La mejor propaganda sobre el libro de memorias de John Bolton, ex consejero de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, la está haciendo el propio Donald Trump al intentar impedir infructuosamente su publicación. Todo lo que Trump no quiere que sepas sobre su gestión está en la obra: sus obsesiones, sus flaquezas y el escaso respeto que en realidad le tienen sus colaboradores, que se echan las manos a la cabeza cuando el presidente actúa por su cuenta con otros líderes mundiales.
The Room Where It Happened: A White House Memoir (La habitación donde ocurrió: memorias de la Casa Blanca), se pone a la venta el martes 23 de junio, pero varios medios estadounidenses ya han accedido a la cotizada obra.
John Bolton, a quien Trump destituyó en septiembre de 2019, retrata a Donald Trump como un comandante en jefe "errático" y "sorprendentemente mal informado", un caso único en la Casa Blanca, un personaje obsesionado por su reelección y que gobierna como si estuviera al frente de su imperio personal. Bolton habría logrado unos dos millones de dólares por sus memorias, según la agencia Associated Press.
Es un retrato que coincide con la visión que ofrecía Michael Wolff en Fuego y Furia, o en Un genio muy estable, de Philip Ricker y Carol Leonning, dos periodistas de The Washington Post.
Sobre España dice poco John Bolton: "Con Stoltenberg [secretario general de la OTAN] Trump dijo que había heredado un desastre económico y que la OTAN era algo indignante, y se quejó de que España solo gastara el 0,9% del PIB en defensa". Es una referencia en el quinto capítulo de las memorias.
Apenas diez días antes, los Reyes habían visitado la Casa Blanca. Trump dijo que la "relación militar" entre Washington y Madrid era "excelente".
La conversación tuvo lugar antes de la cumbre de la OTAN, en julio, en la que Trump coincidió por primera vez con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Bolton presenta a Trump como un presidente que promete favores a los mandatarios que le gustan o plantea cuestiones de interés estratégico en términos de su propio interés electoral. El quid pro quo es su forma de proceder habitual. Tú investigas al hijo de Joe Biden, yo te facilito la ayuda militar que requieres.
El caso ucraniano por el que se planteó el impeachment contra el presidente Trump es uno más, según lo relatado por John Bolton. Lástima que el ex asesor presidencial no testificara en el proceso político. Dijo entonces que solo comparecería si un juez lo obligaba. Para los demócratas Bolton es un personaje siniestro, que podría haber testificado para avalar su versión en el impeachment pero prefirió contarlo en un libro y ganar un par de millones de dólares por su ejercicio de memoria.
El presidente Trump ha intentado evitar la publicación de las casi 600 páginas de las memorias de Bolton, editadas por Simon & Schuster, con el argumento de que desvela información clasificada. El abogado de Bolton mantiene que se basa en notas de Bolton y en hechos de los que fue testigo. En todo caso, la versión final se ha revisado para que no haya dudas sobre revelación de secretos oficiales.
En su cuenta de Twitter, Trump ha escrito que el libro de Bolton es "una compilación de mentiras y de historias fabricadas, con la intención de hacerme parecer lo peor. Muchas de las ridículas declaraciones que me atribuye nunca las hice, es pura ficción. Acerté al echarlo por el estúpido monigote que es!"
El diplomático John Bolton, un halcón de los pies a la cabeza, fue uno de los arquitectos de la Guerra de Irak. Como gran fichaje, se incorporó a la Administración Trump como consejero de Seguridad Nacional en abril de 2018.
Dejó el cargo en septiembre de 2019. Trump dijo que le había destituido, pero Bolton sostuve entonces que era él quien dejaba el cargo. Las desavenencias entre Trump y Bolton hacían imposible su continuidad.
En una entrevista con la cadena ABC este jueves, John Bolton ha declarado que Trump "no está preparado para ser presidente". Le acusa de un mentiroso compulsivo y ver conspiraciones por todas partes.
¿Por qué molesta tanto a Donald Trump lo que relata John Bolton? ¿Qué cuenta Bolton en estas memorias, que serán el best-seller de este verano?
Trump, obsesionado con seguir en el poder
El objetivo que guía todo el comportamiento de Donald Trump es garantizar su reelección en noviembre de 2020. De acuerdo con la versión que ha publicado The Washington Post, Bolton escribe: "Me cuesta identificar alguna decisión significativa de Trump durante mi periodo como consejero de Seguridad Nacional que no estuviera motivada por sus cálculos sobre la reelección".
