El Director Adjunto Operativo (DAO) de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, ha presentado su dimisión irrevocable tras la destitución fulminante del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid por negarse a facilitar al Ministerio del Interior información sobre la causa judicial relativa a la manifestación del 8-M, en la que está imputado por prevaricación administrativa el delegado del Gobierno en Madrid (José Manuel Franco).
Según ha avanzado el diario Vozpopuli y ha confirmado El Independiente en fuentes del Instituto Armado, la renuncia del número dos de la Guardia Civil se produce por la disconformidad con el cese de Pérez de los Cobos, al que la directora general (María Gámez) comunicó telefónicamente la destitución el pasado domingo. El equipo de Interior pretendía conocer el contenido de las diligencias practicadas por la unidad que actúa como Policía Judicial en este procedimiento, pese a que la juez había ordenado de forma expresa a los agentes que sólo le informaran a ella del avance de las pesquisas.
La marcha del teniente general asturiano, que cumplió los 65 años el pasado 23 de marzo y había decidido continuar unos meses en el cargo debido a la crisis del coronavirus, deja aún más al descubierto las razones políticas que subyacen tras la "pérdida de confianza" alegada por el equipo de Grande-Marlaska para justificar la decisión de remover del cargo a Pérez de los Cobos y abre una grave crisis en el Cuerpo, donde el malestar existente es notable por las intromisiones en su trabajo.
El titular de Interior ha ahormado un equipo de su absoluta confianza para afrontar la presente legislatura, tras prescindir de Ana Botella como secretaria de Estado y colocar a Rafael Pérez -su antiguo director de gabinete y juez de profesión como él- y poner al frente de la Guardia Civil a María Gámez, prescindiendo del alto cargo que había impuesto la ministra Margarita Robles en el pasado mandato: Félix Azón.
Los guardias civiles se muestra muy críticos con la gestión realizada hasta ahora por Gámez, a la que acusan de haber estado "desaparecida" en plena crisis de la covid-19 y de defender más los intereses del Gobierno que los de los agentes a los que dirige.
Santafé, ¿sustituto de Ceña?
Los nombramientos o asignaciones y los ceses de los cargos y destinos correspondientes a oficiales generales son competencia del ministro del Interior, según marca la ley. Fue Fernando Grande-Marlaska quien firmó el nombramiento de Laurentino Ceña como DAO hace más de año y medio y quien tendrá que rubricar ahora su cese.
En el seno de la Guardia Civil se daba por hecho hace unos meses que el próximo Director Adjunto Operativo sería el valenciano Fernando Santafé, promovido a la Jefatura del Mando de Operaciones el 30 de julio de 2018 en sustitución precisamente de Ceña cuando el titular de Interior le confió a éste la responsabilidad a la que ahora renuncia. La antigüedad y el escalafón son los criterios que prevalecen.
Laurentino Ceña da un portazo al estar en desacuerdo con la destitución de Pérez de los Cobos y deja más en evidencia las razones políticas que subyacen tras el cese del coronel
Santafé se encontraba entonces al frente del Mando de Información, Investigación y Ciberdelincuencia y es uno de los tenientes generales que se encuentran en activo junto a Francisco Díaz Alcantud -Jefe del Mando de Personal- y Rafael Galán Toledo, jefe del Mando de Apoyo (Madrid).
En julio de 2017, el ministro Juan Ignacio Zoido (PP) implantó una nueva estructura operativa tanto en la Guardia Civil como en la Policía Nacional que supuso la eliminación del DAO, repartiendo la responsabilidad en varios mandos. Ese modelo duró menos de un año: Grande-Marlaska lo enterró semanas después de llegar al Ministerio del Interior y volvió al organigrama que había implantado el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba (ya fallecido).
El 4 de agosto de 2018, una vez rescatado el organigrama que desmontó Zoido, Laurentino Ceña alcanzó la máxima responsabilidad a la que podía aspirar: la Dirección Adjunta Operativa (DAO). Ahora renuncia en desacuerdo con la destitución de un subordinado y da por cerrada su hoja de servicios después de más de 45 años.
En el Instituto Armado se pasa a la situación de retiro por edad cuando se alcanzan los 65 años, sin que esta limitación alcance al DAO. En su artículo 93, la Ley de régimen del personal de la Guardia Civil establece que el teniente general que se encuentre al frente de la Dirección Adjunta Operativa «permanecerá en la situación de activo mientras ostente dicho cargo», pasando a la reserva o retiro -según proceda- una vez que deje de desempeñar dicha responsabilidad.
Tras confirmarse la renuncia al cargo, el ex ministro Zoido ha publicado un tuit de apoyo a Laurentino Ceña: "La dimisión del General Laurentino Ceña, un magnífico profesional y un servidor público ejemplar, demuestra que existe un problema de fondo. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado deben trabajar con absoluta independencia porque son garantes del Estado de Derecho".
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