La primera reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno español y el catalán del próximo 26 de febrero ha de servir para hacer un "diagnóstico" del enfrentamiento vivido desde que el PP "encendió la mecha" recogiendo firmas en contra de la reforma del Estatut de 2006, ha opinado este viernes la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de presidir una reunión con los delegados del Gobierno en el Palacio de La Moncloa, Calvo, que formará parte de esa mesa de diálogo, ha culpado al PP de haber permitido que la situación se deteriorara "sin hacer política, sin escuchar, sin dialogar y llevándolo todo a los tribunales" frente a un independentismo que "pretendía de manera unilateral romper el orden constitucional".

Sobre ese pasado que el actual Ejecutivo dice haber heredado del PP, Calvo propone "reflexionar" y "construir un espacio de coordinación, lealtad y reencuentro" donde, ha reiterado, no se precisan mediadores entre los representantes de los Gobiernos español y catalán.

"La acreditación que tenemos quienes formamos parte de los dos gobiernos es más que suficiente para lo que tengamos que decir, dialogar y acordar, más que suficiente", ha respondido a la insistencia de Junts per Catalunya sobre esta figura.

"Cataluña espera soluciones, es una sociedad que en la parte que no es independentista ha sentido de manera muy dolorosa todo lo que ha ido ocurriendo. Hay mucho gente en Cataluña, incluso en el campo del independentismo, que siente la frustración de todo lo vivido. Así que vamos a empezar por una reflexión de qué es lo que ha ocurrido en tanto tiempo, cómo hemos llegado a este punto, cómo salir de aquí en términos absolutamente constructivos para Cataluña y para España", ha desarrollado.

De modo que el próximo 26 de febrero, con la constitución de la mesa que PSOE y ERC pactaron en su acuerdo para investir presidente a Pedro Sánchez, comenzará, a juicio de Calvo, una "etapa radicalmente distinta". "Ni el independentismo puede actuar de la manera que actuó ni la política desde el Gobierno de España puede estar en la desidia absoluta, en el abandono absoluto de los intereses de Cataluña y de España en Cataluña como lo hizo el PP", ha advertido.

Y ha insistido en la idea de que la situación actual es "una herencia de la derecha más antipolítica y menos comprensiva del título VII de la Constitución (sobre el Estado de las Autonomías)".