"¡Voy con mascarilla y voy a cumplir la ley, pero me voy a acordar del Gobierno de ruina y muerte que tenemos!"
Joaquín Ariza se desgañita cada tarde en la calle Núñez de Balboa. Su voz es la que más alto suena en las protestas del barrio de Salamanca. Es el hombre que prende la mecha de los manifestantes contra Pedro Sánchez. Un ex empleado de banca de 59 años, nieto de un fusilado por el bando republicano en la Guerra Civil, antiguo militante de UCD, hijo de un militar que estuvo en La Moncloa con Adolfo Suárez y ahora abuelo de una niña e indignado con la gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus. "Este movimiento llegará lejos porque es sincero y respetuoso con la ley", afirma en una conversación con El Independiente.
Vecino del barrio de Salamanca desde hace cinco años, Joaquín Ariza volvía el domingo de comprar un vitamínico en la farmacia cuando le paró la policía por gritar "¡Gobierno dimisión!". Su imagen con los brazos en alto se hizo viral y animó a muchos vecinos a sumarse a las protestas. " ¿Por qué me identificaron? Por protestar. Soy abuelo, tengo una nieta, no soy kale borroka, me ducho todos los días y no tengo ganas de montar ningún lío. Soy razonable, me gusta leer, la música clásica, soy una persona normal", señala. "Pero ese día despertó en mí un sentimiento de indignación".
Y desde entonces, sale a diario a liderar las protestas. "Pero siempre de acuerdo a la ley", repite. "Está muy bien el Estado de Alarma, lo entiendo y voy a cumplir la ley. Que me tengo que manifestar caminando y con dos metros de distancia, me parece perfecto y lo comparto. Pero mientras yo respete la ley, a mí no me pueden callar. Y no me van a callar".
La foto de un abuelo con un tiro en la sien
El padre de Joaquín Ariza, del mismo nombre, fue ayudante militar de Adolfo Suárez, de Leopoldo Calvo-Sotelo y de Felipe González. Más atrás en el tiempo, su abuelo Francisco, era un abogado de derechas que fue detenido en 1936 durante una turba en Madrid. Poco después fue fusilado y su familia todavía guarda una foto del cadáver después del tiro de gracia, tal y como contó Joaquín Ariza padre en un reportaje en El Español.
"Mi padre siempre llevaba esa foto", recuerda ahora el hijo. "Incluso cuando tuvo que hacer de guía a Santiago Carrillo en el Palacio de la Moncloa durante la presidencia de Suárez. Mi padre sabía que su padre había muerto por orden de Carrillo, pero no le dijo nada".
Con esa historia se educaron Joaquín y sus cuatro hermanos. "Yo he visto la foto con el tiro en la sien, el tiro de remate. Pero desde el año 75 no habíamos hablado de eso. Sabemos que se mató a mucha gente de los dos bandos. Yo pensaba que esa herida estaba cerrada y cicatrizada, pero son cosas que por interés político vuelven al presente".
"Me muero de risa con los que me llaman facha"
La calle Núñez de Balboa se ha convertido en el epicentro de las protestas contra el Gobierno. La mayoría de la gente porta banderas de España y el ambiente es claramente de derechas."Pero a mí que no me llamen facha", señala Joaquín Ariza. Yo milité en UCD durante los primeros años de la Transición. Me muero de risa yo con los que me llaman facha".
Este movimiento podría haber nacido en cualquier otro sitio, en Vallecas, en Fuenlabrada o en Alcobendas"
"No tengo nada, absolutamente nada de facha. 'Los fachas, los fachas'. Yo no soy facha. Que los hay en la protesta, seguro. Habrá fachas y habrá de todo. Pero esto no es una cuestión de partidos políticos, es una cuestión de vecinos, de la vida", añade este hombre, al que la gente del barrio le empieza ya a conocer. "Al final, de estar ahí todos los días vas conociendo a gente. Pero esto está creciendo tanto, que cada día hay muchísima gente nueva".
El barrio de Salamanca tiene una de las rentas más altas de España y es un enorme caladero de votos del PP y de Vox. Pero Joaquín cree que la chispa saltó en este distrito por casualidad. "Esto nace porque la policía tomó la calle Núñez de Balboa al asalto el domingo 11 mayo sin que ocurriera nada. Ese fue el origen, pero podría haber nacido en cualquier otro sitio, en Vallecas, en Fuenlabrada o en Alcobendas, pero pasó aquí".
Un megáfono en Amazon
De momento, no hay nada organizado entre los vecinos. "Esto es espontáneo y el objetivo único es protestar. Me consta que está ocurriendo en otras ciudades y es lógico, es un sentimiento que ha ido calando y que nos obliga a salir a protestar", explica. "Crecerá mucho y que crezca lo que tenga que crecer, pero siempre cumpliendo la ley. Siempre, siempre. La democracia se protege defendiendo la ley".
Joaquín Ariza tiene ya la voz algo ronca. "De tanto chillar y chillar", asiente. Grita contra el Gobierno, pero también recordando a la gente que cumpla con el Estado de Alarma, que se manifieste en movimiento y manteniendo la distancia de seguridad. Muchos no lo cumplen. Muchos no le oían. Por eso, el martes por la noche cuando llegó a casa tras la protesta, abrió el ordenador y se compró un megáfono por Amazon: "Ahora me escucha toda la calle".
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