14 de abril de 2012. España amanece con la noticia de que el jefe del Estado, Juan Carlos I, se ha roto la cadera durante un viaje a Botsuana (África) para cazar elefantes. La Casa Real aclara que el accidente no ocurrió con la escopeta en ristre, sino que el Rey tropezó con un escalón de madrugada en el campamento donde se encontraba. Ocho años después, los datos que arrojan investigaciones periodísticas y fiscales ayudan a entender que el rostro de preocupación del monarca por aquel tropiezo también moral (en el viaje estuvo acompañado de su pareja sentimental extramatrimonial, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein) podría esconder aún más razones.
Según publicó la pasada semana Tribune de Genève, tras el escándalo de la cacería la entidad bancaria panameña donde el rey emérito tenía depositados 100 millones de euros en nombre de la Fundación Lucum que habría recibido del rey saudí Abdul Aziz Al Saud le pidió que los retirara por motivos reputacionales. Fue entonces, según sospecha el fiscal suizo Yves Bertossa, que viene investigando el asunto desde el verano de 2018, cuando ese dinero habría salido de la mencionada cuenta con destino a otra suiza residenciada en Bahamas cuya titular era Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, la amante de Juan Carlos I.
La Fiscalía suiza investiga ahora si los fondos que llegaron a la cuenta del padre de Felipe VI en Panamá se correspondían con un pago por mediar en la adjudicación de la construcción del AVE a La Meca a un grupo de empresas españolas, entre ellas la constructora OHL, del empresario amigo del emérito Juan Miguel Villar Mir.
Precisamente la Fiscalía Anticorrupción española tiene abiertas unas diligencias de investigación para saber si hubo un delito de corrupción en las transacciones internacionales por el cobro de presuntas comisiones en la construcción del AVE a la Meca por parte de ciudadanos españoles. En el marco de estas pesquisas, ha solicitado a la Fiscalía suiza que le envíe los datos que tenga de su propia investigación sobre los 100 millones que Juan Carlos I recibió en su cuenta de Panamá y si tienen alguna relación con dichas presuntas comisiones en Arabia Saudí, como adelantó este miércoles eldiario.es.
Si la información que envíe el fiscal suizo contiene indicios contra Juan Carlos I de delitos económicos como el blanqueo, cuyos efectos pueden prolongarse más allá de 2014 (año en que dejó de tener inviolabilidad como jefe de Estado por su abdicación), la Fiscalía puede presentar los hechos ante la Sala Penal del Tribunal Supremo, que sería la competente para investigar a Juan Carlos I como aforado.
Así lo establece la Ley Orgánica del Poder Judicial, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) un mes después de la abdicación de la Corona en favor de su hijo Felipe VI, que introdujo el artículo 55 bis en el que se especificó que correspondería a las salas Civil y Penal del Tribunal Supremo investigar al rey emérito.
Las cintas de Villarejo
El Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional abrió en verano de 2018 una pieza dentro del caso Villarejo -a la que denominó Carol- tras publicar El Español y Okdiario una grabación que el comisario en prisión preventiva realizó de forma subrepticia a la empresaria alemana sin su consentimiento en un hotel de Londres en 2015.
Durante esa cita, Zu Sayn-Wittgenstein afirmó que Juan Carlos I puso bienes a su nombre utilizándola como testaferro. En presencia del ex presidente de Telefónica y amigo de ambos Juan Villalonga, también contó al entonces comisario en activo que, con ayuda del gestor fiscal Arturo Fasana y del abogado Dante Canonica, el rey emérito habría ocultado el dinero procedente de presuntas actividades ilícitas y que trató de utilizarla a ella para blanquearlo. "Te levantas una mañana y tienes un terreno en Marrakech y él te dice 'dámelo', pero si lo hago es blanqueo. Yo no lo utilizo... es un regalo envenenado". "No lo ha hecho porque me quiera mucho, sino porque resido en Mónaco", afirmó la ex compañera sentimental de Juan Carlos I en dicha conversación. Igualmente, manifestó que el padre del rey pidió comisiones millonarias por su mediación con Arabia Saudí en la adjudicación a empresas españolas para llevar el AVE a La Meca y señaló a Álvaro de Orleans como un presunto testaferro para ocultarlas.
Precisamente a raíz de la publicación del audio, el fiscal suizo Yves Bertossa comenzó su investigación contra Corinna, Dante Canonica y Arturo Fasana, procediendo a registros en los despachos de estos dos últimos en los que, según ha publicado la prensa internacional, se encontró información relevante sobre el origen de los 100 millones de euros de la cuenta panameña del hoy monarca emérito.
