"En pie de paz", rezaban las pancartas en las protestas en apoyo al concejal del PP en Ermua Miguel Ánguel Blanco, que se encontraba secuestrado por ETA en julio de 1997. Miles de personas salieron a las calles para alzar las voces q de aquellos a quienes la banda terrorista intentó callar con violencia y extorsiones.
A las 16 horas terminaba el plazo de 48 horas que los terroristas habían dado para que volviesen los 600 presos de la banda al País Vasco y, una vez cumplido, dos balas atravesaron la cabeza de Miguel Ángel Blanco. El pueblo vasco y español esperaba con ansia el retorno del edil cuando los informativos anunciaron que el cuerpo aún con vida de una persona había aparecido en Lasarte. Era el edil del PP, que falleció ya en el hospital. Supuso un punto de inflexión para una población harta de los continuos crímenes. "A por ellos", gritaban unidos.
La Fundación Miguel Ángel Blanco se dirigía esta semana a los jóvenes una carta abierta para recordarles quién era este concejal de Ermua, en la que señalaban que ahora es "más importante que nunca" que no se olvide la "rebelión cívica" que hizo frente a la organización terrorista ETA, así como transmitir "la memoria y la dignidad de las víctimas para evitar alteraciones de la Historia y preservar la calidad democrática de nuestro país".
Este 12-J, cuando 1,8 millones de vascos están llamados a votar la renovación del Parlamento Vasco, se cumplen 23 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
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