El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata envió este jueves al banquillo al expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, a su mujer, Marta Ferrusola, y a sus siete hijos como una "organización criminal" enriquecida a base de la corrupción. En su auto, el instructor del caso Pujol no reflejó la suma total del dinero ilegal que la familia consiguió amasar durante décadas por medios presuntamente delictivos.

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional cifró en 290 millones de euros el presunto saqueo de la familia Pujol en un informe sobre el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, entregado a De la Mata el año pasado. En la resolución con la que concluye la instrucción de la pieza principal de la causa, el juez repasa múltiples comisiones millonarias entregadas por empresarios a Jordi Pujol y sus familiares a cambio de adjudicaciones, cambios de calificación urbanística o para congraciarse con el poder que ostentaban, algunas de ellas de más de 11 millones de euros. Sin embargo, el juez no aporta una suma total de esos "multimillonarias beneficios ilícitos" que atesoraron, supuestamente.

Lo que sí descarta el instructor es la "coartada" utilizada como estrategia defensiva por todos los miembros del 'clan' investigado: que los fondos existentes en Andorra son un legado hereditario secreto del abuelo paterno, Florensi Pujol Brugat. "No se ha aportado elemento alguno que permita contrastar la veracidad de esta versión, ni tampoco se ha suministrado explicación alguna razonable y contrastable por ninguno de las personas investigadas de esta familia sobre este particular", concluye.

La operativa del 'clan'

En el extenso auto con el que envía al banquillo al molt honorable, su mujer y sus hijos, De la Mata relata cómo generaron, gestionaron y ocultaron este "importante patrimonio económico" desde que abrieron sus cuentas en bancos de Andorra en 1992 y hasta que las cerraron en 2014.

"La actuación de la familia Pujol Ferrusola aparenta responder a un plan preconcebido y ordenado dirigido a la ocultación de grandes sumas de dinero de origen desconocido. La operativa con la que se inicia esta actividad consistente en la entrada de fondos en efectivo en las cuentas de Andbank y la fórmula que utilizan para trasladar estas sumas de dinero a la entidad BPA (consistente en gran medida en salidas e ingresos en efectivo metálico), responde indiciariamente a una clásica operativa de blanqueo de capitales. Todo ello liderado por el primogénito de los hermanos, Jordi Pujol Ferrusola, quien, tras ingresar estas sumas de dinero en cuentas controladas por él, procedía a su transferencia a cada uno de los hermanos, generalmente en misma fecha y cuantía", resume el instructor.

La "madre superiora" y el "padre capellán"

El juez propone juzgar a todos los miembros de la familia Pujol y a otras 18 personas que les rodearon como una "organización criminal" con el expresidente catalán como líder. "El liderazgo de la organización estaba encarnado en Jordi Pujol Soley y Marta FERRUSOLA Llados quien, de hecho, se autodenominaba la “madre superiora de la congregación”. Debajo de estos y siguiendo sus instrucciones se encontraba Jordi Pujol Ferrusola (“el capellán de la parroquia”).

Por el modo en que ocultaron dichos fondos, el instructor les lleva al banquillo por el delito de blanqueo de capitales y de fraude a Hacienda por no declarar los beneficios que les reportó este patrimonio. También les imputa falsedad documental.

El juez detalla en su resolución el modo en que se ocultaron y movieron todos los fondos: "En una primera etapa -explica- la familia tenía el capital ilícitamente obtenido escondido en distintos productos bancarios y cuentas abiertas en otras entidades en distintos países,
Andorra entre ellos. En ese período los fondos los tenían ocultos en distintas entidades bancarias de Andorra o en otras jurisdicciones. Durante todo este tiempo fueron alimentando las cuentas con los ingresos ilícitos obtenidos, generalmente en efectivo para garantizar la opacidad, y distribuyendo las cantidades entre los miembros de la organización. Posteriormente, toda la familia procedió a abrir simultánea y sincronizadamente cuentas en un paraíso fiscal (Andorra), para ir distribuyendo el patrimonio obtenido ilícitamente. Abrieron a tales efectos cuentas en Banca Reig (luego Andbank) en Andorra, donde las mantuvieron durante años".

"Después, -continúa-, todos simultáneamente, siguiendo las instrucciones de Jordi Pujol Ferrusola, cancelaron estas cuentas. Lo hicieron también mediante reintegros en efectivo, para tratar de impedir la trazabilidad de los fondos, lo que no consiguieron. Seguidamente la mayoría de los miembros de la familia movió sus capitales a BPA, abriendo allí nuevas cuentas. Más tarde, varios de ellos, otra vez organizadamente (y de acuerdo aparentemente con los responsables de la entidad bancaria), adquirieron sendas estructuras societarias absolutamente opacas a las que transfirieron sus capitales (fundaciones offshore dependientes de sociedades offshore gestionadas por testaferros), con la finalidad declarada y admitida de ocultarlos a la Hacienda. Dos años más tarde terminaron cerrando, también todos simultáneamente, estas estructuras fiduciarias, a finales de 2014. En ese momento algunos miembros de la familia optaron por regularizar su situación con la Hacienda. Otros optaron por continuar en la opacidad. Jordi Pujol Ferrusola, en particular, optó por girar sus recursos a México".