Pablo Iglesias no tiene la más mínima intención de jugar un papel de mero espectador en la oferta de gran acuerdo que ha lanzado el presidente del Gobierno al conjunto de las fuerzas políticas. El vicepresidente segundo no sólo quiere hacer valer su papel de líder de la cuarta formación política del país, sino también de miembro destacado del gobierno de coalición. Y aunque Unidas Podemos ha considerado innecesaria además de extemporánea la oferta de pacto nacional al estilo de los de la Moncloa de 1977, el líder morado se va a implicar a fondo, en muy buena medida para que los acuerdos no se desvíen de la senda política, económica y social que defiende Podemos.
Iglesias ya ha puesto a trabajar a su equipo "en una propuesta de diálogo", según ha podido conocer El Independiente. Elaborarán un documento donde el sector morado del Gobierno plasmará sus propuestas en materia de empleo, economía, salario mínimo interprofesional, fronteras o turismo de cara a la reconstrucción del país una vez pase la emergencia sanitaria por el coronavirus. "Queremos hacer nuestra aportación", señalan fuentes del entorno del vicepresidente segundo.
Iglesias "debatirá con Sánchez" su plan para la reconstrucción de España en al era postcoronavirus
No se trata, sin embargo, de participar en esas reuniones con dos voces distintas, la del sector socialista del gobierno por un lado, y el morado por otro, "sino de presentarle al jefe del Ejecutivo nuestra propuesta", de modo que "los dos socios de coalición debatan sobre las medidas a medio plazo" que necesita el país. No hay ningún encargo en este sentido de Sánchez "sino que nosotros queremos hacer nuestra aportación".
En vicepresidencia segunda consideran "inevitable" que Iglesias participe de esos encuentros una vez que dejen de ser bilaterales. No será para estas primeras reuniones de Sánchez con los líderes de la oposición si es que el presidente nacional del PP, Pablo Casado, acepta el encuentro del jueves del que se ha enterado por los medios de comunicación. Todo apunta a que, finalmente, acudirá, pero, de momento, esa es una decisión que ha quedado en suspenso a la espera de la llamada del gabinete del jefe del Ejecutivo para convocarle, bien presencialmente o de forma telemática, que aún no se sabe, aunque Génova se ha dirigido a Moncloa para quejarse por los modos.
Lo cierto es que todos son incógnitas en torno al formato de estos encuentros. En principio Sánchez anunció en sede parlamentaria una gran reunión para esta semana de todos los posibles participantes, esto es, partidos políticos, agentes sociales y presidentes autonómicos, aunque el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, consideró que no era el momento. Ahora son bilaterales, pero es de esperar que en algún momento serán abiertas e Iglesias "estará inevitablemente presente", insisten las fuentes consultadas.
El vicepresidente no duda en estar presente cuando el formato de las reuniones sea abierto
Los morados creen, sin embargo, que la oferta "se está enfocando mal", sobre todo si busca su legitimidad en la memoria de los Pactos de la Moncloa. Aducen en este sentido que "no tienen nada que ver. Estamos en un tiempo diferente". Prefieren hablar de pactos de reconstrucción nacional y exorcizar el riesgo de que algún actor político piense "que este es un artilugio para echarnos de Moncloa".
Precisamente, la ministra portavoz, María Jesús Montero, insistió este martes en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros que la oferta se hace sobre la base de mantener los actuales acuerdos gubernamentales, tanto los de coalición, como los parlamentarios, lo que incluye a partidos nacionalistas como el PNV e independentistas, léase, ERC.
A quien sí ha puesto a trabajar directamente Sánchez en una oferta de pacto nacional que no asuste a Europa es a la ministra de Economía, Nadia Calviño. Depositaria de la ortodoxia económica junto a la titular de Hacienda, velarán porque esos acuerdos, si los hay, no descarrilen por la senda de un gasto que ya está desbocado para hacer frente a la sangría de puestos de trabajo y de empresas que se está llevando por delante la pandemia del covid-19.
Negociación presupuestaria
Los próximos Presupuestos de emergencia nacional pondrán a prueba la sinceridad del espíritu pactista que parece haber invadido Moncloa, aunque sus primeros pasos con respecto al PP no dejan de dar argumentos a Casado para desconfiar de la oferta. Las ácidas críticas de la portavoz socialista Adriana Lastra el pasado jueves en sede parlamentaria y el gesto de no comunicar a Génova el deseo de Sánhcez celebrar una primera reunión este jueves, no hace más que dar munición a los que no se creen al jefe del Ejecutivo.
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