Donald Trump se presentó a las elecciones presidenciales en 2016 como un candidato antiestablishment. Criticaba a los políticos de toda la vida y lo que él consideraba el sistema corrupto de Washington. Prometió "hacer limpieza" (drain the swamp, drenar el pantano). Su campaña no tenía que ver con ninguna otra, dijeron muchos. Pero sí que tenía un precedente. Trump se inspiró en El Cuerpo. El ex campeón de lucha libre Jesse Ventura había sido elegido gobernador de Minnesota 20 años antes con un guion muy similar.
Ventura nació en Minneapolis en 1951. Sirvió en la Guerra de Vietnam antes de empezar su carrera profesional con la Organización Mundial de Lucha Libre. Tuvo una larga carrera, primero como luchador y luego como comentarista.
A diferencia de otras organizaciones de lucha libre, la Organización Mundial de Lucha Libre es una empresa de entretenimiento, que suele organizar luchas coreografiadas que se retransmiten por televisión. Son auténticos espectáculos. Ventura se hizo famoso como Jesse El Cuerpo Ventura.
Ventura también apareció en la película Predator (Depredador), en 1987. Como Trump, Ventura no parecía destinado a hacer una carrera política. Los dos fueron conocidos primero como personalidades de la televisión, eran dos showmen.
Trump, magnate inmobiliario, como su padre, se metió en muchos hogares estadounidenses gracias a su participación en el concurso The Apprentice (El Aprendiz). En este programa se juzgaban las capacidades para los negocios de los participantes.
Comenzó en 2004 en la NBC, creado por Mark Burnett, y Donald Trump lo presentó en las primeras 14 temporadas. La NBC reemplazó a Trump en la nueva versión, titulada El Aprendiz (Celebridades), por el actor Arnold Swarzenegger, quien fuera gobernador de California, pero éste lo dejó poco después.
Ventura se lanza a la política en los 90
Después de dejar la lucha libre, Ventura se presentó como alcalde de Brookyn Park, la sexta ciudad de Minnesota, a orillas del Mississippi. Ganó y gobernó cuatro años. Después, anunció que se presentaba a las elecciones a gobernador en 1998 como candidato del Partido Reformista.
Es raro que en Estados Unidos los candidatos de partidos que no sean los mayoritarios, el republicano y el demócrata, tengan alguna oportunidad en las elecciones estatales. La campaña de Ventura despertó interés por su excepcionalidad.
Cuando ganó Ventura, en 1998, se decía, y yo lo dije también, que este tipo de antipolítica no tenía ninguna posibilidad"
Larry Jacobs
El profesor de Ciencia Política de la Universidad de Minnesota Larry Jacobs reconoce que muchos politólogos, incluido él, descartaron de antemano a Ventura. "Se decía, y yo lo dije, que este tipo de antipolítica era ridícula y no tenía ninguna posibilidad", explica, en una entrevista con El Independiente.
Ventura, que entonces tenía 47 años, era un hombretón de 1,93 y 110 kilos de peso, a quien en Minnesota habían visto con la piel untada de aceite y una boa de plumas, como solía aparecer en sus actuaciones de lucha libre. Su lema era: "Gana si puedes, pierde si debes, pero engáñales siempre que puedas".
En junio de aquel 1998, contaba con un 7% de apoyos en las encuestas, mientras que el demócrata Hubert H. Humphrey III, que había sido fiscal general de Minnesota, estaba a 39 puntos de ventaja, y el republicano Norman Coleman, que había sido alcalde de St Paul, le sacaba una distancia de 23 puntos.
El 3 de noviembre, Ventura venció con el 37% de los votos. Cuando ganó, su esposa Terry no podía ocultar sus lágrimas. Veía cómo su vida familiar iba a sufrir drásticos cambios. Estaba en shock, como los rivales de Ventura, que no podían creerse lo que había sucedido. ¿Recuerdan cómo se quedó Hillary Clinton cuando ganó Donald Trump?
Ventura logró convencer a los votantes de que se movilizaran contra los candidatos de los partidos convencionales y dieran de lado a la política tradicional. Contra todo pronóstico, ganó y empezó su mandato con una gran fiesta de inauguración en la que hubo música y fuegos artificiales.
Trump y Ventura, parecidos razonables
Durante la campaña, y durante su mandato, Ventura compartió muchos de los planteamientos que defiende Trump, afirma Jacobs. Los dos arremetieron contra los medios con frecuencia. Mientras que Trump acusa a los medios y a los periodistas de propagar noticias falsas (fake news), Ventura llamaba a los reporteros "chacales". Los dos pusieron en su objetivo a los políticos de carrera y se presentaron en sus campañas como personas que se dirigen a los votantes en el lenguaje que entienden.
Ventura mantuvo su perfil como showman, incluso en alguna ocasión hizo de árbitro en las exhibiciones de lucha libre. Solía aparecer en programas de televisión nocturnos (late-night shows) e incluso en una serie de entretenimiento.