El abogado de Corinna dice que la donación que ésta recibió en 2012 fue "un regalo no solicitado del Rey emérito" por el cariño que le había cogido a ella y a su hijo
En aquellas fechas, el juez Diego de Egea -en labores de refuerzo en el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, que instruye el caso Villarejo- abrió y archivó provisionalmente la pieza Carol sobre la grabación del comisario a Corinna de manera prácticamente instantánea. Contó con el informe favorable de Anticorrupción, que consideró que no había indicios suficientes para sostenerla y recordó que en el momento de los hechos Juan Carlos I gozaba de inviolabilidad como jefe de Estado.
La defensa de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein sostiene que los 65 millones de euros que llegaron a su cuenta en Bahamas desde la de Juan Carlos I en Panamá no tienen nada que ver con la construcción del AVE a La Meca, sino que fueron un regalo a ella y a su hijo, de quienes el emérito se había "encariñado" por cuidarle mientras estuvo enfermo.
"En 2012 nuestra cliente recibió un regalo no solicitado del Rey emérito, quien lo describió como una forma de donación para ella y para su hijo, con los cuales se había encariñado. Había pasado varios años de mala salud durante los cuales nuestra cliente lo cuidó. La donación se documentó como un regalo y los bancos realizaron el cumplimiento y la diligencia debida sobre los fondos. Nuestra cliente no tiene lugar en estos procedimientos y aguardamos su pronta recuperación", afirmó Robin Rathmell, el abogado de Corinna, en un escrito dirigido al diario El País.
El papel del ex jefe del CNI
Ahora, la Audiencia Nacional también ha insistido en recibir la información solicitada por la Fiscalía a sus homólogos suizos. El juez Manuel García-Castellón, a quien según fuentes jurídicas se remitiría la información, tendría entonces la oportunidad de hacer lo que no hizo De Egea: investigar la información aportada y, en caso de encontrar indicios delictivos contra Juan Carlos I, elevar una exposición razonada a la Sala Penal del Tribunal Supremo, cuyo presidente es el juez del procés, Manuel Marchena, para que decida si corresponde investigarle o no.
En todo este asunto, el ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español Félix Sanz Roldán -jubilado el pasado mes de julio tras diez años en el cargo- se ve salpicado directamente con un controvertido papel.
Corinna contó a Villarejo en la conversación mantenida en la habitación del hotel londinense en 2015 que el CNI se gastó "millones" para tratar de callarla. Afirmó que tanto ella como sus hijos fueron espiados y perseguidos por unos individuos a los que contrató el servicio de Inteligencia español para que no contara lo que sabía sobre don Juan Carlos y puso el foco de las amenazas en Félix Sanz Roldán, quien ha reconocido que fue a verla a Londres aunque no para presionarla, sino como amigo del Rey emérito.
Esta semana, Corinna Zu Sayn Wittgenstein ha anunciado que dará un paso más y se querellará ante la Justicia inglesa contra el rey emérito además de contra el ex director del CNI por tales amenazas.
Precisamente Sanz Roldán se querelló contra Villarejo, su eterno rival, por afirmar en una entrevista en televisión -igual que contó también en una conversación con este diario- que había amenazado a Corinna para ocultar la información que ésta tenía sobre Juan Carlos I. La empresaria alemana ha confirmado, según ha publicado La Información, que se ratificará en el juicio previsto para el próximo 23 de marzo de Sanz Roldán contra Villarejo por estos hechos en las amenazas que sufrió por parte del director del CNI, quien presuntamente le dijo que habría represalias si hablaba sobre los pormenores de las presuntas comisiones del AVE a La Meca.
Cuando El Independiente entrevistó a Villarejo en junio de 2017, el comisario ya jubilado relató el encuentro de Corinna y Sanz Roldán: "Este señor, interpretando lo que podría pensar el hoy Rey emérito, entendió que la princesa Corinna tendría que recibir de alguna manera una amenaza o un rapapolvo para que o volviera con él o no revelara no sé qué historias. Lo cierto es que la amenazó de muerte, a ella y a sus hijos personalmente en una entrevista en Londres".
Sanz Roldán sigue "ayudando" a Juan Carlos
A pesar de que el general conquense ya no dirige el CNI, fuentes consultadas por este periódico aseguran que Sanz Roldán continúa ayudando al rey emérito y que ha realizado gestiones para él coincidiendo con las últimas informaciones periodísticas en torno a los fondos recibidos por el monarca desde Arabia Saudí.
Con 82 años y múltiples achaques de salud, Juan Carlos I está retirado de la vida pública desde el pasado 2 de junio, cuando, coincidiendo con el quinto aniversario de la abdicación, dejó de participar en actos institucionales.
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