El Gobierno de Pedro Sánchez sigue enredándose en el episodio del encuentro del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en un avión en el aeropuerto de Barajas en la madrugada del lunes. La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha defendido este martes que Ábalos cumplió una misión "diplomática" consistente en evitar un conflicto con Venezuela si la Policía de tránsito del aeropuerto le hubiera impedido la entrada en España.
Fuentes del Gobierno explican, además, que la número 2 de Nicolás Maduro no entendía que la tripulación de su avión privado pudiera pernoctar en España y ella no tuviera esa opción. Ante la posibilidad de que intentara entrar en territorio Shengen de la Unión Europea, el ministro le aclaró que tenía prohibido pisar suelo español para evitar que fuera "rechazada" por el fuerte dispositivo policial puesto en marcha en el aeropuerto.
"Las autoridades tomaron las medidas correspondientes y Ábalos en particular hizo una gestión diplomática para reiterarle que no podía entrar en territorio español", ha explicado la ministra portavoz. "Si Ábalos no hubiese intervenido, la policía de frontera la habría rechazado", han reconocido desde el Gobierno, que insiste en "celebrar" el "éxito" de la gestión del titular de Transportes. Hasta ahora, Ábalos había negado que su gestión tuviera carácter oficial y siempre enmarcó su mediación en una visita privada que hizo al aeropuerto, sin su coche oficial ni escolta, para recoger a un amigo personal, el ministro de Turismo venezolano, no afectado por las sanciones europeas y que se dirigía a Fitur. "Fue un encuentro fortuito", ha defendido hasta ahora Ábalos.
El Ejecutivo ya reconoce el carácter oficial de su visita al avión de la vicepresidenta venezolana, a la que persuadió de que no intentara entrar en territorio español. "No era posible, y aprovechando la estancia en el aeropuerto hizo una gestión personal diplomática para reiterar que ni siquiera podía bajar del avión para pernoctar como los pilotos. Ésas fueron las medidas que se comentaron, no hay más medidas. Sólo queda celebrar el desenlace", ha explicado Montero.
La ministra portavoz ha insistido en que sin la mediación de Ábalos se habría producido un "conflicto diplomático que en nada habría beneficiado a los venezolanos", por lo que ha instado a "ponerlo en valor" la gestión del titular de Transportes. "Se consiguió que esa crisis pudiera con éxito resolverse", ha intentado zanjar.
Sobre los cambios de versión que ha ofrecido el Gobierno sobre este incidente, Montero se ha amparado en la "absoluta discreción con la que deben tratarse los asuntos diplomáticos y las relaciones bilaterales" entre países para justificar "la información reducida" ofrecida al principio por Ábalos, que luego "ha ido contestando en tiempo y forma a preguntas de los medios de comunicación".
La portavoz del Ejecutivo ha asegurado que no se cometió ninguna irregularidad, como demuestra el hecho de que la Unión Europea no haya reprendido a España por el incidente. También ha rechazado la posibilidad de trasladar malestar o una queja al Gobierno Venezolano por generar esa situación conflictiva al Estado español.
El Gobierno asegura desconocer las intenciones de la dirigente chavista al hacer escala en España y desvincula su aterrizaje en el aeropuerto de Adolfo Suárez-Barajas con algún tipo de gestión realizada por el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, al que desvincula del episodio.
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