(Trump) está echando un pulso a los dos grandes partidos. Es hora de decirles que nosotros somos los jefes, no ellos", dijo en 2015 Jesse Ventura
Trump se dirigió a sus seguidores en 2016 en un tono muy similar al empleado por Ventura en su campaña de 1998. Ventura dijo entonces que la campaña de Trump le encantaba. "Está echando un pulso al Partido Demócrata", dijo Ventura a la CNN en 2015. "Es hora de decirles que somos nosotros los jefes, y no los dos partidos". Ventura también elogió a Bernie Sanders, candidato del ala izquierda del Partido Demócrata que fue el último en competir con Joe Biden, por rechazar las ideas del establishment.
En declaraciones a The Washington Post, Dean Barkley, estratega electoral de Jesse Ventura, reconocía que Trump había recurrido a muchas de las tácticas empleadas por su equipo, que dieron lugar a lo que se llamó como el Milagro de Ventura en Minnesota. Barkley se refería a esa continua apelación a los descontentos con el poder establecido y a su política de ataque continuo a los medios.
"Está haciendo lo mismo que hicimos nosotros", decía Barkley al Post. "Es como si hubieran leído nuestro guion. Trump nos visitó durante la campaña y tomó nota de lo que estábamos haciendo. Me llena de orgullo, he de reconocer".
Pero una vez que Trump asumió su cargo como presidente, no ha ejercido como un político antisistema, a juicio del profesor Jacobs. Por otro lado, Ventura fue más pragmático como gobernador. Jacobs se refiere a su política sobre transporte y sobre impuestos. Ventura puso en marcha un proyecto de transporte de cercanías en Minneapolis, y fue uno de los primeros defensores del matrimonio homosexual. En su gabinete, había personas de diferentes ideologías.
Ventura se desmarca de Trump
En 2018, Ventura se refirió a las comparaciones en una entrevista con la Radio Pública de Minnesota. Dijo que todo ese discurso sobre los parecidos entre ellos eran pura "bazofia" y criticó las políticas de Trump, con alusión especial a la inmigración.
Ventura ha seguido siendo crítico con el gobierno de Trump, y lo ha hecho en su show en YouTube, llamado The World According to Jesse (el mundo según Jesse). En uno de los más recientes episodios, Ventura ha criticado la gestión de Trump de la pandemia del coronavirus. Dijo que el magnate tendría que crear una respuesta unida a la crisis, en lugar de desentenderse y dejar que actúen los estados cada uno por su cuenta.
Si EEUU va a librar la guerra contra esta pandemia, lo tiene que hacer unido", dice Ventura, crítico ahora con Trump
"Lo que tenemos aquí es una guerra. Y es el escenario más difícil imaginable porque no vemos al enemigo", dijo Ventura. "Si EEUU va a librar la guerra contra esta pandemia, lo tiene que hacer unido".
También se refirió a las protestas en Portland y Chicago, después de que Trump enviara a fuerzas federales no uniformadas. Afirmó que estas acciones eran inconstitucionales y dijo que no iba a permitir que esto ocurriera.
No sorprende que, dada esa evolución, Ventura haya pedido que no se apoye a Trump en estas elecciones de 2020. Pero, como en su campaña a gobernador, sigue siendo reacio a apoyar a cualquiera de los dos grandes partidos.
Ahora es seguidor del Partido Verde. Los votantes del Partido Verde son más avanzados en política medioambiental y sanitaria. Incluso se planteó presentarse como candidato a las presidenciales por este partido, pero desistió finalmente.
Ventura, por su personalidad, era muy serio en sus políticas. No toleraba la corrupción ni los actos en interés propio", dice Jacobs
El politólogo Larry Jacobs señala que la gestión de Trump es contraria a lo que postulaba Ventura cuando era gobernador, como los escándalos en los que se implica al presidente, incluido lo que condujo a su impeachment en 2019. "Ventura, por su personalidad, era muy serio en sus políticas. No toleraba la corrupción y los actos en interés propio".
Mientras que Trump podría ser un outsider hace cuatro años, ya lo es. No puedo serlo cuando lleva cuatro años como presidente de Estados Unidos, de acuerdo con Jacobs. "Ya no se puede presentar como un outsider. Ya no es una opción para Trump. Y es la incompetencia sobre la gestión de la pandemia lo que ha hundido su campaña", añade Jacobs.
A finales de 2002, Ventura anunció que no iba a competir por un segundo mandato como gobernador. Explicó que el trabajo tenía un efecto negativo en su vida familiar y expresó su frustración con los medios y su manera de informar sobre su tarea.
Como Ventura no optó por la reelección, no hay paralelismos posibles con el intento de Trump de mantenerse en la Casa Blanca. Pero Ventura ya ha marcado distancias con Trump, algo que, según Jacobs, puede indicar que Trump está ya lejos de ese mensaje de renovación y cambio con el que ganó.
Si Ventura ya no cree en Trump, quizá muchos votantes que vieron al magnate como símbolo del antiestablishment estén ya desencantados.
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