Una pandemia, un giro estratégico, unas autonómicas y unos Presupuestos pendientes. El portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, se ha convertido en muy poco tiempo en la cara visible del partido en sustitución de Inés Arrimadas, aún de baja por maternidad.
Bal ha asumido las riendas en un momento de máxima responsabilidad: después de apoyar seis prórrogas del estado de alarma y varios decretos-ley impulsados por el Gobierno, no sin previa negociación, Ciudadanos se embarca ahora hacia la búsqueda de unas cuentas públicas con el PSOE, sin la influencia de Podemos y mucho menos de nacionalistas.
Pregunta.- ¿Existen las cloacas del Estado?
Respuesta.- Como abogado del Estado he visto cosas realmente turbias. Algunas relacionadas con el ‘caso Villarejo’. Pero en este caso y a pesar de lo que denuncia Iglesias, parece demostrado que no las había. No hubo conspiración policial ni periodística para perjudicar a un partido político. Pero lo que más me preocupa es que Iglesias lo sabía. Es decir, ha mentido de forma deliberada y consciente. Lo turbio es que comparezca como víctima ante un juez de instrucción diciendo que han robado una tarjeta, que lo aproveche políticamente, y que utilice el término de las ‘cloacas’ para incentivar a sus votantes, encantados con el mensaje de “soy una víctima”. Y luego resulta que es mentira, que se guardó la tarjeta y luego la destruyó. Lo peor es que no ha dado ninguna explicación plausible sobre qué pasó con esa tarjeta.
No ha habido ninguna conspiración contra Podemos. Iglesias lo sabía, y ha mentido de forma deliberada
P.- Iglesias apuntó que no entregó la tarjeta a Dina Bousselham para no meterle “más presión”.
R.- Debería ser transparente. Y explicarlo de forma razonable, y no diciendo que trataba de proteger a una joven de 22 años. Ese es un mensaje tremendo. Es una postura que puedo tildar perfectamente de machista. Una mujer de 22 años no necesita ser protegida por ningún hombre, ya se protege ella sola. No es una damisela en apuros. A esto se suma el hecho de que Iglesias es vicepresidente del Gobierno, y tiene que acudir a la Cámara a dar explicaciones sobre este asunto. Lo único que ha hecho hasta el momento es decir que los jueces le persiguen políticamente cuando algo le perjudica, pero calla cuando le favorece. Arremete contra la independencia del poder judicial cuando algo no le gusta, y ha atacado a la profesionalidad del juez Manuel García Castellón, al que conozco personalmente y tiene una trayectoria intachable.
P.- También se ha señalado desde Podemos a los medios de comunicación. ¿Debería Sánchez rectificar a su vicepresidente?
R.- Cuando los medios dicen cosas bonitas de Podemos, entonces son magníficos. Pero cuando dicen cosas no tan buenas, están vendidos a las cloacas y sueltan toda clase de disparates. Los medios de comunicación, en cualquier sociedad democrática, son esenciales para configurar la opinión pública. Atacar a los jueces, a los medios de comunicación y no dar explicaciones sobre un asunto tan turbio afecta directamente a los cimientos de la democracia, donde se necesita buena educación, respeto y transparencia. Iglesias está muy cómodo en el insulto, en el ataque personal, porque de esa forma alienta la política de crispación, de trincheras. El presidente del Gobierno que diga lo que quiera. Yo creo que de forma indirecta no le debe parecer muy bien lo que dijo Iglesias, cuando él mismo se ha puesto como ejemplo de persona que nunca critica a los medios aunque los medios le critiquen a él.
P.- ¿Qué ocurriría si Iglesias termina siendo imputado por el ‘caso Dina’ en el Tribunal Supremo? ¿Sería el fin de la coalición?
R.- Eso habría que preguntárselo al presidente del Gobierno. Sería inconcebible que una persona formalmente imputada básicamente por mentirle a un juez siga manteniéndose en un cargo público, más un vicepresidente del Gobierno. Si se sentase como investigado, tendría que dimitir. No le quedaría otra salida, sea Iglesias o cualquier otro cargo.
