Se trata, posiblemente de la que será la última gran medida social del Gobierno de coalición para afrontar la crisis del coronavirus, pero con voluntad de que se mantenga más allá del estado de alarma. El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, trabajan mano a mano ellos y sus respectivos equipos para sacar adelante la renta mínima vital, aunque la "complejidad técnica" de la medida, según fuentes gubernamentales, les obliga a ser escrupulosos "para evitar que nos acusen de improvisación".
La tesis de los ministros de Unidas Podemos respecto a la renta mínima se impone en mitad de la pandemia. En muy buena medida es ahora o nunca. Iglesias lleva semanas trabajando en ello, tal y como adelantó El Independiente, y ha encontrado en Escrivá a un aliado.
El modelo no está terminado de perfilar, "depende también de los niveles de ingresos de las Comunidades Autónomas" y la gran batalla en el seno del Consejo de Ministros será el alcance de la misma, esto es, si tiene periodo de caducidad una vez pase el estado de alarma y las medidas del confinamiento se suavicen, de modo que arranque la actividad económica y productiva, o se alarga en el tiempo para instalarse definitivamente, tal y como quiere la formación de Pablo Iglesias.
El ministro Escrivá ya hizo un profundo estudio sobre el ingreso vital siendo director de la AIReF
El propio Escrivá reconocía este jueves en la presentación de los catastróficos datos de desempleo del mes de marzo su voluntad de “cumplir con el compromiso que anunció este Gobierno, y lo queremos hacer en el menor tiempo posible. Lo que pasa es que una medida compleja, que tiene que estar perfectamente diseñada y que debe contar con las comunidades autónomas, con las que estamos hablando sobre ello”. Eso genera dudas respecto a la posibilidad de que pase por la mesa del Consejo de Ministros del próximo martes, sin descartar que haya una reunión extraordinaria este fin de semana para solicitar al Congreso una más que segura nueva prórroga del estado de alarma.
En todo caso, los cálculos del sector morado del Gobierno es que de la misma se puedan beneficiar unos cinco millones de personas que recibirían un ingreso superior a los quinientos euros. Por su parte, Escrivá, siendo máximo responsable de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), encargó un estudio exhaustivo sobre el alcance de esta renta, que estaría por debajo de la cuantía que propone Unidas Podemos y para la que defendía un periodo progresivo de instauración de tres años, nada que ver con la actual perentoriedad.
Unidas Podemos lucha por atribuirse las medidas más sociales del gobierno de coalición
No es la primera vez que Iglesias y Escrivá van de la mano. Han hecho piña en otros asuntos de calado social, incluso a la hora de unir fuerzas para pedir que se decretara el estado de alarma, posición a la que se sumaron también la ministra de Defensa, Margarita Robles; el de Transportes, José Luis Ábalos y la de Ciencia y Tecnología, Reyes Maroto. Finalmente, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez se rindió a la evidencia de una situación insostenible que exigía medidas de excepción como el confinamiento ciudadano para intentar atajar el contagio.
Más compleja fue, sin embargo, la relación de la vicepresidencia segunda con el departamento de Transportes para sacar adelante los microcréditos con los que hacer frente el impago de los alquileres. No salió la propuesta de Iglesias de suspender por dos meses esos pagos, pero en una negociación de última hora aseguraron haber conseguido imponerse en los capítulos de mayor alcance social de esa medida. De hecho, fue Pablo Iglesias el que compareció en rueda de prensa y no Ábalos, aunque en el entorno del también secretario de Organización del PSOE, aducen que "Ábalos no tiene esa ansiedad por figurar. Es partidario de que la gente esté contenta y él no va a meter el codo".
Lo cierto es que la visibilidad de los ministros de Unidas Podemos está siendo mínima. Desde el 14 de marzo, día que se decretó el estado de alarma, Iglesias ha comparecido sólo 2 veces, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, se estrenó este miércoles en rueda de prensa en Moncloa, y el de Universidades, Manuel Castells sigue desaparecido. Además, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha tenido una segunda confirmación de coronavirus.
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