La dirección del PDeCat ha tumbado hoy el documento propuesto por los ex consellers Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Lluís Puig, para que el partido se disuelva en una formación de nuevo cuño con las siglas de JxCat. Una propuesta teóricamente dirigida a la dirección que preside David Bonvehí para ser debatida en la ejecutiva reunida esta mañana, que los críticos han filtrado a los medios para condicionar el debate, y que ha sido avalada vía twitter por el ex president Carles Puigdemont.
La ejecutiva, copada por fieles a Bonvehí y su equipo, ha dado un golpe de autoridad con una decisión inédita hasta ahora, al contradecir abiertamente a Puigdemont y a los condenados por el 1-O, hasta ahora indiscutibles en su calidad de líderes y mártires del procés.
"Desde hace años tengo mucha proximidad política y persona con Turull, Rull, Forn y Puig. Hoy aún más" aseguraba Puigdemont en respuesta a la publicación de la carta que el ex president asegura "aplaudir, por su responsabilidad y empatía en un momento decisivo para nuestro espacio político".
El espaldarazo del líder de Waterloo no ha evitado, sin embargo, que la ejecutiva votara mayoritariamente en contra de la propueseta de los presos y a favor del actual equipo negociador liderado por Bonvehí, al que han encargado "seguir negociando" con la Crida que preside Jordi Sánchez. "Cuando decidimos avalar al equipo negociador lo que esta claro es voluntad de existir. En ningún caso contemplamos la disolución del partido" ha señalado el portavoz del partido, Marc Solsona, para disipar cualquier duda.
"Somos partido organizado que queremos sumar con otros en proyecto más amplio, pero solo se puede sumar desde el reconocimiento del otro y la voluntad de seguir existiendo" ha añadido Solsona, para quien "no existir no permite la suma, al contrario, puede provocar una resta o división".
En ningún caso contemplamos la disolución del partido" advierte el portavoz del PDeCat
El portavoz del PDeCat ha lamentado además el "debate publico sobre un documento que debía ir solo a la dirección". Un documento que "por sus términos y literalidad no podíamos compartir a día de hoy la mayoría de la ejecutiva", convencida de la necesidad de seguir negociando para llegar a un acuerdo de coalición con la Crida que permita la pervivencia de JxCat, ha asegurado.
El texto, escrito a petición de los dirigentes críticos por Bonvehí por el personalismo con el que dirige la negociación con Jordi Sánchez, reclama la disolución del PDeCat para converger en un nuevo espacio "sin cuotas ni vetos" según algunas fuentes. Un espacio de nuevo cuño con Carles Puigdemont como máximo dirigente y controlado por sus fieles al que se resisten los cuadros del PDeCat.
Solsona ha insistido además en que el debate no es solo una cuestión "de cuotas y porcentajes" sobre el control del futuro espacio político, sino también de "a quién nos dirigimos y con que propuestas". Al margen del encaje de nuevos y viejos liderazgos, e n el PDeCat también provoca resistencias el giro a la izquierda que quiere imprimir Jordi Sánchez, procedente de Iniciativa, que exige olvidar los aspectos más conservadores de la antigua Convergencia, como la política fiscal o la defensa de la concertación público-privada en educación y sanidad.
Preparados para las elecciones
"Hace demasiado tiempo que alguien nos quiere poner el sambenito de que Puigdemont y el PDeCat no reman en la misma dirección" se ha lamentado Solsona, consciente de que la atracción del ex presidente sigue siendo el principal activo electoral del independentismo. "Podemos discrepar en cuestiones" entre los dos sectores del PDeCat, liderados por Bonvehí y Miriam Nogueras, "pero no podemos estar siempre en esta dinámica que solo intenta debilitar".
En este contexto, el portavoz oficialista ha dejado claro, sin embargo, que si no se llega a un acuerdo con la Crida, el PDeCat "está preparado" parra concurrir a las elecciones en solitario. "Nosotros somos un partido político, siempre estamos preparados para concurrir a elecciones. El tema es ver con qué fórmula, pero como partido estamos preparados".
Tras la larga reunión de la ejecutiva de hoy, Bonvehí ha obtenido el aval para seguir negociando con Sánchez, a la espera de ver si Puigdemont y sus fieles aceptan el envite. Si es así, el PDeCat debería convocar a su Consell Nacional a lo largo del mes de julio para aprobar o no el resultado de esas negociaciones. Entonces, los críticos volverán a poner sobre la mesa la propuesta de Lledoners. Y en es órgano asambleario, el control de Bonvehí no está en absoluto garantizado.
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