P.- Podemos ya ha enterrado toda suerte de acuerdo presupuestario con Ciudadanos. ¿Cree que su acercamiento al PSOE debilita la influencia de Iglesias?
R.- Iglesias con nosotros no está cómodo, porque es un populista y un demagogo. Quiere hacer unos Presupuestos imposibles. Lo que plantea es absolutamente irrealizable, onírico y surrealista. Nosotros vamos a seguir por el mismo camino, pidiendo al Gobierno unas cuentas moderadas, que apoyen a las familias, a las clases medias y a las pymes.
P.- Para que Ciudadanos vote ‘sí’ a los Presupuestos Generales del Estado, ¿ERC debe quedarse fuera?
R.- Ciudadanos nace como dique de contención contra el nacionalismo. En ERC están muy enfadados porque se han dado cuenta de que somos capaces de llegar a acuerdos con el Gobierno. Y si Esquerra se enfada, es que algo estamos haciendo bien. Somos perfectamente incompatibles con ERC. Es una obviedad.
P.- ¿Y con Podemos?
R.- Nosotros exigimos responsabilidad a todas las fuerzas políticas para que se sienten a negociar unos Presupuestos, pero con la máxima de que tienen que ser moderados, pragmáticos y que aporten soluciones. Van a depender más de la ayuda europea y de las condiciones de Bruselas. Los Presupuestos deben servir para ir poniendo piedras en el camino para que este país salga cuanto antes de la dramática crisis económica y social que vendrá cuando hayamos controlado el virus. Podemos tendrá que decidir dónde está. Nosotros sabemos muy bien dónde estamos. En esos Presupuestos.
P.- ¿Estaría dispuesto a transigir Ciudadanos con la subida fiscal que plantea el Gobierno para las cuentas públicas?
R.- Nos negamos a una subida indiscriminada de impuestos que nos lleve al resultado de la crisis financiera de 2008. Es absolutamente inviable lastrar a las clases medias y trabajadoras, que son el motor de nuestra economía.
P.- ¿Pero sí una subida moderada de impuestos?
R.- El Gobierno tendría que explicarlo. Dependerá mucho de la parte de la ayuda europea que venga condicionada o no condicionada. Lo que no vamos a admitir de ninguna manera es el dogma sectario de que hay que subir los impuestos por política. No y no. La decisión sobre cómo se van a nutrir los ingresos y los gastos tendrán que ir orientados a la salida de la crisis económica y no a las medidas populistas de Podemos. Cuando lleguen las ayudas, habrá que ver si la parte de ingresos es suficiente como para no subir impuestos. Hay que dar un balón de oxígeno a las empresas que lo están pasando mal, a los autónomos que no saben si van a poder abrir sus negocios.
P.- ¿Para cuándo está prevista la segunda reunión en Moncloa? ¿Servirá este encuentro como punto de partida para las negociaciones presupuestarias?
R.- Se celebrará este mes de julio, aún no hay fecha. Dentro de nuestros acuerdos con el PSOE, uno de ellos era mantener abierto un canal de interlocución. Esta cita será de seguimiento para el cumplimiento de estos acuerdos. Tengo que decir que el Gobierno, de manera honesta, ha cumplido con todos los acuerdos a los que llegó con Ciudadanos, aunque faltan flecos. Hay uno ahora que me preocupa muchísimo: desarrollar el plan B, tener una solución jurídica para cuando vinieran los rebrotes, y ya han llegado. Debemos tener herramientas jurídicas para, sin necesidad de declarar el estado de alarma, proceder a un confinamiento localizado, rápido, urgente y eficaz. Yo ya he hablado con Carmen Calvo sobre este tema, y espero que tomen medidas.
P.- El Gobierno ha confirmado también que reunirá la mesa de negociación con el Govern catalán.
R.- No hace falta que me alargue mucho en lo que opino sobre la mesa de la vergüenza y del chantaje. Es una plataforma que se sale de las instituciones elegidas democráticamente. Estamos absoluta y radicalmente en contra de que se celebre y, si lo hace, Sánchez nos lo va a poner muy difícil.
