"Yo le invito a que se sume al diálogo y al acuerdo, señor Casado. Porque tan importante es el diálogo territorial como el diálogo entre el Gobierno y la oposición". Pedro Sánchez aprovechaba el miércoles la primera sesión de control al Gobierno de esta legislatura para intentar extender sus negociaciones parlamentarias al PP, al que necesita para renovar órganos como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o la Radio Televisión Española.
Tras pactar con ERC, con Quim Torra y hasta con Bildu su investidura y empezar a negociar con ellos los Presupuestos, Sánchez intenta sanear su imagen con una fotografía en la Moncloa con el líder de la oposición, Pablo Casado (PP), al que ha citado el próximo lunes a las 12 horas. Como explicó el propio Sánchez en su cara a cara con Casado el miércoles, su intención es negociar cuestiones que necesitan una mayoría cualificada en el Congreso como la renovación del Poder Judicial, el futuro del Pacto de Toledo, la reforma del modelo de financiación autonómica o el desafío independentista. "Haga usted una oposición de Estado, no sea el eco de la ultraderecha", le instó en el Congreso.
Desde la Moncloa recuerdan el "tono y la actitud" del presidente del Gobierno durante su debate con Casado para destacar su interés en buscar el "encuentro" también con el principal grupo de la oposición. La posibilidad de alcanzar esos pactos de Estado con la derecha no sólo permitirían renovaciones pendientes como la del Consejo General del Poder Judicial, sino que mejorarían la imagen del presidente después de sus reuniones con el presidente de la Generalitat inhabilitado, Quim Torra; con el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián y de episodios sin aclarar como el encuentro del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta de Venezuela en el aeropuerto de Madrid.
Moncloa no niega que después de ese "diálogo" con Torra y con Rufián, resultara extraño que el presidente no se hubiera reunido con el líder de la oposición, que llevaba esperando que le devolviera la llamada desde la noche de las elecciones, el 10 de noviembre, cuando Casado llamó a Sánchez para felicitarle por los resultados e invitarle a negociar una alianza constitucionalista en el Gobierno. En vez de coger el teléfono, Sánchez se apresuró en negociar un Ejecutivo de coalición con Pablo Iglesias que requería el apoyo de los grupos independentistas y nacionalistas del Congreso, en cuyas manos sigue.
Por estos motivos, el PP aclara que Casado acudirá a la Moncloa como gesto de "respeto institucional" y dentro de la misma actitud de intentar acercar el PSOE a posiciones alejadas de la radicalidad de sus socios parlamentarios. "Casado acude a La Moncloa con la intención de que el Gobierno socialista vuelva a las posiciones de moderación y centralidad de las que se ha alejado tras su pacto con Podemos, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y Bildu", señalan fuentes del partido.
En ese encuentro, el líder del PP mostrará su preocupación al presidente por la "degradación institucional" que a su juicio se ha producido en este mes de Gobierno de coalición. Casado está abierto a abordar la cuestión de Cataluña y le trasladará a Sánchez la preocupación de los españoles por la actual situación de "frenazo económico y deterioro del empleo que se vive en España".
Poder Judicial
Mientras, entre bambalinas, ambos partidos han comenzado a allanar un posible acuerdo para renovar el CGPJ. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y el secretario ejecutivo de Justicia del Partido Popular, Enrique López, ya han mantenido algún encuentro para avanzar en la propuesta de los vocales del órgano de los jueces que lleva en funciones más de un año por la falta de acuerdo político, a pesar de que públicamente ni PSOE ni PP reconozcan que la negociación ha comenzado.
Las elecciones del pasado 10 de noviembre arrojaron un resultado en el que Partido Popular y Partido Socialista cuentan con los escaños suficientes en el Congreso de los Diputados y el Senado para proponer y elegir a los jueces. En este sentido, en Moncloa niegan que Unidas Podemos pueda ser un obstáculo para ese acuerdo, porque "el Gobierno es el Gobierno, no son dos partidos". "El simple hecho de que se reúnan ya es positivo y parece que hay voluntad de acuerdo por ambas partes", aseguran desde el Gobierno.
Los 20 vocales que componen el CGPJ son propuestos por los partidos políticos, que eligen a 12 de sus miembros entre el total de candidaturas oficiales presentadas por las asociaciones judiciales o con los avales de compañeros de carrera. Tres quintas partes del Congreso de los Diputados eligen a la mitad de ellos y la misma proporción del Senado, a la otra mitad. Los vocales elegidos votan al presidente, que también ejerce como presidente del Tribunal Supremo.
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