinete de Grande-Marlaska. No ha trascendido a quién colocará al frente del Instituto Armado, que por primera vez podría estar dirigido por una mujer.
La Secretaría de Estado de Seguridad es la clave de bóveda en la estructura del Ministerio del Interior. De él dependen la Policía Nacional y la Guardia Civil y es el encargado de la gestión de los fondos reservados, entre otras responsabilidades. Y Rafael Pérez es una persona de la máxima confianza del ministro.
Con quien sí seguirá contando Grande-Marlaska es con Francisco Pardo Piqueras, director general de la Policía y antiguo secretario de Estado de Defensa en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Ningún sindicato policial pedía su relevo, a diferencia de la contestación que suscitaba el jefe de la Guardia Civil.
Igualmente, se da por segura la continuidad del conquense Ángel Luis Ortiz, también juez de profesión, como secretario general de Instituciones Penitenciarias. Ortiz fue la persona elegida por Grande-Marlaska para ocupar ese puesto cuando llegó a Interior en junio de 2018.
Diputada socialista por Valencia, Ana Botella dejó entrever este lunes al término del acto de toma de posesión de Grande-Marlaska que no continuaría en su puesto, según varias fuentes consultadas por este diario. La secretaria de Estado se mostró confiada en no acabar en "Parques y Jardines", según bromeó. Delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana entre 2010 y 2011, tiene acta en el Congreso de los Diputados desde enero de 2016.
Marlaska seguirá contando al frente de la Policía Nacional con Pardo Piqueras, no cuestionado por los sindicatos
La salida de Félix Azón no representa ninguna sorpresa, a la vista del malestar y la contestación que su gestión ha causado entre las asociaciones profesionales del Cuerpo. La mayoría de estas organizaciones venía pidiendo su dimisión en los últimos meses, a pesar del escaso tiempo que lleva en el cargo. Compañero de la ministra Margarita Robles en su etapa de vocal en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la designación de Azón fue a propuesta de la ministra de Defensa.
Los errores en la gestión del acuerdo de la equiparación salarial han supuesto un enorme desgaste para Ana Botella, cuestionada por los representantes tanto de los policías como de los guardias civiles. Éstos le reprochan las presiones ejercidas a los técnicos de la consultora Ernst&Young para que el análisis de las cantidades necesarias para alcanzar la igualdad retributiva con las policías autonómicas se ciñera a los 807 millones de euros comprometidos por el Gobierno de Mariano Rajoy para el periodo 2018-2020.
¿Y 'Lenin'?
También ha llamado la atención el escaso protagonismo público que Botella ha tenido durante el dispositivo extraordinario desplegado por el Ministerio del Interior en Cataluña -conocido como Operación Ícaro- para hacer frente a los disturbios registrados tras dictarse la sentencia del procés, a diferencia del peso que tuvo su antecesor -José Antonio Nieto (PP)- en octubre de 2017.
La salida de Botella deja en el aire ahora la continuidad del comisario José Antonio Rodríguez, conocido en círculos policiales como Lenin, como director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad.
A este departamento de Interior también se ha reprochado su falta de previsión al quedar desierto el contrato para la adjudicación del servicio de seguridad privada en los centros penitenciarios de las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura, lo que ha obligado a destinar a estas funciones a guardias civiles y policías nacionales mientras sale un nuevo procedimiento de licitación. El contrato debía entrar en vigor este 1 de enero.
El ministro podría colocar a una mujer al frente de la Guardia Civil, un hito en la historia del Cuerpo
En el caso de Azón, han sido constantes los encontronazos que ha tenido con los representantes de las asociaciones profesionales de la Guardia Civil. El desencuentro definitivo tuvo lugar a raíz de que, el pasado 13 de noviembre, presentara el borrador para regular la jornada y horario de servicio, los incentivos al rendimiento y las vacaciones, permisos y licencias del personal. El malestar le obligó a dar marcha atrás y retirar el documento.
El relevo al frente del Instituto Armado se produce en vísperas de que se consume el traspaso de competencias en materia de tráfico en Navarro a favor de la Policía Foral de Navarra en ejecución del compromiso arrancado por el PNV al PSOE para votar a favor de la investidura a Pedro Sánchez. Ello obligará a dar una alternativa a los 175 agentes de la Agrupación de Tráfico destinados en dicha comunidad.
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