P.- ¿Romperán con el PSOE si el Gobierno acuerda cesiones con los independentistas?
R.- Las cesiones al independentismo no las deseo, no las quiero y no creo que un presidente del Gobierno de todos los españoles sea tan insensato como para hacer ningún tipo de cesión a los que quieren romper el país. Con este paso que hemos dado, los Presupuestos que puedan venir ya no quedarán en manos de Rufián y Otegi, sino en manos de fuerzas políticas que creemos en este país. Son los Presupuestos más importantes de los 40 años de democracia.
P.- ¿Pero se apartarán si se producen?
R.- No valoro que pueda haberlas. Me parece absolutamente inimaginable en una situación tan trágica. Cualquier otro tema se hablará cuando se tenga que hablar, pero no se puede desviar el foco de la responsabilidad histórica que tenemos todos los partidos políticos de actuar pensando en el interés general. Luego durante la crisis hemos escuchado cosas como que “si esto lo hubiese gestionado una Cataluña independiente, habría menos muertos” o que “los catalanes buenos lo que deben hacer es toser a militares”. Es absurdo, es ridículo. Son dogmas sectarios y fanáticos. Sería inaceptable que Sánchez hiciese ninguna cesión al independentismo. Desde luego, que no cuente con Ciudadanos.
P.- Hay sectores, tanto políticos como en la opinión pública, que afirman que Ciudadanos está blanqueando el independentismo al reunirse con Sánchez al mismo tiempo que éste lo hace con Quim Torra.
R.- Identificar a Ciudadanos como un partido que puede blanquear el independentismo me parece lo más absurdo que he escuchado nunca. Este partido nace como ariete contra el nacionalismo, y ya en 2006 advertimos que se convertiría en independentismo. Mis compañeros en Cataluña van con guardaespaldas porque están amenazados. Decir que blanqueamos o que apoyamos el soberanismo... eso es no tener sentido común.
P.- También hay quien opina que Ciudadanos se ha convertido en la muleta del PSOE.
R.- No somos los socios del Gobierno. Este Gobierno no nos gusta nada. Si mañana hubiera una nueva investidura, votaríamos en contra. Que nadie se confunda. Seguimos siendo oposición, y seguiremos siéndolo porque no nos gusta el Gobierno Frankestein. ¿Cómo nos va a gustar un Gobierno de independentistas, populistas y proetarras? Son malos para España pero, ¿qué haces en un momento en que la gente se está muriendo? ¿Piensas en la vieja política de trincheras, en el ‘no es no’? ¿O echas una mano a ver si salimos todos adelante? Nosotros adoptamos esa decisión responsable, lo que no nos convierte en apoyo ni en muleta de nadie.
P.- Ciudadanos ha planteado siempre la ‘vía Arrimadas’, el gran pacto entre PP, Cs y PSOE. Pero Sánchez dejó claro en una entrevista para Corriere della Sera que no quiere pactar con Casado. ¿Apoyarán las cuentas aunque no esté el PP?
Que nadie se confunda. Ciudadanos sigue siendo oposición"
R.- Tenemos que tomar decisiones pensando únicamente en el interés de los españoles. Lo que hagan otros grupos políticos es cosa suya. Pero Sánchez tiene la obligación de intentar atraer el consenso.
P.- El PP se descolgó de las últimas prórrogas del estado de alarma, y tampoco está claro que vayan a sumarse a los acuerdos de reconstrucción, mucho menos a los Presupuestos ¿Qué opina de la posición que ha adoptado Pablo Casado a lo largo de la crisis?
R.- No opino sobre las decisiones que toman otros partidos. Sí quiero poner de manifiesto que nosotros fuimos los únicos que coherentemente votamos en las seis prórrogas del estado de alarma, reclamando prudencia y responsabilidad como partido de Estado. Lo importante ahora es llegar a un consenso para los Presupuestos, que son la medicina para la crisis.
P.- ¿Quién debería descolgar el teléfono? ¿Sánchez o Casado?
R.- Quien tiene que llamar es Sánchez. Él tiene la responsabilidad. Es el presidente del Gobierno, y no puede echarles la culpa a otros de no conseguir acuerdos. Es él quien tiene que hacer propuestas sensatas y responsables. Faltaría más.
