La mayor auditoría de la historia de los Mossos d'Esquadra, anunciada por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el conseller de Interior, Miquel Buch, tras los disturbios violentos del pasado octubre en Barcelona ha concluido ocho meses después con un único agente sancionado. Tras el visionado de más de mil horas de video, un centenar de entrevistas a agentes, mandos y ciudadanos y la revisión de redes sociales el cuerpo ha investigado un total de 34 actuaciones que afectan a 50 agentes. Pero sólo uno de ellos ha sido sancionado por el cuerpo.
De esas 34 actuaciones, 17 de ellas están siendo investigadas por la justicia tras las denuncias de los propios afectados por lesiones. De las 17 restantes, la dirección de los Mossos solo consideró susceptible de sanción por malas praxis la actuación de nueve agentes. Dos de los expedientes han sido archivados y otros seis están en proceso administrativo, aunque la investigación ha concluido, ha explicado Buch.
Buch, secundado por el director general de la policía autonómica, Pere Ferrer, y el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, presentó ayer la auditoria ante mandos, sindicatos y entidades de defensa de derechos humanos. En una jornada de trabajo clausurada por el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que ha sido muy crítico con estas conclusiones. "Transparencia no es propaganda, es información" ha advertido tras afear al conseller que "no sabemos nada de esas 34 investigaciones" más allá del número.
El anuncio de la auditoria sirvió en su momento para que el conseller Buch pudiera responder tanto a la oposición de los comunes como a la CUP o incluso a sus socios de gobierno y compañeros de partido ante las quejas por los presuntos abusos de agentes de mossos durante los disturbios del "otoño caliente" catalán. Cuando Buch anunció "la mayor auditoria de la historia" partidos, y también sindicatos policiales, entendieron una revisión rigurosa de todas las actuaciones para detectar casos de mala práxis.
Pero este lunes tanto Buch como Ferrer y Sallent han defendido que lo importante eran las conclusiones extraídas del visionado de los videos de los disturbios, no las sanciones. "Si alguien pretendía que la evaluación era para abrir expedientes, esto es lo que hace cada día" el cuerpo de mossos, "la policía vela por el cumplimiento de reglas" ha argumentado el conseller, recordando que se han puesto 524 sanciones internas en los últimos diez años.
Modelo vulnerable y gas pimienta
Más allá de esta sanción, la auditoria presentada hoy reconoce que los disturbios post sentencia del procés demostraron la "vulnerabilidad" del modelo de orden público de los mossos. "La concurrencia de escenarios de mucha intensidad y la distancia pusieron al límite las capacidades operativas del CME en orden público" ha reconocido Sallent, "por eso este interés en integrar los sistemas de trabajo y sumar Arro -unidades de orden púbico- y Brimo -brigada móvil- en situaciones de desordenes de nivel tres".
Pero los Mossos piden además, en su auditoria, "nuevas herramientas" para garantizar su modelo de "contención en la distancia" tras la prohibición de las pelotas de goma. El Cuerpo tiene "herramientas policiales, unas se usaron y otras no, y no se descarta pedir otras herramientas, necesitamos abrir el abanico, ya hablaremos en foros que toque" ha apuntado el comisario jefe.
Sallent ha reconocido, en este contexto, que los Mossos evitaron utilizar el gas pimienta para mantener esa distancia, pese a que está autorizado. "Está aprobado por el Parlament como herramienta que podemos usar y no descartamos usarla en un futuro inmediato, por ejemplo para mover personas de un espacio cuando el recurso de la defensa no es apropiado".
Más antidisturbios
El director general de la policía autonómica ha insistido además en la idea de que, en los próximos meses, se incrementarán los problemas de seguridad y será necesario completar las unidades de mossos, diezmadas por una década sin nuevas promociones. Y las unidades antidisturbios "no son una excepción" ha advertido Ferrer.
"Las unidades de orden público no son excepción, también faltan agentes" ha insistido, asegurando que "en muchas" de las reuniones con alcaldes que la dirección de los mossos viene manteniendo tras el fin del confinamiento "nos piden reforzar unidades de orden público, porque tienen oleadas de robos con violencia que preocupan a la ciudadanía".
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