Todavía no se han calmado las aguas populares tras el acuerdo entre Pedro Sánchez e Inés Arrimadas, para convalidar la cuarta prórroga del estado de alarma, cuando la brecha entre el PP y Ciudadanos sigue acrecentándose aún más. Este jueves se constituía en el Congreso de los Diputados la comisión parlamentaria para la reconstrucción social y económica por la crisis del coronavirus, con dos candidaturas a presidirla, esto es, la del socialista Patxi López y la de la popular Ana Pastor.

No había, en principio, nada que aventurara problemas para el ex lendakari y ex presidente del Congreso, que, de hecho, ha salido elegido, pero la sorpresa ha saltado cuando ni el diputado de Ciudadanos que se sienta en la comisión, José María Espejo, ni los cinco representantes de Vox, con Iván Espinosa de los Monteros y Macarena Olona a la cabeza, han votado a la dirigente popular.

Espejo, en representación de los diez diputados de Ciudadanos -el voto es ponderado en función de la representación que se tiene en la Cámara- optó por votar en blanco, mientras que los cinco parlamentarios de Vox en la comisión no participaron del proceso de elección por disconformidad con el método puesto que querían una elección con papeleta y no a mano alzada.

La situación ha provocado una reacción airada de diputados del PP como la orensana Ana Vázquez Blanco, quien tras recordar que "ni Vox ni Cs apoyaron a Ana Pastor!!", avisa con un "no se olvidará!!".

Otros mensajes en Twitter comparaban la formación académica y el currículum de ambos aspirantes. "Ana Pastor: Licenciada en Medicina y Cirugía. Ejerció de médico asistencial. Fue ministra de Sanidad y de Fomento. Patxi López: No terminó la carrera. Lleva desde los 16 años en el PSOE. Fue lehendakari. Adivinen quién presidirá la Comisión de Reconstrucción tras el coronavirus".

Pero la mayoría, entre ellos el del hijo del ex vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos, también ponía el acento en el voto en blanco de Ciudadanos y de Vox, sobre todo por producirse tras la bronca sesión parlamentaria de este miércoles en la que el PP optó por abstenerse mientras que Ciudadanos rompió la política de bloques para afianzar las filas del "sí" a una nueva prórroga del estado de alarma, aunque sin ninguna garantía de que vuelva a salir adelante en caso de que Sánchez pida la quinta, tal y como tiene previsto hacer.

Por su parte, Vox ha justificado su decisión de no participar en las votaciones "porque se ha vulnerado el Reglamento al impedir el voto secreto" y recordado que sí apoyaron a Ana Pastor para que volviera a presidir la Cámara Bajan, "mientras que en multitud de comisiones y mesas, vosotros y la izquierda nos habéis apartado" en respuesta a las críticas recibidas del PP.

No han sido los únicos en arremeter contra la estrategia de Inés Arrimadas. FAES se ha sumado al coro de los críticos marcando el camino del PP. La misma fundación, con José María Aznar, como propagandista principal de Ciudadanos en la época en que Mariano Rajoy presidía el PP, hoy ataca a la sucesora de Albert Rivera. Dice de Arrimadas que su apoyo a la prórroga «suena a expiación autoimpuesta o a una tardía búsqueda del tiempo perdido, y apunta irónicamente a que "cuando la remendación esencial para no contagiarse es mantener las distancias, deciden arrimarse».

De fondo surgen las dudas sobre la salud de los pactos locales y autonómicos firmados entre las dos fuerzas políticas. En la Comunidad de Madrid van de sobresalto en sobresalto dejando de manifiesto sus profundas discrepancias a la hora de gestionar la crisis del coronavirus, que se ha encarnizado especialmente con este territorio. el penúltimo capítulo tuvo lugar ayer con la dimisión de la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, que se negó a firmar la petición de pase a la Fase 1 de la desescalada por entender que el sistema sanitario madrileño no está preparado todavía si hay un repunte, tesis a la que se abonó en un principio la presidenta autonómica.

Fuentes regionales del PP admiten a El Independiente que los socios de Ciudadanos se enteraron tanto de esta dimisión como del nombramiento de Antonio Zapatero, que fuera responsable del hospital de Ifema por la prensa. lo que da una idea del clima de las relaciones entre Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado.