Felipe VI se ha dirigido de forma extraordinaria a la nación para transmitir un mensaje de apoyo a los millones de ciudadanos confinados en sus casas como parte del paquete de medidas drásticas adoptadas por el Gobierno, con el beneplácito de la oposición, para combatir la pandemia. "España recuperará su pulso, su vitalidad, su fuerza. Este virus no nos vencerá, al contrario, nos hará una sociedad más fuerte". Con estas palabras ha finalizado el Rey su mensaje a la nación en su primera aparición tras el estallido de la crisis.

El jefe del Estado ha reconocido que se trata de una crisis "muy seria y grave" para lo que ha hecho un llamamiento a "dejar de lado nuestras diferencias" y "unirnos en torno a un mismo objetivo" que es superar una emergencia sanitaria que ya afecta en España a más de 14.700 personas y se ha cobrado la vida de otras 741.

Es una crisis temporal, un paréntesis en nuestras vidas"

"Es momento de resistir, aguantar y adaptar nuestro modo de vida a las indicaciones de las autoridades" y, aunque "es fácil decirlo y nada fácil hacerlo", insistía en que "es una crisis temporal, un paréntesis en nuestras vidas" del que España saldrá "más temprano que tarde". En este punto, ha apelado a la responsabilidad de los ciudadanos, que con su "esfuerzo" y "pequeñas acciones" contribuyen a lograr un objetivo común.

Durante la intervención, el monarca ha querido agradecer la labor del personal sanitario del país, del que ha dicho sentir "la mayor admiración y respeto". "Sois la vanguardia de España en la lucha contra esta enfermedad, y sois nuestra primera línea de defensa", por lo que "no os puede extrañar que desde las casas de España se oiga un aplauso emocionante y sentido", en relación a la cita en que todos los días a las ocho de la tarde los ciudadanos están llamados a aplaudir en los balcones de sus casas.

Felipe VI ha presidido esta tarde en el palacio de la Zarzuela una reunión del Comité de Gestión de la crisis, que integran, además Pedro Sánchez, los ministros de Defensa, Sanidad, Interior y Fomento, esto es, Margarita Robles, Salvador Illa, Fernando Grande-Marlaska y José Luis Ábalos, respectivamente.

Aunque mantiene un contacto permanente con el presidente del Gobierno, el jefe del Estado aún no había hecho ninguna alusión pública ante la grave emergencia sanitaria. Sin embargo, la Casa Real sí se había dirigido recientemente a la opinión pública, después de informar el pasado fin de semana de que Felipe VI había renunciado a cualquier herencia que pudiera concederle el monarca emérito, al que le retiraba además su asignación del presupuesto público. Una decisión drástica, que se tomaba a raíz de las informaciones que vinculaban al Rey con cuentas de Juan Carlos I en paraísos fiscales.

Durante el discurso había convocada una cacerolada, promovida por grupos republicanos a través de las redes sociales, que tenía como fin protestar contra la monarquía y pedir que la supuesta fortuna del rey emérito se done al sistema sanitario español.

Más allá de los habituales mensajes de Nochebuena, el Rey no se había dirigido a la nación desde octubre de 2017, en vísperas de la aplicación del artículo 155 en Cataluña.

Desde que comenzó la crisis del coronavirus en España, se ha atendido a imágenes históricas, nunca vistas en toda la democracia, consecuencia de una emergencia sanitaria sin precedentes. Tan sólo se ha decretado una vez el estado de alarma -durante la crisis de controladores aéreos en 2010-, y estos días se ha atendido a Consejos de Ministros telemáticos, suspensiones electorales o un pleno parlamentario del presidente del Gobierno ante un hemiciclo 'fantasma'.