Bolton cita como ejemplo el empeño de Trump por construir el Muro con México. En una reunión en 2018, Trump habría gritado a sus asesores que había que hacerlo y que la inmigración ilegal tenía que reducirse. "Fui elegido por esta cuestión y ahora no voy a ser reelegido por no hacerlo".
Según Bolton, Trump expresa su deseo de sacar a Maduro del poder en 2018 con la vista puesta en los votantes de Florida, un estado crucial para ganar las elecciones presidenciales.
Resulta muy reveladora esta confesión de Bolton sobre Trump en este complejísimo año electoral. El debate en Estados Unidos en la actualidad es hasta dónde está dispuesto a llegar Trump para mantenerse en el poder.
La participación será crucial en estas elecciones, de tal forma que los demócratas precisan que las protestas del Black Lives Matter, y el enfado por la gestión del coronavirus, ha de traducirse en una gran movilización del voto.
La pandemia puede hacerlo más difícil, si todavía los contagios en Estados Unidos no se han controlado en noviembre. Los demócratas apoyan que se potencie el voto por correo, mientras que Trump se opone, porque sabe que cuanto mayor sea la movilización más menguan sus posibilidades.
Trump pide a Xi Jinping que le ayude a ser reelegido
Para lograr su objetivo de ser reelegido Trump llegó a pedir al líder chino, Xi Jinping, que aumentara las compras de soja y trigo a Estados Unidos, con el fin de contentar a los agricultores estadounidenses, y garantizarse así su voto. Lo hizo en un encuentro entre los dos mandatarios en la cumbre del G-20 de junio de 2019, que arrancó con los reproches de Xi Jinping por los críticos a China en EEUU. Trump rápidamente interpretó que Xi se refería a los demócratas.
"Sorprendentemente, dio un giro a la conversación para referirse a la capacidad de China para influir en las campañas electorales y planteó a Xi que le ayudara a ganar. Subrayó la importancia de los agricultores, y cómo afectaría a su voto el hecho de que China incrementara las compras de soja y trigo. Pondría las palabras textuales pero la revisión previa me ha impedido hacerlo", señala Bolton en sus memorias.
También habría sugerido Trump a Xi cómo le gustaría poder ampliar el número de mandatos presidenciales, limitado en Estados Unidos a dos (ocho años). "Xi dijo que quería trabajar con Trump otros seis años, y Trump le contestó que había más gente que opinaba que debería ampliarse el límite de los dos mandatos. Xi apuntó que efectivamente en EEUU había demasiadas elecciones, y que le gustaría seguir tratando con él, a lo que Trump asintió", relata el diplomático estadounidense.
En el encuentro en el G-20 Xi se refiere a los campos en los que recluye a más de un millón de uigures musulmanes en Xinjiang. Trump le expresó a Xi su total apoyo a esta política.
Trump ama a los 'hombres fuertes'
Por Vladimir Putin siente admiración y no puede ocultarlo. El líder ruso lo sabe y es un artista en el manejo de la propaganda cuando la situación lo requiere.
También desvela John Bolton como Donald Trump prometió al líder turco, Recep Tayyip Erdogan, que cuando "su gente" reemplazara a "la gente de Obama" en los tribunales podría obrar a favor de una empresa turca acusada de violar las sanciones contra Irán por la fiscalía del distrito sur de Nueva York.
Tanto le sorprendió este proceder a John Bolton que le comentó lo que había visto al fiscal general, William Barr. Es un comportamiento similar al que se reveló en la investigación del impeachment sobre Ucrania.
Trump dijo que invadir Venezuela sería 'cool'
Sobre Venezuela el presidente, Donald Trump, obra para contentar a los votantes republicanos de Florida. De ahí que sea tan errático: primero habla de sacar a Maduro y reconoce a Juan Guaidó como presidente encargado (cuando estaba Bolton todavía como consejero de Seguridad Nacional), como titubea y no sabe cómo relacionarse con el líder chavista.
Según Bolton, Trump habría dicho que invadir Venezuela sería "cool" (genial) y prácticamente considera el país como parte de Estados Unidos.
Cuenta en sus memorias una conversación de Trump con el líder ruso, Vladimir Putin, en la que el presidente de Estados Unidos queda dibujado como alguien muy manipulable frente a un habilísimo inquilino del Kremlin. En mayo de 2019, Putin comparó ante Trump a Juan Guaidó con Hillary Clinton. Eso le habría hecho dudar sobre la debilidad de Guaidó frente a un líder fuerte como Nicolás Maduro.
