Como ya lo hiciera este viernes, el presidente del PP, Pablo Casado, ha vuelto a comparecer minutos después de la declaración institucional de Pedro Sánchez, en que el presidente del Gobierno ha concretado las medidas del segundo estado de alarma de la historia de la democracia española con el que, entre otras restricciones, ha quedado prohibido circular por la calle salvo excepciones justificadas, como la compra de alimentos o el cuidado de personas dependientes o mayores.

Casado ha vuelto a subrayar el respaldo del principal partido de la oposición a la decisión de aplicar el estado de alarma como medida drástica de contención del coronavirus aunque, desde el principio de su intervención, ha criticado duramente la "división interna" del Gobierno en el trámite del decreto, después de un Consejo de Ministros extraordinario que se ha alargado más de siete horas y media.

"El Gobierno ha mostrado una profunda división interna cuando lo que se demandaba era unidad y responsabilidad y ha tenido que celebrar tres Consejos de Ministros en cuatro días para tomar medidas que le pedimos hace semanas", subrayaba Casado. "No se puede exigir unidad a la oposición cuando el Gobierno está dividido", añadía, para acto seguido reivindicar la "lealtar" que abanderará el PP en la lucha contra el coronavirus.

Este sería el tono, el del reproche disfrazado de apoyo, que seguiría a toda la declaración. "El retraso con el que Sánchez ha actuado con esta crisis es evidente", seguía, censurando la "improvisación e incapacidad de reacción que hoy se ha vuelto a ver".

El presidente del PP ha reconocido haber hablado con el jefe del Ejecutivo en las últimas horas, una conversación en la que "le anuncié que le iba a apoyar", si bien ha criticado que la concreción de medidas se haya demorado 36 horas. "La pandemia no puede esperar y hemos perdido demasiado tiempo".

Con todo, Casado ha echado un capote a Sánchez frente a las presiones nacionalistas procedentes del presidente de la Generalitat, Quim Torra o del lehendakari Íñigo Urkullu, que han denunciado el decreto del estado de alarma como un intento de "recentralización" y de confiscar "nuestras competencias en salud, seguridad y transporte", escribía el líder catalán en Twitter.

El jefe de la oposición ha reivindicado el "mando único" que debe abanderar Sánchez en una situación "que ya es gravísima". "El Gobierno tiene todo nuestro apoyo para ejercer las atribuciones que el estado de alarma le transfiere", aclaraba.

Durante su declaración institucional, que ha finalizado tan sólo unos minutos antes de que comenzase la de Pablo Casado, Sánchez ha recalcado la necesidad de una acción coordinada con los gobiernos autonómicos, tras las sonoras quejas de País Vasco y Cataluña contra la centralización de servicios como Sanidad o Interior. «Es necesaria una respuesta común a esta crisis. La solidaridad, el diálogo y la cohesión territorial estarán presentes en todo momento porque el virus no distingue de territorios, ni de ideologías políticas», ha dicho Sánchez, que ha subrayado la colaboración con las autonomías como una condición «indispensable» para superar la crisis.

Crisis económica tras la emergencia sanitaria

Casado ha apelado a la "responsabilidad de todos los españoles" y ha sido rotundo al afirmar que "venceremos", aunque tras la emergencia sanitaria vendrá una "crisis económica cuyo impacto aún desconocemos", en la que tocará "dilucidar responsabilidades", ya que ahora no es el momento.

"Tenemos por delante el reto de la recuperación nacional", ha sostenido Casado para volver a subrayar las 10 medidas de su plan de choque económico que siguen encima de la mesa para frenar la pandemia y explicar las propias del Ejecutivo de coalición, para lo que ha pedido la "comparecencia cuanto antes en el Congreso" del presidente del Gobierno.