Tuvieron que pasar nada menos que 12 conferencias de presidentes autonómicos, para que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, levantara el "cordón sanitario" en torno a la madrileña Isabel Díaz Ayuso y le trasladara su voluntad de "colaborar" con el Gobierno regional. La suya ha sido la relación más difícil y tensa de cuantas se han sucedido en esos encuentros telemáticos, marcada por desplantes en ambos sentidos. La incomunicación era total, hasta que el pasado domingo la madrileña rebajó el tono y el jefe del Ejecutivo tuvo a bien responder directamente a sus requerimientos.

La presidenta se interesó, entre otras cuestiones, por las medidas a implementar para asegurar el control sanitario de fronteras en el principal aeropuerto internacional de España, el de Barajas-Adolfo Suárez, y principal entrada a la región. "Fue suave y moderada y, por primera vez, Sánchez le respondió", narra a El Independiente otro barón autonómico. Esta vez Sánchez no se limitó, impertérrito, a dar la palabra al presidente del Ejecutivo castellano-leonés, Alfonso Fernández Mañueco, que sigue a la madrileña conforme la antigüedad del estatuto de autonomía, que marca el orden de intervención en estas citas.

Ayuso cambió el tono para interesarse por el control sanitario en el aeropuerto Barajas-Adolfo Suárez

Tampoco es que en su respuesta le aclarara los términos de cómo va a ser ese control una vez se abran las fronteras al turismo, el gran caballo de batalla actual y que ya ha provocado, como viene siendo habitual, rectificaciones en el Gobierno. La titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, trasladó ayer por la mañana a un grupo de corresponsales extranjeros su voluntad de adelantar la reapertura de las fronteras terrestres con Portugal y Francia al próximo día 22, una vez culmine el último estado de alarma. Posteriormente, un comunicado, que también distribuyó Moncloa, corregía a la ministra para puntualizar que eso no pasaría hasta el 1 de julio.

En su respuesta a Díaz Ayuso Sánchez se declaró dispuesto a "colaborar" en distintos temas con la Comunidad de Madrid -normalmente se limita a contestar a los presidentes autonómicos con un "tomo nota"- en la que fue la auténtica novedad de la jornada. Sólo el domingo anterior se dirigió cortante a ella cuando, ante sus críticas por el pacto con Bildu, le pidió que no fuera "obstrucionista".

Se verá en las próximas jornadas si Madrid baja en tono de la confrontación, como así parece desde que pasó a la Fase 1, aunque las cosas con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, están muy lejos de mejorar. Su comparecencia ayer en la comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso de los Diputados, en la que calificó de "impresentable" la política de la CAM sobre el reparto de alimentos a niños vulnerables y se esforzó para afirmar que él no tenía ninguna responsabilidad en la dantesca situación de las residencias de ancianos, eleva el tono del enfrentamiento.

Es evidente que Madrid ha sido para el PP la punta de lanza de oposición al Gobierno de coalición y una reunión tras otra Díaz Ayuso usaba la videoconferencia para formular al inquilino de la Moncloa una serie de preguntas que nunca recibían respuesta. En líneas generales las preguntas versaban sobre los motivos por los que Madrid no pasó a la Fase 1 hasta quien días después que otros territorios, quiénes componían el equipo técnico que tomaba esas decisiones, cuáles era los informes del resto de las Comunidades para poder cotejarlos con los datos de Madrid, por qué se trasladaba una imagen "tercermundista" de la comunidad o "¿por qué nos están arruinando?".

Entre medias, Díaz Ayuso había recibido críticas por conectarse tarde a la conferencia después de ir a recibir un avión en Barajas con material sanitario o por asistir a un funeral en memoria de las víctimas de la pandemia de Covid-19, en lugar de responder a la llamada del inquilino de la Moncloa.

Las conferencias de presidentes seguirán, al menos, hasta el domingo 21

Este domingo volverá a reunir a los presidentes autonómicos a pesar de que muchos de ellos acusan cierto "desgaste" del formato y creen que es mejor celebrar conferencias temáticas para abordar, por ejemplo, la vuelta a las aulas en el mes de septiembre. Además, tanto el vasco Íñigo Urkullu como el gallego Alberto Núñez Feijóo están en plena precampaña de sus elecciones autonómicas el 12 de julio y necesitan despejar su agenda, pero la intención de Sánchez es mantener estas citas hasta que termine, al menos, el actual estado de alarma el próximo domingo 21.