Sánchez no puede culpar a otros de no conseguir acuerdos. Él es quien debe llamar a Pablo Casado
P.- Ciudadanos ha pasado de repudiar del Gobierno Frankestein a negociar a pesar de ellos. No es el mismo que fue con Albert Rivera al que es con Inés Arrimadas.
R.- Ha cambiado la realidad. Ninguno esperábamos que íbamos a ser los diputados que íbamos a estar en el Congreso votando prórrogas del estado de alarma porque venía una pandemia mundial en la que la gente se moría y donde el Sistema Nacional de Salud no daba abasto. La realidad ha cambiado, y este partido sólo ha actuado con la responsabilidad que obligaba este momento de la historia.
P.- En Galicia dicen que hay que evitar que siga varada por la gestión del PP. En País Vasco se alían con ellos. En el Congreso pactan con el PSOE... ¿no es contradictorio?
R.- No, se llama centro. Es fácil de explicar. El partido de centro tiene que adoptar en cada momento las decisiones que supongan un mayor beneficio para el interés general. Si por algo se ha caracterizado históricamente el centro es por el pragmatismo.
P.- Intentaron ir en coalición con Feijóo. En solitario, ¿cuáles son las opciones de Ciudadanos este 12-J?
R.- En Galicia intentamos hasta el último momento ir en una lista única con el PP. Feijóo no quiso. Le digo que somos un partido que damos sorpresas, así que ya veremos el domingo si somos o no necesarios para él. Tenemos la más absoluta confianza en Beatriz Pino. En País Vasco nos presentamos con la misma filosofía, que ningún voto constitucionalista que crea en la unidad de España puede quedarse en su casa.
P.- “Núñez Feijóo habla como un nacionalista, discrimina el castellano como un nacionalista, ningunea a Ciudadanos como un nacionalista y gobierna como un nacionalista”. La cita es de su ex compañero de filas, Juan Carlos Girauta. ¿Qué opina?
R.- No opino sobre declaraciones ajenas, pero sé que Ciudadanos tiene en Galicia un proyecto muy importante para los gallegos, que es salir del continuismo. Nosotros queremos estar en el Gobierno de la Xunta, aportando la modernidad que reclaman los gallegos. Feijóo lleva muchos años siendo presidente, y los problemas siguen encima de la mesa. Nosotros queremos ayudar a resolverlos.
P.- ¿Están dispuestos a concurrir en Cataluña con el PP a pesar de que Feijóo se negase a cerrar una alianza con Ciudadanos en Galicia?
Ofreceremos al PSC una gran alianza en Cataluña para que vuelva al constitucionalismo
R.- Tanto por parte del PP como por parte de Ciudadanos ya se ha puesto de manifiesto que trabajaremos por ir unidos en Cataluña, aunque hay que negociarlo con sensatez y poniendo los pies en el suelo. Lo haremos, y se lo ofreceremos al PSC para que vuelva al constitucionalismo. Y ellos que decidan, pero los partidos que creemos en España deberíamos concurrir juntos en las elecciones, allí donde fuera necesario, para combatir el nacionalismo. Y Cataluña es clave en este sentido. Hay que ser listos, unir las fuerzas del constitucionalismo. No s una opción, es una obligación.
P.- Le pido para acabar una valoración general de la gestión política en España durante la pandemia. ¿Qué hicimos mal para ser uno de los países del mundo con más muertos?
R.- El Gobierno ha cometido muchísimos errores. Son tantos, que ni si quiera me da tiempo a referirme a todos ellos en las sesiones de control. Llegamos muy tarde. Se confió y no se vio el peligro cuando otros países sí los vieron. Todavía me acuerdo cuando Fernando Simón dijo que sólo habría uno o dos contagios. Ahora, visto con retrospectiva y con más de 40.000 muertos, te das cuenta de todos los gravísimos errores. Se ha hecho rematadamente mal.
P.- ¿Ha estado la clase política a la altura de las circunstancias?
R.- Nosotros, desde luego, sí.
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