Una experiencia "muy positiva", "alentadora" y la sensación de "haber comenzado el camino". La Moncloa muestra su satisfacción por el resultado de la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra, en el que destacan el "buen entendimiento político y personal con los equipos de la Generalitat". "La agenda de reencuentro es el signo de este tiempo de dialogo", señalan desde la Moncloa, que respira aliviada por la buena marcha del encuentro y por haber cumplido con las exigencias de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) para que el mandato de Sánchez empiece a andar y se puedan tramitar los Presupuestos Generales del Estado.
ERC, socio del PSOE y de Unidas Podemos, también ha mostrado su agrado con la actitud del Gobierno, que se comprometió a poner en marcha la mesa de negociación con la Generalitat lo antes posible tras la investidura del presidente. Este "primer hito" en esa senda del diálogo y la "desjudicialización" del desafío independentista ha salido bien, a juicio de ERC y del Ejecutivo, por lo que se desbloquea la legislatura, que puede empezar a consolidarse si Sánchez logra sacar adelante su proyecto de Presupuestos.
"Sin mesa bilateral no hay Presupuestos y sin Presupuestos no hay legislatura", advirtió durante el debate de investidura el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, que se reunió con Sánchez el jueves pasado en la Moncloa para convencerle de que mantuviera su apuesta por la mesa de negociación a pesar del anuncio de elecciones en Cataluña por parte de Quim Torra, decidido a boicotear ese foro de diálogo como baza electoral de JxCat frente a los republicanos con el objetivo de mantenerse como primera fuerza independentistas en las urnas.
Sánchez ha logrado salvar este obstáculo una vez más, a pesar del fuerte desgaste que supone para su Ejecutivo hacer nuevas cesiones al separatismo y, especialmente, ante el presidente de la Generalitat, inhabilitado como diputado por haber cometido un delito de desobediencia. La incomodidad del presidente del Gobierno fue patente a su llegada al Palau de la Generalitat, cuando mantuvo las distancias con Torra ante las cámaras, le rehuyó la mirada, apretó los puños y mostró un semblante serio, mientras el jefe del Govern le recibía con honores de jefe de estado, como si fuera un presidente extranjero.
El presidente mantuvo la compostura, se reunió durante una hora y media con el president y evitó dar un paseo con Torra por el Pati dels Tarongers (Patio de los Naranjos) del Palau de la Generalitat, donde luce un gran lazo amarillos en favor de los presos del procés.
Después de recibir ante las cámaras como regalo dos libros sobre derechos humanos, otro gesto que ha molestado al presidente, Sánchez compareció ante la prensa para justificar una serie de cesiones al independentismo que negó durante la campaña electoral que haría. Tras su fracaso al repetir elecciones y la pérdida de votos, el candidato socialista optó por amarrar su investidura a través de un pacto con Unidas Podemos y ERC que le ha permitido su primera investidura por sólo dos votos y tras tres intentos anteriores fallidos.
Su debilidad parlamentaria le hace depender de los trece votos de los republicanos catalanes y de alianzas que antes rechazaba con grupos como EH-Bildu, en una reedición del bloque que aprobó la moción de censura a Mariano Rajoy. Cada uno de esos votos es necesario para sacar adelante los Presupuestos, sin los cuales la legislatura estaría abocada al fracaso. La reunión de ayer sirvió para que ERC se avenga a negociarlos, dándole oxígeno político.
Así lo reconocieron los republicanos catalanes, en boca de su portavoz en Cataluña, Marta Vilalta, que celebró la apuesta por "la mesa de negociación y la vía política" iniciada con esta reunión. La dirigente de ERC subrayó ayer la importancia de esta "mesa de país" y que su partido tiene muy claras las cuestiones que defenderá en ese foro: los "consensos de país" entre ERC y JxCat sobre la "autodeterminación y la amnistía".
Según explicó, la mesa terminará de concretar si existirá la figura de un mediador o relator, rechazada ayer por Sánchez. El órgano supone "un instrumento que puede ser una oportunidad" con la única misión será "resolver el conflicto político que hay entre Cataluña y el Estado español", ya que el resto de cuestiones, como los 41 puntos para el acuerdo que ha propuesto el presidente del Gobierno corresponden a la comisión bilateral existente entre el Gobierno y la comunidad autónoma.
"Son deberes que ya se tenían que haber hecho y hay otros espacios para desarrollar cuestiones como las competencias o las transferencias", ha aclarado Vilalta, mientras Moncloa intentaba poner en valor el documento que ha entregado Sánchez al president, que incluye muchas de las demandas que han hecho los últimos tres presidentes de la Generalitat, Artur Mas, Carles Puigdemont y el propio Torra.
La dirigente independentista se ha congratulado de que Sánchez no mencionara a la Constitución durante su rueda de prensa. "No ha dicho específicamente Constitución, ha hablado de seguridad jurídica. Cuando acordamos la mesa de negociación se destacó que sería dentro de los principios jurídicos democráticos, que quieren decir también los principios del derecho internacional, donde sí caben los derechos políticos como el derecho a la autodeterminación", aseguró. "Pues bien, vamos a la mesa de negociación, llevemos allí las propuestas y empecemos a negociar", instó Vilalta.
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