Primero iban a ser unos nuevos Pactos de la Moncloa reeditados este año para precisar "una unidad mucho más fuerte y compacta" en que las fuerzas políticas aborden conjuntamente una "encrucijada histórica". Después, el Gobierno recogió el guante planteado por Ciudadanos y los rebautizó como los "pactos de la reconstrucción"; y, finalmente, serán los acuerdos 'del Congreso': Moncloa ya no será el escenario, Sánchez renuncia a acaparar todo el protagonismo; Iván Redondo ya no asumirá el control de los grupos de trabajo, como planteaba el borrador inicial que no ha aceptado Casado; e Iglesias no presidirá, junto al resto de vicepresidentes, dicha cita con el resto de formaciones.
Desde que la ministra portavoz, María Jesús Montero, avanzase en rueda de prensa en la tarde del lunes que, efectivamente, las negociaciones se trasladarán al Congreso de los Diputados en el formato de una comisión parlamentaria, Moncloa y Génova negocian la fórmula en la que se asentará dicha mesa, si bien ambas partes coinciden en la idoneidad de que comience "lo más pronto posible".
La decisión sobre los plazos, la composición -qué partido la preside- y resto de materias relacionadas con la mesa de reconstrucción será decisión de la Mesa del Congreso que preside Meritxell Batet y que tiene fijada una reunión esta misma tarde. Las conclusiones servirán de hoja de ruta para la reactivación social y económica del país tras el impacto del coronavirus, con cuestiones pendientes como si se incluirá finalmente la tramitación de unos nuevos Presupuestos en dicha comisión.
Aunque no desistirá en seguir adelante con su línea de oposición "poniendo de relieve las discrepancias con el Ejecutivo", Génova celebra este acuerdo de mínimos alcanzado con el Gobierno y que, finalmente, Sánchez haya cedido a la petición del principal grupo de la oposición de llegar a acuerdos "con luz y taquígrafos" y "muy puntuales", tal y como exigió la pasada semana Casado en el marco de la bronca sesión de control al Ejecutivo.
En un tono mucho más relajado, con el que Casado destacaba la "buena disposición" que ha encontrado en el presidente del Gobierno en el marco de la videoconferencia que ambos dirigentes mantuvieron en la mañana del lunes, el líder del PP se abría por fin a formar parte de ese diálogo, en el que también estará Ciudadanos, ERC, PNV y EH Bildu. Según confirman fuentes del PP, durante la reunión Casado destacó en varias ocasiones la "incoherencia" que hubiese supuesto unirse a una mesa para la reconstrucción nacional "cuando están sentados aquellos que dicen querer destruir España", entendiendo la fallida reedición de los Pactos de la Moncloa como un órgano "de renegociación del programa del Gobierno" y una salida para "compartir los errores" del Ejecutivo en la gestión de la crisis.
Sin embargo, entienden que trasladar ese diálogo al Parlamento implica "resolver de verdad" los problemas originados por la pandemia, con la participación de todas las fuerzas políticas que los españoles decidieron que tuviesen representación en las pasadas elecciones. "Yo comparto hemiciclo con JxCat y ERC, pero no puedo asumir sentarme con ellos en una mesa extraparlamentaria", zanjaba el propio Casado.
Proponen los populares que el debate se abra al modelo de comisiones parlamentarias como la del Pacto de Toledo, con la implicación de expertos y agentes sociales, así como el permanente contacto con las comunidades autónomas. El formato que plantea Casado implica elevar directamente al pleno las propuestas de la comisión, con el objeto de acelerar los plazos "con eficacia".
Moncloa, por su parte, ha elogiado la "lealtad constitucional" del PP por aceptar la mano tendida del Ejecutivo y ha incidido en que "lo de menos ahora es el formato" para llegar a acuerdos de calado político para combatir el coronavirus, aunque los pactos sobre las medidas queden diluidos en una simple mayoría de los grupos en el Parlamento.
Casado se desvinculó desde el principio del "señuelo" y el "trampantojo" de los Pactos de la Moncloa, remitiendo cualquier oportunidad de acuerdo a alianzas aisladas, "como Aznar apoyando el Pacto de Toledo; Zapatero el antiterrorista; Rajoy el artículo 135 y Sánchez el 155".
Vox se abre a participar
La sorpresa de la jornada del lunes llegó después de que Sánchez aceptase la condición de Casado de trasladar al Parlamento los acuerdos de reconstrucción nacional, con Vox anunciando que "en principio" estarían dispuestos a participar en la mencionada comisión.
"Es algo que nosotros hemos reclamado", justificaba Santiago Abascal, cuya formación se ha querellado contra Sánchez por "imprudencia grave con resultado de muerte". El pasado miércoles, el líder de Vox declinaba hablar con un Gobierno "negligente, falsario y desleal".
Vox se abre ahora a ese diálogo por tratarse de un debate en el seno del Parlamento, donde "mantendremos el diálogo con el resto de formaciones políticas".
Enfado por la "falta de rigor" de Sánchez
Tras los cambios en la hoja de ruta de Sánchez posteriores a la reunión con Casado -el Ejecutivo había citado a las fuerzas políticas a una videoconferencia este martes, que finalmente canceló para trasladarla al Congreso- el PNV ha criticado la "falta de rigor e improvisación" que no hace sino "abonar la desconfianza" de los nacionalistas vascos hacia la gestión del Ejecutivo en la crisis, y han lamentado que se les trasladase la conformación de un foro de reconstrucción para modificarlo tras hablar con el PP.
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