Más votos a favor que en contra. A diferencia de una Ley Orgánica, el proyecto anual más importante que pasa, o debería pasar, por el Congreso todos los años, esto es, los Presupuestos Generales del Estado, no necesitan de mayorías absolutas. Basta con más "síes" que "noes" y muchas veces son las abstenciones las que desbloquean la situación. Moncloa sabe que conseguir el apoyo de Ciudadanos a las Cuentas del año que viene es muy complicado para la formación naranja, sobre todo por tratarse de un ejecutivo de coalición con Unidas Podemos, pero no así su abstención siempre y cuando Inés Arrimadas "tenga capacidad de influencia sobre algún capítulo", explican fuentes del Gobierno.
Desde Ciudadanos aseguran que Moncloa "no ha puesto nunca sobre la mesa nada que tenga que ver con los Presupuestos Generales" que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quiere llevar a las Cortes en el mes de octubre.
El Gobierno parece dispuesto a modificar algunos aspectos de su acuerdo programático con Unidas Podemos para afrontar la crisis post-coronavirus. […]
En ninguna de las conversaciones que Inés Arrimadas y Edmundo Bal han mantenido con Pedro Sánchez y Carmen Calvo para pactar las prórrogas del estado de alarma y, ahora, el decreto que lo sustituirá, se ha suscitado la cuestión, pero asumen que el Gobierno llamará a su puerta. De momento responden que "no, de ninguna manera apoyaremos unos presupuestos pactados con Podemos" con quien mantienen posiciones diametralmente opuestas en materia de fiscalidad.
Echenique admite que "hay que replantear algunas cosas"
No obstante, el guiño que lanzó Montero el pasado martes anunciando una "readaptación" y "repriorización" del pacto con Podemos solo tenía un destinatario, y no era el PP. Moncloa ya ha advertido a sus socios que si bien este año ha sido el del endeudamiento el grifo del gasto se ha cerrado para las cuentas del año que viene, lo que puede facilitar un acercamiento de los "naranjas". Este mismo jueves, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, reiteraba en una entrevista en Los desayunos de TVE que "habrá que repensar algunas cosas".
Podemos parece así dispuesto a asumir una ralentización del cumplimiento del acuerdo con el PSOE a cambio de unos Presupuestos que den oxígeno al Gobierno y le permiten pensar en agotar la legislatura. Socialistas y morados creen que "se pueden acercar iniciativas con Ciudadanos en el marco de la reconstrucción social y económica y de políticas transversales perfectamente encajables" en materias como "políticas territoriales, inversiones y pymes". En definitiva, "muchas de sus enmiendas pueden ser perfectamente posibles y ellos argumentar que, aunque no es su presupuesto, sí recoge algunas de sus propuestas", según fuentes gubernamentales.
"Readaptar" y "repriorizar" los acuerdos con Unidas Podemos. Estos fueron dos de los términos que empleó ayer la portavoz gubernamental […]
A fin de cuentas, Ciudadanos se sumó al consenso de la Cámara en torno al Ingreso Mínimo Vital y no se reclama tanto un voto a favor como su abstención. Bien es cierto que si votara a favor no sería necesario el concurso de ERC.
Pero su abstención facilitaría el argumento de los independentistas, bien para dar un voto afirmativo o también abstenerse, ya que su portavoz parlamentario en Madrid, Gabriel Rufián, no ha dejado lugar a dudas sobre la incompatibilidad de ambos proyectos, dando a elegir al Gobierno entre sus siglas y las de Inés Arrimadas. Tampoco es que el PNV esté muy entusiasmado con ese invitado inesperado que es Ciudadanos, pero el Ejecutivo se aseguraría un colchón para solventar esa votación con cierta holgura.
El voto afirmativo de Inés Arrimadas haría innecesario el apoyo de ERC
Pedro Sánchez tiene por delante un difícil encaje de bolillos al que, por otro lado, ya está muy acostumbrado habida cuenta de la fragmentación del Parlamento. Le bastaría con la mayoría que hizo posible su investidura, pero ERC se ha vuelto un socio parlamentario inestable pendiente de que Quim Torra convoque autonómicas. Los republicanos independentistas asumen que la posible coincidencia de la negociación presupuestaria "nos pone las cosas más difíciles" para apoyar las cuentas.
El cuándo sigue siendo una incógnita, pero Moncloa sí responderá a las demandas del independentismo y activará la mesa de […]
A los 155 escaños de PSOE y Podemos se unen los 6 del PNV; los dos de Más País, el de Compromís -aunque Joan Baldoví ha rechazado las dos últimas prórrogas del estado de alarma- y muy posiblemente el voto de CC y el de Nueva Canaria. Con ellos Sánchez ya sumaría 166 "síes". Si ERC y Ciudadanos se abstienen (23 papeletas), saca adelante el proyecto de Presupuestos con 161 votos en contra, falta de saber, por ejemplo qué harían los cinco diputados de Eh-Bildu y si el PSOE está dispuesto a sentarse con ellos de nuevo a negociar.
El presidente de la Junta de Extremadura y del Consejo Territorial del PSOE, Guillermo Fernández Vara, lo dijo muy claro el lunes pasado: "El Presupuesto no puede ser ni el que queremos nosotros, ni el que quiera Podemos, ni el que quiera Ciudadanos ni el que quiera ERC ni nadie. Tiene que ser el que sume. Y hay que intentarlo". Eso sí, animó a hacer "irrelevante" el voto de los republicanos independentistas.
Más votos a favor que en contra. A diferencia de una Ley Orgánica, el proyecto anual más importante que pasa, o debería pasar, por el Congreso todos los años, esto es, los Presupuestos Generales del Estado, no necesitan de mayorías absolutas. Basta con más "síes" que "noes" y muchas veces son las abstenciones las que desbloquean la situación. Moncloa sabe que conseguir el apoyo de Ciudadanos a las Cuentas del año que viene es muy complicado para la formación naranja, sobre todo por tratarse de un ejecutivo de coalición con Unidas Podemos, pero no así su abstención siempre y cuando Inés Arrimadas "tenga capacidad de influencia sobre algún capítulo", explican fuentes del Gobierno.