Sin embargo, Bolton reconoce que no estuvieron a la altura del drama que sufre Venezuela. En este caso, Trump habría enviado tropas, pero Bolton fue más reacio.
Trump "ejecutaría" a los periodistas
Es conocido el escaso aprecio que tiene el presidente a los periodistas y a los medios que no le hacen la ola. No ha tenido problema en enfrentarse incluso en público a los reporteros que le plantean preguntas incómodas. Desprecia a medios consagrados como la CNN y The New York Times, mientras que es ferviente seguidor de Fox News, el medio que suele elegir para dejarse entrevistar.
Bolton afirma que en una reunión en 2019 Trump sugirió que los periodistas deberían ser encarcelados con más facilidad y que tendrían que obligarlos a desvelar sus fuentes. Les llamó "escoria" y dijo que deberían ser "ejecutados".
Trump desvía la atención sobre Ivanka con MBS
En noviembre de 2018, después de que desapareciera el periodista Jamal Kashoggi, en el consulado saudí en Ankara, el presidente Trump sorprendió con un comunicado en defensa del príncipe Mohamed bin Salmam (MBS), a quien se atribuye la autoría intelectual de la muerte del reportero disidente.
En realidad, según desvela el ex consejero de Seguridad Nacional, Trump lanzó ese mensaje de apoyo al heredero saudí con el propósito de desviar la atención mediática. No quería que se hablara de cómo su hija Ivanka, asesora en la Casa Blanca, había usado una cuenta de correo electrónico privada para cuestiones oficiales, lo mismo de lo que le acusó Trump a su rival en las urnas en 2016, Hillary Clinton.
Trump, objeto de burlas en su entorno
El ex consejero de Seguridad Nacional da cuenta de los comentarios de varias personas muy cercanas a Trump, que critican su proceder cuando no está en su radio de acción. Por ejemplo, el actual secretario de Estado, Mike Pompeo, tras la cumbre de Trump con el líder norcoreano, Kim Jong Un, concluyó: "Menudo pedazo de mierda".
A Trump solo le importaba la foto con Kim y estaba obsesionado con hacerle llegar el disco de Elton John que incluye la canción Rocket Man, firmado por el cantante. Así llamaba Trump al líder norcoreano cuando enfurecía por el lanzamiento de misiles de Pyongyang.
"Busca siempre segundas intenciones en la gente, ve conspiraciones debajo de las piedras, y sigue estando muy mal informado sobre qué supone estar al frente de la Casa Blanca... se limita a seguir su instinto personal y a buscar oportunidades propias de una estrella de reality", señala Bolton.
En otra ocasión, Pompeo le cuenta a Bolton cómo casi le da un ataque al corazón después de escuchar una conversación telefónica entre Trump y Kim antes de la cumbre de 2018. Pompeo ha calificado a Bolton de "traidor". Muchos demócratas piensan lo mismo por no haber testificado en el impeachment.
También recuerda cómo John Kelly, secretario de Seguridad Nacional, le advirtió que, como le ocurrió a él, saldría espantado de la Casa Blanca.
Trump suspende en política internacional
Bolton ridiculiza a su antiguo jefe sin reparos. Considera que es una persona incompetente, ignorante en política internacional. Y lo más grave, a su juicio, sería que, lejos de escuchar a quienes saben más que él (Bolton se incluye, por supuesto), cuando asiste a los briefings monopoliza la conversación.
"Trump no tiene ninguna estrategia internacional, es más ni siquiera tiene una trayectoria consistente. Su pensamiento es un archipiélago de puntos (como si fueran negocios inmobiliarios) y deja a los demás que creen política... Se opone a las 'guerras interminables' en Oriente Próximo, pero no tiene un plan coherente sobre qué hacer una vez que se retiran las tropas de EEUU", se puede leer en las memorias.
Hay un par de detalles que describen bien cómo Trump se desenvuelve en cuestiones de geoestrategia. En un encuentro con la ex primera ministra británica Theresa May le dijo con sorpresa: "Oh, ¿sois una potencia nuclear?" Bolton asegura que no era una broma de Trump.
También recuerda el ex consejero de Seguridad Nacional cómo Trump preguntó al entonces secretario de Seguridad Nacional John Kelly si Finlandia era parte de Rusia. No es de extrañar que Kelly, según el relato de Bolton, planteara: "¿Te imaginas que tuviéramos una crisis como el 11-S con alguien así?
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