El mundo se tambalea por la pandemia y, al mismo tiempo, otros males persisten en la sociedad. Si la crisis humanitaria causada por el Covid-19 ha golpeado al inquebrantable 'mundo globalizado', las consecuencias han sido devastadoras en países del tercer mundo. Esas personas que cruzan el océano en busca de una vida mejor añaden una variable negativa más a su desesperada situación. El cierre de fronteras y las restricciones a las labores de búsqueda y rescate han supuesto la pérdida de muchísimos seres humanos en el mar.

Según la Organización Internacional para las migraciones (OIM), el mar Mediterráneo se ha cobrado 443 vidas en lo que va de año. Además, junio ha sido el mes más mortal con 101 fallecidos en el Mediterráneo Central. A pesar de que el Ministerio del Interior indica que la cifra de migrantes llegados en los primeros 7 meses del año ha descendido un 34,8% respecto a 2019, la situación general es preocupante.

En otros países como Italia, la cifra de llegadas en lo que llevamos de año ya es superior a la totalidad de 2019 y las salidas de Libia se han multiplicado por cuatro respecto a los primeros siete meses del año pasado, según Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Nagore Eskisabel, portavoz de Médicos Sin Fronteras, comenta la situación más allá de los datos para El Independiente. Expresa que "desde hace un mes, y debido a las trabas que están poniendo la Unión Europea y sus países miembros, no hay barcos de rescate en el Mediterráneo central".

A pesar de que el número de cruces fronterizos en abril llegó a mínimos históricos según Frontex, Eskisabel explica que "solo a Italia han llegado este año más de 14.000 hombres, mujeres y niños, a pesar de que no hay ahora mismo ni misiones de salvamento y rescate de la UE, ni barcos de búsqueda y rescate de ONG". Además, insiste en que estas cifras contradicen "ese manido argumento que a menudo se utiliza para criminalizar a las ONG y bloquear las operaciones de búsqueda y rescate, porque a pesar de no haber barcos, esos intentos por cruzar el mar Mediterráneo central se han cuadruplicado este año con respecto al mismo periodo en 2019"

Médicos Sin Fronteras proporciona el personal médico al buque 'Sea-Watch 4'. El barco ha permanecido atracado en Burriana (Castellón) para adaptarlo a las nuevas circunstancias y zarpar este sábado. Los barcos de Open Arms también han vuelto a operar en la última semana tras meses de inactividad.

Eskisabel, ha señalado la responsabilidad de la Unión Europea. Cree que los organismos europeos han utilizado el coronavirus como una excusa para aumentar las restricciones "mientras la gente se ahoga". Desliza que su presencia molesta ya que los Estados de la UE "obstaculizan la labor de las ONG para que no haya testigos en el mar y se vea lo que allí ocurre".

La asignación de un puerto seguro es prioritaria para un correcto rescate y Eskisabel asegura que los de Italia y Malta "siempre demoran o bloquean a la espera de que intervenga alguna autoridad europea, por lo que contradicen la ley del mar". Clama por una "solución coordinada entre los miembros de la Unión Europea" y arremete contra las instituciones que "buscan soluciones puntuales a problemas extremos".

Los movimientos en la ruta canaria han crecido un 454,1% respecto a 2019

Un estudio del Proyecto Migrantes Desaparecidos publicado por la OIM, calcula que en todo el mundo 1.426 personas perdieron la vida en en rutas migratorias entre el 1 de enero y el 10 de agosto de este año. 182 lo hicieron camino de las islas Canarias, lo que supone un 12,76% de la mortalidad mundial en este apartado.

El Ministerio del Interior señala que en los primeros 7 meses del 2020 la cifra de migrantes ha descendido en más de un tercio respecto al 2019, aunque hasta el 2 de agosto estos movimientos aumentaron en un 454,1% en comparación con el año pasado. En total, 3269 personas en 108 embarcaciones han llegado a Europa por la ruta migratoria canaria en los primeros ocho meses de 2020.

El portavoz de la Cruz Roja española, José Javier Sánchez Espinosa, expresó a Europa Press que el aumento de la ruta canaria ha repuntado desde septiembre de 2019. Argumenta que este aumento puede ser por el cierre de rutas como la de Turquía, Libia o Marruecos: "Cuando una ruta se cierra por algún sitio la desesperación obliga a coger otras". Cree que aumentar "en todo lo posible" los recursos de acogida es la solución al incremento del flujo migratorio.