"Acepté el cargo con mi antecesor en prisión y el secretario general del Departamento, el director de la policía y el Major de los Mossos procesados" ha recordado hoy Miquel Buch en una emocionada despedida del cargo como consejero de Interior de la Generalitat. Ha sido en la clausura de la Escuela de verano del Instituto de Seguridad Pública de Cataluña, durante el cual se ha hecho público su cese como responsable de Interior. Un acto en el que Buch ha reconocido por primera vez en público su tensa relación con el president Quim Torra.
Buch no ha podido evitar las lágrimas en una entrevista ad hoc improvisada por la periodista Mónica Terribas, que ejercía de maestra de ceremonias del acto, al ser preguntado por sus planes de futuro. "Ahora, abrazaré a mi mujer y a mis hijos y les diré, ya se ha acabado" ha respondido el ya ex conseller visiblemente emocionado, reivindicando el apoyo de su familia ante el cuestionamiento público del que ha sido objeto durante los últimos años. Unas críticas que muy a menudo han sido mucho más aceradas desde su propio entorno político que desde la oposición.
En este contexto, Buch ha admitido que la relación con Torra no ha sido fácil, y ha apuntado a la inexperiencia del presidente catalán en la administración pública como uno de los motivos de las fricciones. "El president Torra no tenía experiencia en la administración pública y algunas cosas chirriaban" ha apuntado Buch para explicar sus diferencias.
La inexperiencia de Torra
Buch ha recordado que cuando él se estrenó en la política local necesitó tiempo para adaptarse a los tempos de la administración municipal para explicar la incomprensión de Torra hacia algunas de sus decisiones al frente de los Mossos. La más sonada, la exigencia de sanciones a los mossos que participaron en el operativo antidisturbios de los violentos incidentes posteriores a la publicación de la sentencia del procés, el pasado otoño.
"Siempre hay tensión, con president la hemos tenido" ha acabado reconociendo Buch, "pero por encima de todo está el bien común y el servicio público". El conseller cesado ha advertido, sin embargo, que siempre ha sido consciente de la interinidad de su cargo, y ha recomendado a su sucesor, Mique Sàmper, que sea consciente también de que es un cargo "siempre cuestionado".
En este contexto, el conseller cesado ha reconocido no entender su cese ahora. "Lo habría entendido en el marco de octubre" cuando se produjeron violentos disturbios en Barcelona como reacción a la sentencia. "Pero no ahora" ha añadido recordando que él se ha desmarcado del PDeCat como han hecho los consellers Meritxell Budó, Jordi Puigneró y Damià Calvet. El cese de Buch se suma al de Àngels Chacon, la única consellera que permanece fiel al PDeCatñ
"Este fue el departamento fue el que más sufrió el 155" ha insistido Buch recordando que fue Jordi Turull quien le propuso asumir la conselleria de Interior, advirtiéndole de que "no me estaban enviando a los Campos Elíseos. Pero alguien tenia que hacer este trabajo".
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