Es una de las inquietudes de los responsables políticos en Euskadi. Las importantes inversiones en el fomento, uso y conocimiento del euskera llevados a cabo en los últimos años no se corresponden en la misma proporción con la utilización cotidiana de la lengua. Hoy en el País Vasco asegura ser vascoparlante el 33% de la población, uno de cada tres ciudadanos. Hace casi tres décadas, en 1991, cuando el fomento institucional de la lengua comenzó a tomar impulso, lo hablaba un 24% de la población, siete puntos menos. Por el camino ha habido planes y programas millonarios que acumulan, según refleja el anuario 2020 del Servicio Vasco de Estadística (Eustat) publicado ayer, un desembolso por parte del Gobierno, las diputaciones y los ayuntamientos de algo más de 2.000 millones de euros sólo desde 2002.
Uno de los datos más sorprendentes que refleja el Eustat es que el euskera es considerada, hoy por hoy, como primera lengua por un porcentaje menor de la sociedad vasca de lo que lo era a comienzos de los años 90. Así, según el último dato aportado y correspondiente al año 2016, el 17,5% de los vascos afirmaba que el euskera era su primera lengua. Es un porcentaje inferior al que lo afirmaba en 1991, cuando lo aseguraba el 20,6% de los vascos. En ese periodo, el castellano ha permanecido casi invariable como primera lengua para el 76% de los vascos.
La preocupación que en los últimos años está más presente en las instituciones es la escasa utilización del euskera en las nuevas generaciones. Pese a que la inmensa mayoría de los escolares vascos cursa hoy sus estudios en euskera, el empleo de la lengua desciende de modo muy notable cuando se pregunta por su utilización cotidiana. El Eustat muestra cómo ni siquiera en el ámbito doméstico se ha logrado un repunte significativo en la utilización. En 1991 el 16% de la población afirmaba relacionarse fundamentalmente en euskera en su domicilio. El último dato, correspondiente a 2016, sitúa ese porcentaje algo más arriba, en el 19%.
Fomento en la Administración
Donde sí se percibe un repunte mayor es en la relación padres-hijos. Hace tres décadas sólo el 17% hablaba en euskera de modo habitual con sus hijos frente al 23% de los progenitores que ahora asegura relacionarse en esta lengua. También ha mejorado de forma significativa la utilización en el ámbito laboral, donde del 15% de utilización habitual del euskera que se apunta en 1991 se ha pasado a un 25% en los últimos años.
Los ayuntamientos vascos podrán establecer que el euskera sea su única lengua de trabajo, tanto internamente como en sus relaciones […]
Es precisamente en el ámbito administrativo donde se ha producido un esfuerzo ingente que no se ha traducido en la utilización habitual de la lengua. Así, la exigencia de acreditar perfiles lingüístico de conocimiento de euskera en la Administración pública continúa revelando que en uno de cada cuatro plazas del funcionariado en las que se exige quienes ocupan ese puesto no han acreditado conocimiento alguno de euskera. Según datos de 2017, en los puestos de menor exigencia lingüística, el B1, casi la mitad de los funcionarios, el 49%, aún no ha sido capaz de acreditarlo. En las plazas en las que se asigna demostrar un nivel superior, el B2, casi un 27% no lo ha hecho aún.
Trabajadores públicos que tienen acceso gratuito al estudio de la lengua y a los que en determinados casos incluso se les autoriza estar liberados, total o parcialmente, para su estudio. Convocatoria tras convocatoria el nivel de suspensos en los exámenes de acreditación ronda en torno al 80 o 90%.
Es precisamente esa escasa utilización del euskera, pese a que se conozca el idioma, el que la Administración vasca intenta corregir en los últimos años. Además de fomentar la actividad administrativa en euskera, en noviembre de 2019 el Gobierno vasco aprobó un decreto que permitía a los ayuntamientos vascos a establecer que el euskera fuera su única lengua de trabajo tanto interna como externamente. La norma del Ejecutivo autorizaba a crear “unidades administrativas en euskera” en las que los funcionarios se relacionasen entre sí únicamente en euskera. Permitía también crear bases de datos en los que registrar en qué lengua desean los ciudadanos dependientes del Consistorio relacionarse con la administración local.
Apoyo de la sociedad
En los últimos años las inversiones en el fomento del euskera se han ido modulando levemente en el caso del Gobierno vasco. Los apenas 3,1 millones que dedicó el Ejecutivo vasco en 1983 han ido incrementándose sin cesar hasta alcanzar la cifra más alta con Juan José Ibarretxe, quien reservó 115 millones de euros del presupuestos del Ejecutivo al fomento de la lengua vasca en 2008. Más recientemente, entre 2002 y 2016, la partida ha ido oscilando entre los 106 y 86 millones anuales.
El Ejecutivo de Iñigo Urkullu trabaja en un plan para que el aprendizaje de euskera hasta el nivel B2 sea […]
A estas cantidades se deben sumar las que destinan los Consistorios, que se han ido incrementado de manera significativa en los últimos ejercicios, al igual que en las diputaciones forales. Así, en el conjunto de los distintos niveles administrativos; Ejecutivo, consistorios y diputaciones durante el año 2002 se destinaron un total de 126 millones de euros a esta labor. La partida global creció a 148 millones cuatro años más tarde y alcanzó la más elevada de los últimos años en 2010, con 157 millones.
Una inversiones de apoyo al euskera que entre la sociedad vasca es respaldada de forma mayoritaria. El informe del Eustat revela que el 65% de la población es favorable o muy favorable a todas las actividades de fomento. A una cuarta parte de la ciudadanía no es una cuestión que le provoque ni rechazo ni apoyo y apenas un 9% asegura ser contrario a este nivel de apoyo.
El fomento de la Administración ha llevado incluso a establecer que el aprendizaje del euskera pueda ser plenamente gratuito para los ciudadanos. Actualmente las subvenciones para su estudio permiten cursar hasta el nivel B2, que acredita un grado elevado de conocimiento, de forma plenamente gratuita.
Es una de las inquietudes de los responsables políticos en Euskadi. Las importantes inversiones en el fomento, uso y conocimiento del euskera llevados a cabo en los últimos años no se corresponden en la misma proporción con la utilización cotidiana de la lengua. Hoy en el País Vasco asegura ser vascoparlante el 33% de la población, uno de cada tres ciudadanos. Hace casi tres décadas, en 1991, cuando el fomento institucional de la lengua comenzó a tomar impulso, lo hablaba un 24% de la población, siete puntos menos. Por el camino ha habido planes y programas millonarios que acumulan, según refleja el anuario 2020 del Servicio Vasco de Estadística (Eustat) publicado ayer, un desembolso por parte del Gobierno, las diputaciones y los ayuntamientos de algo más de 2.000 millones de euros sólo desde 2002.
Contenido Exclusivo para suscriptores
Para poder acceder a este y otros contenidos debes ser suscriptor.