"Y yo que pensaba que venía a tender la mano al Gobierno", le ha reprochado el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, al líder del PP, Pablo Casado, durante la sesión de control al Gobierno. Contra el criterio de que algo estaba cambiando entre el Ejecutivo y el primer partido de la oposición e, incluso, se apuntaba a la posibilidad de que los populares se avinieran a una negociación presupuestaria, el debate de hoy no ha dejado lugar a dudas sobre lo lejos que están.
Casado ha arrancado su intervención parafraseando a Felipe González, que comparó recientemente al Gobierno con el "camarote de los hermanos Marx", y cómo los socios de Gobierno "intentan humillarle pidiendo que comparezca", petición a la que se opondrá el PP "por el respeto que yo sí le tengo".
Tras estas consideraciones ha hecho un retrato descarnado de los socios de gobierno: "por un lado Iglesias, que decía que había que iniciar un proceso constituyente; por otro Junqueras, que desde la cárcel le hace sentarse a una mesa por la autodeterminación y, para su vergüenza, también Otegi, que mientras justifica el terrorismo pacta con usted el futuro de los trabajadores", todo ello para preguntarle si su "gobierno radical ha abierto una crisis constituyente".
Ha sido en ese punto cuando Sánchez ha ironizado respecto a que "yo que pensaba que venía atender la mano al Gobierno y nos encontramos con lo mismo de siempre". El jefe del Ejecutivo ha eludido la pregunta de Casado para defender su gestión de la pandemia tanto desde el punto de vista sanitario como económico y social, insistiendo en la tesis de que con el confinamiento "se han salvado 450.000 vidas".
Casado le ha corregido, "son 43.000 víctimas", para calificar de "fracaso" la gestión gubernamental "y por eso tenemos las peores cifras de fallecidos y de parados", pero también "oculta 16.000 víctimas y purga a cargos policiales", en alusión al responsable de seguridad de la Policía Nacional que se adelantó reclamando medidas de protección para los agentes. "A pesar de todo, llevo meses tendiéndole la mano para ofrecerle un 'pacto sanitario Cajal', una oficina nacional de víctimas y un plan de choque económico, para crear empleo, para evitar cierres como el de Nissan o Alcoa".
Si quiere bronca, ahí tiene a la ultraderecha", ha vuelto a decir Sánchez a Casado
"La crispación que vende su propaganda no es más que el eco del 'no es no'. Los únicos antipatriotas que hay aquí son los socios que le hicieron presidente. No busque falsos culpables", le ha espetado a lo que Sánchez, en su réplica, ha comentado que "dos no se pelean si uno no quiere y no voy a entrar en sus insinuaciones. Dos tampoco se ponen de acuerdo si uno no quiere y por eso le insto a que si usted quiere unidad, aquí tiene al gobierno y si quiere la bronca ahí tiene a la ultraderecha", argumento que ha esgrimido varias veces.
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