Los presidentes autonómicos han trasladado al jefe del Ejecutivo sus dudas sobre las medidas que se van esbozando para la vuelta a clase del nuevo curso escolar, en el mes de septiembre, con las dificultades objetivas que conlleva reducir el número de plazas por aula. De hecho, en su último encuentro telemático este domingo le exigieron la convocatoria una conferencia monográfica sobre Educación, según ha podido saber El Independiente de fuentes asistentes a la cita dominical.
Nos les encaja a muchos de ellos la idea de la titular del ramo, Isabel Celaá, en muy buena medida porque su modelo pasa por duplicar aulas y, por tanto, profesorado y rutas escolares si lo que se persigue es limitar el contacto físico entre alumnos de infantil y primaria. En fin, una serie de condicionantes para los que las comunidades no tienen en muchos casos ni recursos materiales ni humanos, al tiempo que subrayan la dificultad de establecer horarios escalonados para que tampoco coincidan los mismos cursos en el comedor o en los recreos.
Todavía hay muchas incógnitas sobre una vuelta segura a las aulas el próximo curso
Aprovechando en todo caso que el modelo definitivo no está cerrado, los presidentes autonómicos quieren tratar esta cuestión en profundidad. Celaá ya ha señalado que los centros educativos deberán habilitar como aulas otros espacios, entre ellos, gimnasios o bibliotecas del centro, y priorizar la presencia de los alumnos de infantil y primaria por entender "que necesitan trabajar presencialmente porque no puede hacerlo de otra manera”, señaló en una reciente entrevista a Catalunya Radio.
Así, la vuelta a las aulas de los alumnos de la ESO, de Bachillerato y de FP para el próximo curso podría esperar un poco más. En cuanto a la apertura de los colegios este mes de junio con asistencia voluntaria de los estudiantes, la titular de Educación destaca “el valor terapéutico y emocional" que tiene para los jóvenes "que han visto muy alterado su curso escolar en 24 horas”, pero que, sobre todo, sirve de recurso para aquellos padres y madres que deben incorporarse a sus puestos de trabajo tras más de tres meses y medio de teletrabajo.
Hoy hemos mantenido una reunión con el director del CCAES, Fernando Simón, y otros cargos de @sanidadgob para preparar el próximo curso en las mejores condiciones de seguridad. Nuestro objetivo es que los alumnos puedan volver de manera presencial a las aulas. pic.twitter.com/7JFB4JSSes
— Isabel Celaá (@CelaaIsabel) June 1, 2020
Es tal la complejidad del reto que este lunes Celaá se reunió con Fernando Simón para "preparar el próximo curso en las mejores condiciones de seguridad". Según explicó el el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el objetivo es "reducir los riesgos el curso que viene", y se ha acordado un calendario de trabajo para tener listas las medidas sanitarias en centros educativos para septiembre, aunque a finales de este mes editarán unas "guías" para que las comunidades autónomas "vayan adaptando sus mecanismos de entrada", informa Europa Press.
Además, la petición de los presidentes autonómicos a Sánchez se produjo tras el malestar evidente -aunque no a causa de ello- que creó en muchos que Pedro Sánchez, en su intervención inicial, apelara a la "excelencia y experiencia" de País Vasco y de Navarra para asumir la gestión en sus territorios del Ingreso Mínimo Vital, exigencia que también le cursaron otros presidentes autonómicos como el gallego Alberto Núñez Feijóo o el valenciano Javier Lambán, uno del PP y otro del PSOE.
Precisamente, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, justificó este lunes en una entrevista en Onda Cero que desde el punto de vista de la gestión del IMV "lo importante es ser eficaces y rápidos y en el País Vasco y Navarra está la singularidad foral. Al tener Hacienda propia son más eficaces y eso no ocurre con el resto". Parecía olvidar Escrivá que la gestión del ingreso mínimo por parte de estas dos Comunidades es parte del acuerdo alcanzado con el PNV a cambio de su apoyo al sexto y último estado de alarma, y que ERC también lo ha introducido en sus conversaciones con el Gobierno para poner precio a su abstención.
Urkullu pide el fin de las videoconferencias dominicales
Además, crece entre los presidentes autonómicos cierto hartazgo por las videoconferencias semanales, ya 12 desde el decreto del estado de alarma, que, a juicio de uno de los asistentes, "van languideciendo". De hecho, hace dos domingos el vasco Íñigo Urkullu pidió que tuvieran periodicidad mensual o, al menos quincenal, cosa a lo que se negó Sánchez, que mantendrá el actual calendario de encuentros telemáticos durante todo el mes de junio, aunque la situación de excepcionalidad tocará a su fin el día 21.
Urkullu tiene la necesidad, al igual que Alberto Núñez Feijóo, de despejar su agenda puesto que celebra comicios autonómicos el 5 de julio y necesita volcarse en la campaña. En todo caso, tanto sus expectativas como las del presidente de la Xunta son bastante positivas. El primero porque puede llegar a sumar mayoría absoluta con el PSE de Idoia Mendía, mientras que el segundo porque podría alcanzar los porcentajes de voto y de escaños de Manuel Fraga en el mejor de sus momentos políticos.
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