El Ejecutivo celebró ayer el histórico acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo después de dos semanas de sinsabores: primero, por la derrota de Nadia Calviño para jefa del Eurogrupo; y, después, por los decepcionantes resultados electorales del 12-J, por no decir desastrosos en el caso de Unidas Podemos. Pero lo de la madrugada de este martes ha compensado todo lo anterior y llenado de optimismo a un Gobierno que, si bien tenía muy difícil la negociación comunitaria, confía en superar el siguiente hito, esto es, presentar los primeros Presupuestos Generales del Estado de Pedro Sánchez.
En el Departamento de Hacienda insisten en que su titular, María Jesús Montero, llevará las cuentas en el mes de septiembre, sin otro calendario que "dar continuidad a lo conseguido en Europa e implementar las ayudas que recibirá España". Pero matizan que su intención es hacerlo "si contamos con los votos suficientes para que los Presupuestos salgan adelante". Es decir, que sin apoyos Hacienda se guardará el anteproyecto en el cajón, aún a sabiendas de que ello depende la continuidad de la legislatura.
Moncloa se aferra a que ERC "no ha dicho que no los vaya a apoyar"
En este sentido, insisten en que no esperarán a que resuelva el calendario electoral catalán, aunque, si como todo apunta, las autonómicas son el 4 de octubre, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, deberá disolver el Parlamento el 11 de agosto. Eso puede dar al Ejecutivo cierto margen, dado que las enmiendas a la totalidad se debatirían pasados los comicios y "hasta el momento, ERC no ha dicho que no las vaya a apoyar". De hecho, es muy probable que con su abstención las primeras cuentas de Sánchez pudieran salir adelante, por lo que los republicanos independentistas no tendrían por qué significarse durante la campaña electoral.
La tesis gubernamental sostiene que es peor una derrota a no tener cuentas propias, aunque lo cierto es que una nueva prórroga de los Presupuestos de Cristóbal Montoro se antoja ya insostenible. Montero parece querer cumplir con el precepto constitucional del artículo 134 que establece que el Gobierno "deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior", en este caso, los de 2018. De ahí su empeño a hacerlo a lo largo del mes de septiembre, aunque podría hacerlo a finales del mismo.
Enmiendas a la totalidad, tras las elecciones catalanas
Esto facilitaría que el debate en pleno de las enmiendas a la totalidad, de devolución, no se produjera hasta quince días después, a mediados de octubre, pasada la consulta catalana si es que tienen lugar el domingo 4 de ese mes. Dichas fechas encajan con la vista que el Supremo celebrará el 17 de septiembre sobre el recurso de Torra contra su inhabilitación política. Todo apunta a que el alto tribunal confirmará la condena del TSJC, por lo que lo previsible es que para entonces ya hubiera convocatoria electoral.
Respecto a la vinculación que establece ERC entre la negociación presupuestaria y los avances en la mesa de diálogo bilateral, Moncloa vuelve a dejar la pelota en el tejado de los independentistas, inmersos en una profunda división. Torra "no cree en este instrumento", asumen en ERC, "aunque resulta muy difícil decir 'no' al diálogo", aducen confiados en volver a sentar al Gobierno en torno a una mesa de negociación al más alto nivel.
En todo caso, el calendario avanza y parece cada vez más improbable organizar este encuentro en apenas la semana y media que queda para que termine el mes de julio, sobre todo si además se va a convocar una conferencia de presidentes autonómicos y Sánchez tiene previsto comparecer en el Congreso para explicar una cumbre que pasará a los anales de la historia comunitaria.
Moncloa pide un acuerdo al PP, pero critican su falta de "disposición"
Creen en el Ejecutivo que el triunfo en Europa arrastra en muy buena medida al conjunto de las fuerzas políticas a un pacto en torno a las Cuentas de reconstrucción para el próximo año y se lo pone especialmente difícil al PP. Montero no quiso aclarar ayer si, al margen de sus llamamientos públicos para que el partido de Casado se una al consenso, ha abierto un línea de comunicación con la que sería su interlocutora para temas económicos, Elvira Rodríguez, que ha sido, entre otros cargos, secretaria de Estado de Presupuestos y de Gastos y ministra de Medio Ambiente en los gobiernos de José María Aznar.
Dice Montero que una cosa son las llamadas telefónicas -"que tanto le interesan a la prensa"- y otras los trabajos silenciosos de los equipos, pero, sobre todo, la disposición a un acuerdo que asegura no ver en el PP. Por su parte, en Génova la queja suele ser recurrente, esto es, el Gobierno "hace muchos llamamientos al acuerdo pero nunca descuelga el teléfono ni siquiera para informar al primer partido de la oposición", siendo éste uno de los reproches que le hacen a Sánchez ante su difícil negociación europea, mientras Moncloa replica que "han jugado a la contra en Bruselas".
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